Investigan asalto armado contra santero cubano en Miami
Atado de manos y casi inconsciente por los golpes recibidos, el conocido santero José Montoya sintió que estaba “en la antesala de la muerte”.
“Pensé que no iba a salir con vida, los asaltantes hablaron de meterme en una bolsa para prenderme candela… llegaron a coger una colcha para tirármela por encima y empezar a quemarme para que yo dijera donde estaba el dinero en la casa”, relató Montoya a CaféFuerte tras salir del Hospital Baptist, en el suroeste de Miami.
Montoya, presidente y máximo sacerdote del Templo de Ministros Shango Eyeifé en Miami, dice sentirse dichoso de poder “hacer el cuento” de lo ocurrido en su casa la noche del pasado miércoles. Alrededor de las 10 p.m. un grupo de cinco asaltantes armados y enmascarados irrumpieron en la vivienda -ubicada en el área de Kendall- y sometieron por la fuerza a los seis integrantes del núcleo familiar.
El incidente está actualmente bajo investigación por la Policía de Miami-Dade.
Los asaltantes se hicieron pasar por miembros de un equipo policial de asalto -conocido como SWAT Team- y ocuparon por cuatro horas la casa, llevándose joyas, equipos electrónicos, una colección de relojes valiosos, una docena de armas de fuego, computadoras y dinero en efectivo.
El valor de las pérdidas supera los $200,000 dólares.
Los ladrones ataron de manos y dispersaron en habitaciones separadas a Bárbara Rodríguez, esposa de Montoya; Melvin y Joe Montoya, hijos del sacerdote afrocubano; Vanesa, la nuera; y Joe Antonio, el nieto de dos años.
Amarrados y golpeados
“Todo comenzó por el patio de la casa, allí agarraron a mi esposa y luego fueron neutralizando a los demás miembros de la familia, incluso le amarraron las manos a mi nieto”, contó Montoya. “A mí me sorprenden durmiendo”.
Recuerda que los hombres dijeron que eran agentes federales que cumplían una misión por supuestos delitos del propietario de la vivienda.
Por la forma de hablar, Montoya y sus hijos coinciden en que en el grupo de asaltantes había tres cubanos y dos afroamericanos.
“Pero hubo dos o tres detalles que enseguida me pusieron sobreaviso de que no eran policías e intenté hacerles resistencia, le fui arriba a uno de ellos y traté de quitarle la pistola”, agregó.
Fue entonces que sobrevino la golpiza en la cabeza, el tórax y el abdomen, al punto de dejarlo inconsciente.
Los asaltantes abandonaron el lugar cerca de las 2 a.m. después de causar destrucción en todas las habitaciones del inmueble, y llevarse consigo las pertenencias y objetos que consideraron de valor.
“Fuimos directos para el hospital, porque mi padre no estaba respondiendo y temíamos por su vida”, manifestó Melvin Montoya. “No teníamos idea de qué había pasado, estábamos bajo los efectos del terror”.
José Montoya permaneció ingresado en el Baptist Hospital desde la madrugada del jueves hasta el mediodía del sábado, cuando fue dado de alta.
Amenaza de muerte
La casa está inhabitable y la familia está viviendo temporalmente en un hotel, mientras Montoya fue acogido por unas amistades suyas.
“Hay muchas pistas y detalles que estoy atando todavía”, expresó Montoya. “Pero esto está bien complicado”.
Según él, en 1996 había recibido amenazas de muerte que puso en conocimiento de la Policía de Hialeah.
“Entonces me dijeron que ellos no podían hacer nada y me sugirieron que me protegiera por mis propios medios”, recordó.
Montoya, de 54 años, es reconocido como una personalidad en el ámbito de las religiones afrocubanas en Estados Unidos.
Emigrado durante el éxodo del Mariel en 1980, Montoya es una figura polémica en la comunidad. Ha sido promotor de los viajes religiosos a Cuba, pero a la vez ha tenido fuertes encontronazos con la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, por considerarla una entidad al servicio del régimen castrista.
En el 2002 lanzó el Proyecto Yoruba, una iniciativa para pedir la legalización de templos afrocubanos y ampliar la participación política dentro de la isla. Un años después promovió el fallido intento de llevar a Cuba un crucero con feligreses de los ritos afrocubanos.
En el 2006 fundó la estación TV Latin News, que transmitió desde Hialeah Gardens durante dos años, y que incluyó en su programación las series cubanas En silencio ha tenido que ser y Julito, el pescador. Actualmente dirige el periódico digital Sunset News.