Escándalo de corrupción en Canarias apunta a negocios ilícitos en Cuba

Miguel Zerolo, en el centro del escándalo en Canarias.

Miguel Zerolo, en el centro del escándalo en Canarias.

Por Juan Carlos Sánchez Reyes

Agentes de la Policía Judicial investigan al ex alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, Miguel Zerolo, bajo sospechas de que realizó inversiones en plantaciones de tabaco y negocios inmobiliarios en Cuba con dinero ilícito procedente de una trama de corrupción.

Los hechos, bautizados como Caso de Las Teresitas, se remontan al 2001 y demuestran que hubo un cobro de comisiones millonarias en la compra y venta de terrenos situados a unos 10 kilómetros de la capital de Tenerife. En esa transacción Zerolo aparece como uno de los principales imputados.

Según la información de la que dispone la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife, el ex alcalde visitó Cuba hasta 12 veces, cinco de ellas en 2004, acompañado de su principal testaferro amigo íntimo, el periodista Jorge Bethencourt, aunque la investigación judicial  no especifica las operaciones en que utilizaron el dinero presuntamente ilícito.

Dada la proximidad en las fechas en que los implicados visitaron Cuba en el mismo año, los investigadores aseguran que “se podría descartar que los viajes lo fueran de placer, más bien aparentan viajes con la intención de controlar algún tipo de negocio”.

Amasando negocios en Cuba

Entre los múltiples asuntos que salen a relucir en el sumario judicial se documenta que en marzo de 2006 Zerolo coincidió en un hotel madrileño con Félix de la Calle Montalvillo, empresario canario con negocios en Nicaragua, y un representante de la firma Luis Zamorano Tais, relacionado con la sociedad Tabacos La Nubia. El personal del hotel declaró que sus conversaciones se relacionaban con el desarrollo de negocios en Cuba, según el diario digital Canarias Ahora.

Playa Las Teresitas en Santa Cruz de Tenerife.

Playa Las Teresitas en Santa Cruz de Tenerife.

Aunque en el informe policial no figuran oficialmente cuentas abiertas en La Habana a nombre de Zerolo u otro de sus allegados, fuentes de la investigación señalan que las autoridades cubanas no descartan que puedan haber establecido negocios de forma directa con españoles afincados en la isla caribeña.

Junto al resto de los empresarios y políticos querellados en el proceso judicial por la compraventa de los terrenos de la playa de Las Teresitas, ern los próximos meses Zerolo tendrá que hacer frente ante el Tribunal Supremo de Justicia de España por cargos de prevaricación y malversación de caudales públicos. 

El caso de Zerolo tiene lugar en momentos en que España debate temas tan importantes como la despolitización de la justicia y la posibilidad de que altos funcionarios del gobierno que gozan de la condición de aforados -como es su caso- puedan ser juzgados por tribunales ordinarios.

Zerolo, de 54 años, ocupa actualmente un escaño como senador de la Comunidad Autónoma de Canarias. Fue alcalde de Santa Cruz de Tenerife entre 1996 y 2001.

De confirmarse las acusaciones, Zerolo y el grupo de testaferros implicados en la operación podrían ser incluidos en la lista de instituciones de blanqueo de dinero relacionadas con negocios ilícitos en Cuba.

En Canarias y Latinoamérica

El informe constata igualmente la existencia de una estructura establecida en Canarias con centros de operaciones en México, e integrada por sociedades captadoras de negocio, inversión especulativa, patrimoniales y otras entidades de gestión.

De hecho, existen otros muchos asuntos que emergen de las más de 50 mil páginas desclasificadas. Los encargados de la investigación policial creen que “el ex regidor Miguel Zerolo pudo invertir en diferentes países latinoamericanos, siempre mediante testaferros”, con dinero procedente de comisiones ilegales.
 
El sumario revelado pone de manifiesto un proyecto turístico en México denominado Azul de Cortés, el cual iba a ejecutarlo la empresa Juandro Consultores, que el ex consejero de Presidencia del Gobierno de Canarias, Julio Bonis, tenía radicada en Baja California.

La promoción inmobiliaria -denominada Azul de Cortés- llegó incluso a ser presentada en rueda de prensa convocada por Bonis junto a las autoridades mexicanas de la zona.

La magistrada instructora del caso, Carla Bellini, llegó a tomar declaración a Bonis sobre la procedencia de la inversión.

Conversaciones peligrosas
 
Según revelan varias conversaciones telefónicas intervenidas por la Policía entre finales del 2006 y comienzos del 2007, en el proyecto de Azul Cortés participaría Zerolo a través del testaferro Bethencourt, quien llegó incluso a tener residencia en México.

Zerolo aparece también como el eje del sistema organizado de otras inversiones procedentes de “comisiones ilegalmente cobradas” en operaciones como “Las Teresitas” y la venta de la empresa Emmasa.

Aún sin poderse evaluar el monto de ambas transacciones, la Policía Judicial cree que pudo invertirse en plantaciones de tabaco en Cuba, negocios hoteleros en Brasil, proyectos inmobiliarios en República Dominicana, Uruguay, Venezuela y Colombia.

Además, se mencionan otros negocios inmobiliarios en Cabo Verde y en una planta de fabricación de biodiésel en Senegal, si bien se ha podido constatar con posterioridad que esta última inversión no se desarrolló por problemas con las autoridades senegalesas.

Esta trama de corrupción urbanística y presunto blanqueo de dinero podría poner en alerta a los tribunales judiciales internacionales sobre el posible tráfico de dinero de negocios ilícitos y vinculado a flamantes empresas españolas que operan en Cuba.

CATEGORÍAS

COMENTARIOS