Renuncia Tino Martínez por acusaciones de jugadores de los Marlins
Tino Martínez durante la conferencia de prensa en la que anunció su renuncia.
Tino Martínez, el ex estelar inicialista cubanoamericano de los Yankees de Nueva York, vino a Miami con la misión de poner a batear a los Marlins después de una temporada de escasísima ofensiva, pero no solo no lo logró, sino que abandonó la franquicia con la mala fama de abusar de sus discípulos.
Martínez renunció como coach de bateo de los Marlins este domingo luego de que se divulgaran reportes enviados a las Grandes Ligas sobre sus indebidos patrones de comportamiento, con supuestas situaciones de abuso verbal sobre los jugadores noveles.
“Hemos aceptado la dimisión de Tino Martínez como entrenador de bateo después del partido de hoy”, informó Larry Beinfest en rueda de prensa tras el partido del domingo con los Piratas de Pittsburgh.
Martínez, de 45 años, estaba en su primera temporada como entrenador en Grandes Ligas y al parecer perdió la paciencia con un equipo de novatos, con pobre producción ofensiva y una apabullante cantidad de corredores dejados en las bases en lo que va de contienda.
Dando la cara
Pero el hombre no se escabulló y dio la cara a la prensa antes de abandonar el estadio de La Pequeña Habana.
Admitió incluso que su temperamento pudo haber desbordado la ecuanimidad en ocasiones, pero negó las alegaciones de que cogió por el cuello a un jugador.
“En primer lugar, quiero pedir disculpas a la organización de los Marlins por mi comportamiento”, dijo Martínez. “Quiero decir que nunca agarré físicamente a nadie por el cuello. Eso nunca sucedió. He hecho algunos comentarios a jugadores en determinados momentos que pensé funcionaban como crítica más constructiva, pero no agredí a nadie”.
El revuelo en torno a Martínez se produjo luego de un informe enviado a Grandes Ligas, en el cual se afirma que durante un entrenamiento de bateo, el pasado mayo, tomó por el cuello al jugador Derek Dietrich, de 24 años. Martínez admite que él lo agarró por la que él agarró por la camiseta, pero nunca le puso las manos en el cuello.
“Creo que me sentía frustrado a veces con la forma en que los jugadores se comportan… Cuando les pedía que hicieran algo y no lo hacían, pues pensé que la mejor manera de hacerlo era ponerme firme con ellos. Probablemente usé unas cuantas palabras duras. Pensé que estaba haciendo lo correcto, pero, obviamente, no lo estaba”, dijo Martínez a los periodistas.
Una tarea difícil
En cuanto a la queja de Dietrich, agregó que tiene un testigo de lo sucedido ese día en la jaula de bateo.
“Tengo un hijo de 20 años y yo estaría muy molesto si alguien lo agarra por el cuello. Eso nunca sucedió”, manifestó Martínez.
Al igual que el mánager Mike Redmond y el resto del equipo de dirección, Martínez tuvo la difícil tarea de entrenar a un equipo muy joven, que se conformó tras el desmantelamiento a cuentagotas del conjunto de la temporada anterior.
El comienzo de la actual temporada fue desastroso, con un balance de 14-41 en abril y mayo. El conjunto ha mejorado sustancialmente a partir de junio, aunque continúan en el último lugar de la División Este de la Liga Nacional y descansa totalmente en la lanor de sus lanzadores.
Los bates siguen silenciados, con un anémico promedio colectivo de 232, el peor entre los 30 equipos de Grandes Ligas, 328 carreras anotadas y 62 jonrones en 103 juegos.
Pero tuvo elogios para los Marlins y para el futuro de la organización que lo acogió.
Equipo de promesas
“Es muy difícil. Tuve una gran oportunidad y odo el personal ha sido increíble conmigo. Este es un gran equipo joven y va a ser muy bueno en el futuro, los fanáticos tienen muchas cosas buenas que esperar en lo adelante”.
Ya los Marlins anunciaron a John Pierson como coach de bateo provisionalmente. El contrato de Martínez era al parecer por tres años, a razón de unos $400,000 anuales, pero no se cumplirá.
De acuerdo con el informe, los problemas de ira de Martínez se remontan los entrenamientos de primavera, cuando protagonizó incidentes de palabra con varios jugadores, incluyendo a Chris Valaika y Casey Kotchman.
“Sólo pensé que con algunos jugadores jóvenes hay que ser un poco más firmes para tratar de llevarlos por el camino correcto”, señaló. “Obviamente, he cometido un error, y me disculpo por eso. Pido disculpas a la organización de los Marlins, mi familia y todos los involucrados”.
El caso viene comentándose desde hace días. El viernes el dueño de los Marlins, Jeffrey Loria, no aceptó la renuncia. Luego hubo una reunión a puerta cerrada con el mánager Redmonds.
Antes de llegar a los Marlins, el pasado noviembre, Martínez pasó cinco temporadas como asistente especial de los Yankees, la franquicia que le dio fama como jugador en 16 temporadas y con la que se coronó en cuatro ocasiones en la Serie Mundial.
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