Gobierno cubano preocupado por “situación inusual” en templo habanero

Gobierno cubano preocupado por Por REDACCION CAFÉFUERTE

Las autoridades cubanas dijeron este domingo que tratan de solucionar una “situación inusual” que se prolonga por 20 días en un céntrico templo evangélico en La Habana, y que ha desembocado en un cerco policial en la zona.

De acuerdo con un comunicado oficial difundido por la emisión nocturna del Noticiero Nacional de Televisión (NTV), más de 60 personas se mantienen encerradas en el local de la Iglesia Evangélica Pentecostal junto al pastor Braulio Herrera Tito desde el pasado 21 de agosto.

El comunicado aparece este lunes en la primera página del diario Granma.

La nota indica que entre las personas que permanecen en el encierro voluntario se hallan 19 menores y cuatro embarazadas, lo que ha generado la preocupación de sus familiares.

“Ante esta situación, un grupo de familiares acudieron a las autoridades, preocupadas particularmente por los niños, que no están asistiendo a la escuela, y por las embarazadas, que no reciben la atención médica prescrita para ellas”, señala el documento.

Las autoridades ratificaron su disposición de continuar las gestiones para una solución favorable a este hecho, y reiteraron la voluntad de colaborar “con los familiares, la comunidad y los representantes de las instituciones religiosas involucradas”.

No parece haber motivaciones políticas por parte de los participantes en el retiro.

Las primeras noticias de la situación surgieron el viernes a través de tuiteros y periodistas independientes.

Alarma en Centro Habana

Según mensajes enviados por el escritor Orlando Luis Pardo vía Twitter, Caridad Diego, directora de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central, así como altos oficiales del Ministerio del Interior, se personaron en el lugar el sábado para intentar una salida negociada.

La nota oficial señala que se mantendrá la protección de la seguridad ciudadana para evitar cualquier incidente y pide “disculpas a la población por las molestias ocasionadas”, en tácita alusión al cerco policial desplegado en la zona desde el pasado viernes.

El tránsito ha sido desviado en los alrededores del templo y un cordón policial impide el paso a lo largo de varias cuadras colindantes, según reportes de testigos y periodistas independientes desde La Habana.

El pastor pentecostal Herrera fue el líder principal de ese templo hasta el pasado mayo,  cuando los representantes de la llamada “Asamblea de Dios” le retiraron las credenciales por alejarse de su doctrina.

Según reportes extraoficiales, el pastor permanece recluido para eludir presentarse a una vista judicial que tenía pendiente a fines de agosto por “ocupación ilegal” del templo.

Tuiteros y periodistas independientes reportaron además que empleados estatales han trabajado en los postes de electricidad de la esquina del lugar y se instalaron cámaras de video en  la intersección de las calles Infanta y Manglar. El servicio eléctrico que inicialmente se reportó cortado, ya ha sido reestablecido en la iglesia, según comunicó Pardo Lazo.

A continuación CaféFuerte reproduce el texto íntegro difundido esta noche por el NTV:

NOTA OFICIAL

El templo de la Iglesia Evangélica Pentecostal, ubicado en Infanta y Santa Marta, en Centro Habana, presenta desde hace varios días una situación inusual, al mantenerse de manera prolongada dentro de la iglesia más de 60 personas, entre ellas 19 menores y 4 embarazadas, que se encuentran en un retiro a puertas cerradas, afirma una nota oficial divulgada por el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana.

Estas personas, reunidas por su propia voluntad en el templo desde el pasado 21 de agosto, fueron convocadas por Braulio Herrera Tito, a quien su denominación religiosa lo separó como pastor, por razones de índole interna, desde mayo de 2010.

Ante esta situación, un grupo de familiares acudieron a las autoridades, preocupadas particularmente por los niños, que no están asistiendo a la escuela, y por las embarazadas, que no reciben la atención médica prescrita para ellas.

En virtud de estas circunstancias, se han sostenido conversaciones con familiares, líderes religiosos y algunos miembros de la congregación. También, se ha protegido el recinto y ofrecido atención médica.

Después de varios contactos con quienes dirigen el retiro, un equipo médico valoró la salud de las embarazadas, que han decidido permanecer allí. Se les alertó que una estancia prolongada, sin atención especializada, pudiera afectar la salud de las gestantes. Igualmente, fue trasladada la preocupación de que el tiempo transcurre sin que los niños asistan a la escuela.

Las autoridades del orden público mantendrán la protección de la seguridad ciudadana para evitar cualquier incidente y ofrecen disculpas a la población por las molestias ocasionadas.

Se ratifica la disposición de continuar las gestiones necesarias para una solución favorable a este hecho, cuyo origen es ajeno a nuestras autoridades, que reiteran la voluntad de colaborar en ese sentido con los familiares, la comunidad y los representantes de las instituciones religiosas involucradas.

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