Michel Abreu a paso de jonrones en el béisbol japonés

Michel Abreu en su primer año en la Liga del Pacífico en Japón.

Michel Abreu en su primer año en la Liga del Pacífico en Japón.

Por Alberto Aguila

El matancero Michel Abreu se situó de lider jonronero con nueve batazos de cuatro esquinas en la Liga de la Costa del Pacífico de Japón, al concluir los primeros 30 juegos del calendario.

Abreu, quien aparece como bateador designado y quinto en el lineup del Hokkaido Nippon-Ham Fighters, presenta un average al bate de 286 con 30 hits en 117 turnos y 20 remolcadas.

Con 34 años, Abreu jugó el verano pasado en México, con los Sultanes de Monterrey, donde tuvo una campaña de ensueño al terminar primero en bateo con altísimo promedio de 371 e impulsadas con 106, además de ocupar el tercer puesto en cuadrangulares (29).

Es el primer año de Abreu en la Liga del Pacífico de Japón, luego de un infructuoso peregrinar por el béisbol en Estados Unidos y un destacadísimo papel en la Liga Mexicana con los Olmecas de Tabasco y los Sultanes de Monterrey, entre el 2010 y el pasado año.

Tal vez la suerte no ha acompañado a Abreu, quien debería estar jugando en las Grandes Ligas (MLB), como su talento y desempeño lo merecen.

Credenciales para el estrellato

Abreu ascendió al equipo Cuba en 1999, en ocasión del partido de exhibición frente a los Orioles de Baltimore. En el 2002 se convirtió en ganador de la triple corona en la Serie Nacional, con promedio de bateo de 356, 23 jonrones y 78 carreras empujadas.

En febrero del 2004 abandonó la isla con el sueño de llegar a Grandes Ligas, pero su paso por la mejor pelota del mundo se vio afectado por una sumatoria de problemas con sus documentos y las fechas de nacimiento no coincidentes, justamente en el momento en que los Medias Rojas de Boston apostaron por él.

Abreu quemó la liga con los Binghamton Mets (Doble A), filial de los Mets de Nueva York, en el 2006, lo que lo catapultó hasta el Juego de Estrellas en ese circuito. Pero volvieron las dificultades con su residencia permanente tras expirar su visa de trabajo y se viuo olbigado a perder la temporada del 2007.

Tras sus resultados con los New Orleans Zephyrs en la Liga International en el 2008, los Mets lo invitaron al entramiento de primavera el año siguiente.

Siendo uno de los peloteros cubanos con mejores condiciones que han intentado escalar hasta Grandes Ligas, el destino parece llevar a Abreu hacia otras latitudes donde explayar sus facultades de bateador, como sucede con su coterráneo Bárbaro Cañizares, rey en el béisbol profesional de México.

Otros cubanos en forma

No le ha ido nada mal a otros jugadores de ascendencia cubana que militan en la Liga Internacional de Béisbol, la más importante de los circuitos de las ligas menores (Triple A) del béisbol profesional de Estados Unidos.

Chris Marrero, Leslie Anderson y Danny Valencia son los de mayor rendimiento al conluir el primer mes de campaña.

Christopher (Chris) Marrero, un miamense cuarto bate e inicialista del Syracuse, está en la lista de 40 jugadores de los Nacionales de Washington. Comenzó con porcentaje de 333, seis batazos fuera del parque y 20 llevadas al home. Su arrancada lo pone en la mira de un posible ascenso al equipo grande, aunque tiene contrarios de puntería en sus aspiraciones de Grandes Ligas.

Los Nacionales tienen como dueño del mascotín de la inicial al zurdo Adam LaRoche, quien disparó 33 cuadrangulares e impulsó 100 carreras en el 2012, y de suplente está Chad Tracy, que además de desempeñarse en el primer cojín puede ser situado en la esquina caliente. Pero ambos están con guarismos menores de 180 y quien sabe si ha llegado la hora de Marrero en la Gran Carpa.

Anderson con buen paso

El camagueyano Anderson, de 31 años, quien representó a Cuba en los dos primeros Clásicos de Béisbol, batea para 313 con 31 indiscutibles en 99 veces, jugando para el Durham, principal conjunto de los Rays de Tampa en las Menores. Anderson es el inicialista titular y quinto bate del conjunto, y acumula 20 carreras fletadas con cuatro bambinazos.

Valencia, nacido hace 28 años en Miami, es tercera base y cuarto en la tanda del Norfolk, sucursal de los Orioles de Baltimore. Exhibe 310 de promedio (31 en 100) y es uno de los 40 integrantes de la plantilla de los Orioles. Ya tiene experiencia en Grandes Ligas (283 juegos jugados en tres contiendas) y es temprano para tener una idea de si podrá encaramarse en el equipo grande, ya que Baltimore tiene en el tercer cojín al dominicano Manny Machado (también nativo de Miami), joven de excelentes perspectivas y como suplente a Ryan Flaherty, quien es nulo  a la ofensiva, pero cubre el campo corto y la segunda base.

Un pelotero muy seguido por la afición cubana por sus dotes de fildeador nato, el torpedero habanero José Iglesias, que arrancó en las Mayores como titular de los Medias Rojas de Boston a causa de la lesión del dueño de la posición, Stephen Drew, está de retorno a las Menores. El cubano regresó al Pawtucket y no ha podido pegarle a la bola con la frecuencia necesaria para consagrarse. Está de segundo en la tanda y promedio de 235 (16 en 68); además de Drew, los Medias Rojas, tienen de suplente al dominicano Pedro Ciriaco, joven que juega además en la antesala y segunda base.

Un fantasma contra Iglesias

También le ha salido un “fantasma” a Iglesias en la figura de Xander Bogaerts, de 21 años, nativo de Aruba y quien está en Doble A con el Portland. Bogaerts está rankeado en el puesto número uno del Boston, mientras que el cubano ocupa ahora el puesto ocho. Este jugador estuvo con Holanda en el pasado Clásico Mundial de Béisbol y con sus 6.3 pies de estatura y 185 libras de peso, ha deslumbrado a los scouts por sus dotes con el guante y la estaca.

Uno de los cubanos que más llamó la atención en la pretemporada fue Yasel Puig, de Palmira, Cienfuegos, con 22 años y un flamante contrato de $42 millones de dólares, firmado por Dodgers de Los Angeles. Puig bateó cuanto quiso en el entrenamiento, pero fue enviado al Chattanooga (Doble A) en busca de mayor experiencia; ahora  ocupa el tercer turno en el róster, tiene 19 imparables en 66 veces con cinco jonrones, 12 empujadas y promedio de 356 en 18 encuentros.

Don Mattingly, el  manager de los Dodgers, consideró que todavía no era el momento para el cubano, ya que posee en los jardines a Carl Crawford, Matt Kemp y Andre Ethier, un trío de estelares, además de los suplentes Skip Schumaker y Jerry Hairston Jr.

Diferentes jugadores nacidos en Cuba y en Miami, aparecen en conjuntos profesionales norteamericanos de Triple A (dos ligas), Doble A (con tres circuitos) y Clase A (tres diferentes Ligas, de acuerdo con la calidad de los participantes). Además hay seis Rookie Leagues (novatos) y varias ligas independientes, por lo que resulta difícil rastrear sus desempeños entre cientos y cientos de equipos. 

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