Falleció Vicente Revuelta, leyenda del teatro cubano

Con la muerte de Revuelta, a los 82 años, el teatro cubano y latinoamericano pierde a un visionario, un artista que asumió y pensó el teatro con la lucidez y el riesgo creativo que solo alcanzan los favorecidos por la genialidad.

Falleció Vicente Revuelta, leyenda del teatro cubano
El actor y director Vicente Revuelta (1929-2012), maestro del teatro cubano. Foto: CF.

Por Wilfredo Cancio Isla

Una leyenda del teatro cubano del siglo XX, el director y actor Vicente Revuelta Planas, falleció este martes en La Habana, a los 82 años.

Una nota del Consejo de las Artes Escénicas dio a conocer que la muerte de Revuelta ocurrió en horas de la madrugada, pero no ofreció detalles sobre las causas del deceso. En años recientes su salud se había deteriorado considerablemente, afectado por crisis nerviosas, y estaba retirado de las tablas.

Con la muerte de Revuelta, el teatro cubano y latinoamericano pierde a un visionario, un artista que asumió y pensó el teatro con la lucidez y el riesgo creativo que solo alcanzan los favorecidos por la genialidad.

Maestro de generaciones de teatristas, dispuesto siempre a la audacia y a la experimentación, Revuelta deja un legado artístico de seis décadas y un catálogo de obras que marcaron hitos en la escena cubana contemporánea.

Magisterio de un adelantado

Nacido en La Habana el 5 de junio de 1929, hijo de la conocida actriz Silvia Planas, su carrera se inició a los siete años como cantante en un concurso para aficionados, organizado por el Teatro Principal de la Comedia. También por estos años participa en programas de radio en emisoras habaneras.

Su debut en las tablas se produjo, con 17 años, cuando interpretó un papel en Prohibido suicidarse en primavera, un montaje de la pieza de Alejandro Casona por el grupo ADAD, en 1946.

En la década de los 40 cursó tambié estudios en la Escuela Municipal de Arte Dramático, y luego en el Patronato de Teatro y Teatro Universitario. En 1950 integró el grupo Escénico Libre y debutó como director en la obra El recuerdo de Berta, de Tenessee Williams.

En 1952 viajó a París para cursar estudios en la Escuela Anexa a la compañía de Jean Louis Barrault, en el Taller de Arte Dramático de Tania Balachova, y allí también tomó clases de pantomima y expresión corporal con Etienne Decroux.

Asiste a un Congreso por la Paz en Viena y viaja por Italia, donde tendrá sus primeros acercamientos al arte cinematográfico en un curso de verano en la famosa Cinecitá de Roma.

A la vanguardia teatral

A su regreso a Cuba, Revuelta no sólo va a emerger como una figura de renovación en la escena nacional, sino que también aporta significativas contribuciones a la crítica y el pensamiento teatral desde la revista Nuestro Tiempo (1954-1959), órgano de la sociedad cultural homónima que nucleó a entusiastas intelectuales y artistas de la época.

Pero su aporte fundamental al panorama artístico nacional se produjo en 1958, cuando fundó el grupo Teatro Estudio, junto a su hermana Raquel Revuelta, gran diva de la televisión y el teatro. La agrupación consolidaría desde entonces una fecunda trayectoria en cuanto a repertorio, elenco artístico y trascendencia cultural por las próximas cuatro décadas.

Con Teatro Estudio, Revuelta introdujo el método Stanislavski como práctica actoral y trazó la pauta artística de un período de eclosión para el movimiento teatral cubano, con montajes considerados hoy momentos clásicos de la escena nacional: El viaje de un largo día hacia la noche, Fuenteovejuna, El alma buena de Se-Chuan, Madre coraje, Santa Juana de América, La Noche de los Asesinos, El Precio, La duodécima noche y Galileo Galilei.

Para una generación de teatristas y público, la puesta en escena de La noche de los asesinos, de José Triana, y con actuaciones de Miriam Acevedo, Ada Nocetti y el propio Revuelta, cobró categoría de mito en una Habana que todavía conservaba el esplendor de gran metrópoli, a pesar de los embates revolucionarios. La obra ganó el Premio Gallo de La Habana en 1966 y triunfó en los escenarios de Europa.

Un inconforme irremediable

El sello creador de Revuelta fue la inconformidad permanente con la obra terminada y la experimentación de formas estéticas que pusieran el teatro al límite de lo posible. En 1968, fundó Los Doce, un grupo que experimentó con las técnicas de Grotowski y dejó una estela de desafío para las nuevas generaciones de actores.

Personalidad temperamental, transgresor y liberal, Revuelta enfrentó los típicos rechazos de la sociedad cubana de los 60 por su condición homosexual. Pero tuvo siempre en su hermana Raquel el hada protectora que le sacó las castañas del fuego en tiempos de “parametración” y acoso para el movimiento teatral de la isla.

Incursionó como actor en el cine, en De la guerra americana (1970), de Pastor Vega, y en películas de Tomás Gutiérrez Alea como Una pelea cubana contra los demonios (1970) y Los sobrevivientes (1978), así como en El siglo de las luces (1992), de Humberto Solás.

Doctor Honoris Causa del Instituto Superior de Arte, como pedagogo formó a varias generaciones de artistas e impartió talleres y conferencias en más de 15 países.

Durante su prolífica trayectoria fue condecorado con la Orden Félix Varela, otorgada por el Consejo de Estado. Recibió el Premio Nacional de Teatro en 1999.

Su única hermana Raquel había fallecido en enero de 2004. El sepelio de Vicente Revuelta está anunciado para este miércoles en la Necrópolis de Colón.

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