Encuesta FIU 2018: El tiempo es el diablo… entre los cubanos

Encuesta FIU 2018: El tiempo es el diablo… entre los cubanos

Miguel Fernández Díaz

Acaba de publicarse el informe de la última de las encuestas que, por más de veinte años y con casi las mismas preguntas, la Universidad Internacional de la Florida (FIU) viene haciendo a los residentes cubanoamericanos del condado Miami-Dade sobre la política de Estados Unidos hacia Cuba.

Las mil y una personas mayores de 18 años integrantes de la muestra fueron contactadas por 751 teléfonos móviles y 250 fijos, que se escogieron al azar sobre la base de dar a todos los teléfonos del condado igual posibilidad de caer en la muestra. El margen de error fue 3.1% y el nivel de confiabilidad, 95%.

Por cálculo estadístico, el tamaño de la muestra y los valores de error y confiabilidad serían representativos de la población cubanoamericana del condado, que se estima en 1.1 millones, aunque nunca se sabe bien qué otros errores tendría una encuesta.

El embargo: pared medianera

El informe de la encuesta arrojó que la comunidad cubanoamericana de Miami-Dade está partida al medio en cuanto al embargo: la mitad apoya y la mitad rechaza esta política económica, comercial y financiera de Washington hacia Cuba.

Así se aprecia nítidamente entre los votantes registrados, aunque la balanza se inclina hacia el rechazo en el grupo etario de 18-39 (65%) y entre quienes entraron a Estados Unidos a partir de 1995 (60%). El equilibrio debió de establecerse por el alza del 10% -con respecto a la encuesta de 2016- en el apoyo de quienes llegaron entre 1959 y 1979.

Sin embargo, las actuales relaciones comerciales fueron respaldadas por el 68% de la muestra, con preferencia a expandirlas entre los inmigrantes a partir de 1995 (55%) y la segunda y tercera generaciones de origen cubano en Estados Unidos (60%). La mitad de los encuestados aceptaría incluso las inversiones en Cuba por ciudadanos de y residentes en Estados Unidos, con los mismos grupos de encuestados a la cabeza: 59% de los inmigrantes a partir de 1995 y 69% de la segunda y tercera generaciones en Estados Unidos de familias de origen cubano.

Diplomacia del dólar

La decisión de restablecer las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana cuenta con el respaldo de la mayoría (63%) de los cubanoamericanos de Miami-Dade. Esta preferencia es mayoritaria en todas las edades, excepto el grupo de 76 o más años cumplidos (31%). Hay marcada diferencia de respaldo entre los votantes registrados (61%) y no registrados (77%).

Otro respaldo mayoritario de la comunidad aflora en la eliminación de las restricciones de viajes a Cuba (57%) y la continuación (65%) de la política “pueblo-a-pueblo”, sometida al estira (Obama) y encoge (Bush y Trump) propios del vaivén político en Estados Unidos luego de instaurarse por iniciativa de la administración Clinton sobre la base de que, a medida que los cubanos fueran descubriendo la superioridad de la cultura económica y política estadounidense, el Estado totalitario castrista se desmoronaría.

Los viajes sin restricciones gozan de mucho favor en la inmigración más reciente (68%), las generaciones de origen cubano nacidas en Estados Unidos (69%) y los votantes registrados (55%), así como de mucho rechazo (63%) entre inmigrantes anteriores al episodio migratorio del Mariel. Sólo el grupo etario de 76 o más años reprocha la política de “pueblo-a-pueblo”.

La cancelación de la política “pies secos-pies mojados” provoca indecisión (8%), desaprobación (41%) y aprobación (52%) entre los cubanoamericanos de Miami-Dade. Se nota el gradiente de aprobación entre quienes vinieron después (40%) y antes del Mariel (64%).

¿Voto decisivo?

La encuesta encontró que los votantes cubanoamericanos se registran como republicanos (54%), demócratas (20%) e independientes (26%). Así, el 70% votó por Ron DeSantis para gobernador, el 69% por Rick Scott para el Senado y el 72% por los candidatos republicanos a la Cámara de Representantes. No obstante, como se abordó ya en este mismo sitio, el trío republicano de representantes cubanoamericanos quedó reducido al solista Mario Díaz-Balart, mientas que Scott y DeSantis perdieron por buen margen frente a los candidatos demócratas precisamente en las áreas floridanas con mayor concentración cubanoamericana.

La encuesta de FIU viene a poner también en entredicho que el “voto cubanoamericano decisivo en la Florida” trajera su causa, como circuló en comunicado de prensa de la Fundación Inspire America, de que ambos candidatos republicanos se alinearon con el exilio en la política hacia el régimen dictatorial en Cuba. La encuesta comprobó que esta política había ocupado el último lugar en la lista de motivaciones electorales de los cubanoamericanos de Miami-Dade, quienes dieron prioridad -como cabe esperar- a la economía y los empleos, los servicios de salud, el control de armas y los impuestos.

De este modo, la encuesta de FIU parece confirmar que, al pasar del tiempo, cobra más validez aquel dictamen que el finado Justo Carrillo Hernández argumentó en un libro lamentablemente olvidado: A Cuba le tocó perder.

Para leer el informe completo de la encuesta presione AQUÍ

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