Manjar oriental: el hermano negro de Frank País

Tommy, con chaqueta negra, junto a Asencio Martínez, flanqueados al parecer por funcionario del internado escolar. Foto: La Voz de Oriente.
Este domingo 11 de diciembre, el blog La Voz de Oriente soltó que Tomás “Tommy” García País, hermano adoptivo del los mártires Frank y Josué (1937-1957), vive de la caridad pública en el internado de primaria “Orlando Regalado”, en El Cristo, Santiago de Cuba, luego de serle arrebatada la vivienda que recibió por herencia de Doña Rosario García Calvino (1899-1977).
La noticia tiene la supuesta garantía de investigación de la licenciada en Estudios Socioculturales por la Universidad de Oriente, Juana Victoria Asencio Martínez, directora de Programas del Centro de Estudios Estratégicos para la Democracia Proactiva (CEEDPA) “José Ignacio García Hamilton”, quien asegura “que comprobó los datos en el Registro Civil de Santiago de Cuba”.
Desde los tiempos de España las filiaciones se acreditan con tomo, folio y fecha de asiento de la inscripción. Esta prueba documental estricta no se puede soslayar con la afirmación de que yo lo vi, porque así la prueba tasada -única admisible- se transfigura en mero testimonio. Sobre todo si pervive otro hermano consanguíneo de Frank y Josué: Agustín País García, a quien La Voz de Oriente no menciona y de este modo sigue la pauta castrista de reducir los hijos de Doña Rosario y el pastor Francisco País Pesqueira (1862-1939) a los mártires historiables.
Tras la caída de sus hermanos, Agustín País García salvó la vida por la intervención de la embajada española, en especial de su jefe de información, Jaime Capdevilla, y del cónsul en Santiago de Cuba, Diego Abascal. Luego de pasar por las sedes diplomáticas de España y Costa Rica, Agustín marchó al exilio en Estados Unidos y su tesitura anticastrista determinó que se borrara en Cuba toda referencia suya.
Agustín declaró ya que “nunca oyeron hablar” del tal Tommy ni supieron de nadie “que dijera que era hijo adoptivo de mi mamá”.
¿Leyenda o fabricación?
La investigación de Asencio Martínez gira en torno a “una leyenda triste y dolorosa” de un niño de siete años, que fue hallado en una cueva por Palma Soriano y Doña Rosario lo adoptó. Puesto que Tommy tiene 65 años, el hallazgo habría sobrevenido hacia 1952 y dista mucho de ser plausible que no conste desde aquel entonces noticia de la adopción, que presupone hasta proceso judicial.
Asimismo, debe constar testamento de Doña Rosario o declaración de sus herederos con respecto a la casa de General Bandera 226, entre Habana y Los Maceo, que hoy es Casa Museo Frank País. Tampoco la secretaria de Doña Rosario, Hortensia Bolívar, aludió jamás a este hijo adoptivo. Ni cuando Castro ni cuando Batista.
La intención declarada del reportaje: esgrimir a Tommy -al cabo de más de tres décadas de haber caído en desgracia por el presunto desalojo en 1977- como hermano de Frank y Josué, pero no de Agustín, para restregarle al régimen de Castro que vive desamparado, se disuelve con que otros muchos deben andar igual o peor y, en la mejor tradición mambisa, la República no reconoce dignidades, honores especiales ni privilegio alguno.
Así y todo, la clave radica en que el periodismo alternativo no puede bajarse con afirmaciones de tanto peso poniendo énfasis en el artificio y no en el seso, porque llegará el momento en que no se sabrá si las noticias llegadas de Cuba son ángeles ilustradores o sierpes engañosas.
Nota relacionada:
Documento: Carta-Declaración de Agustín País García