La Esquina: Mis 4 de Julio y un aromático aniversario

Por RAUL ARCE

– Mi abuela materna nació un 4 de Julio -dicen que durante el último lustro del siglo XIX, nunca tuve la total certeza-, una fecha que se me antojaba envuelta en un halo misterioso, por aquello de la independencia de los Estados Unidos.

Y es que el viejo televisor de un compañero de aula, en mis años del preuniversitario habanero, en las alturas del barrio de la Víbora, era capaz de capturar a veces, si el viento y las nubes se conjuntaban favorablemente, brevísimas imágenes del desfile patrio yanqui, como en flashazos cinematográficos. ¿Antecedente espontáneo de la era de las antenas ilegales?

Un 4 de Julio bien reciente, y aquí en el sur de la Florida, me puse al timón, por primera vez en mi ya larga vida, de un automóvil, casi tan viejo como yo -estoy exagerando, por supuesto- muchos años después de haberme convencido, erróneamente, de que el mundo de las bujías, las bombas de gasolina y las señales de tránsito, no estaba diseñado para mí.

(Tal vez tuve un presagio –a contra corriente– y no lo percibí, cuando en 1994, de visita en Connecticut, la pregunté a un amable boricua, dueño de una escuela de automovilismo, cuál era la edad límite, aquí en Estados Unidos, para aprender a manejar: no existe límite, me contestó).

Y heme aquí, por las calles de Miami, convencido de que no soy, ni lejanamente, el peor entre decenas de miles de conductores, y hasta aparezco ya registrado en las memorias policiales con un ticket de novato, por excederme, un buen día, en 10 millas la velocidad límite.

Pero hay otro 4 de Julio entrañable para mí, el del debut del sitio web CaféFuerte, el primero que acogió mi firma al cabo de cambiar mi residencia, cuando el destino y la ira de un hombre me obligaron a poner mar de por medio con mi pasado.

En Caféfuerte me encontré con viejos conocidos, trasmutados ahora en verdaderos amigos, y unidos por la pasión de escribir, a despecho de cualquier retribución material.

Me hará feliz que esta coladita, a punto de soplar su primera vela, se eternice como aromática y pura. Porque está a salvo -gracias a Dios- de que un ademán autoritario y enfermizo nos conduzca, por decreto, a mezclarla con chícharos.

* CaféFuerte comenzó a publicarse el 5 de julio del 2010 y celebra hoy su primer aniversario, gracias a la cooperación y el profesionalismo de colegas como Raúl Arce. A todos los que de una forma u otra han colaborado con nosotros y a los lectores que nos siguen día a día, gracias por el esmero y la confianza en esta colada noticiosa.

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