Joven de origen cubano entre detenidos por disturbios de Londres
Por REDACCIÓN CAFEFUERTE
Entre los vándalos que protagonizaron los peores actos de violencia en Inglaterra en una década había personas de origen cubano, revelaron estadísticas divulgadas por las autoridades británicas.
Ahmed Pelle, un cubano-británico de 18 años, fue sentenciado a dos años y nueve meses de cárcel por incitar a la violencia durante los actos vandálicos de agosto en la capital del Reino Unido.
Pelle, quien reside en la ciudad inglesa de Nottingham y estaba desempleado cuando se produjeron los disturbios, usó su página de Facebook para alentar la violencia, incluso el asesinato de policías.
De acuerdo con los documentos judiciales, en tres ocasiones Pelle colocó mensajes incitando a la violencia a sus 2 mil contactos en la red social. Uno de ellos decía “Maten a un joven negro, mataremos a un millón de policías, saquearemos hasta que nos apropiemos de las ciudades”.
Al ser detenido, Pelle dijo inicialmente que sus mensajes eran en broma, pero luego confesó que realmente deseaba alentar a los vándalos y que se había inspirado en la película Shank (2010), que muestra una ciudad caótica gobernada por pandillas. El joven no participó en los disturbios que estaba alentando.
De acuerdo con los documentos, Pelle -quien en su página de Facebook aparece también como Isaac Pelle- llegó a Gran Bretaña desde Cuba a la edad de tres años con su mamá y dos hermanos. El joven no tenía record criminal y admitió su culpabilidad ante el juez.
“Estoy en deuda con mi ciudad y con mi país y quiero ser visto pagándola”, dijo.
Aunque fue condenado a dos años y nueve meses, solo cumplirá la mitad de su condena por disposición del juez.
Más de 4 mil personas fueron arrestadas en el Reino Unido en agosto, tras los disturbios que estallaron el 6 en Londres y se propagaron por otras ciudades inglesas hasta el día 10.
En las últimas horas la prensa inglesa reveló que los vándalos provenían de 44 países y que uno de cada siete detenidos era de origen extranjero. La mayoría eran jóvenes marginales, pero no miembros de pandillas.
Como resultado de las revueltas, cinco personas murieron y 16 resultaron heridas. Las pérdidas se estiman en unos $320 millones de dólares.