Osmani García en Miami: La controversia por El Chupi Chupi es hipócrita

El reguetonero cubano Osmani García

El reguetonero cubano Osmani García

Por Ivette Leyva Martínez

Osmani García, el creador de la controversial canción “El Chupi Chupi”, ha entrado en Estados Unidos con el pie derecho.  Amparado por la popularidad que le proporcionó en esta orilla su excitante y cuestionada propuesta, Osmani rompió récord de asistencia en su concierto en Miami y tiene varias presentaciones programados en otras ciudades del país.

El reguetonero, conocido por temas como “No es culpa tuya”, “El pudín”, “Se me va la musa” y “Nada contigo”, suele ser objeto de cuestionamientos por la supuesta vulgaridad de sus canciones, de fuerte contenido sexual. Las críticas se elevaron desde el oficialismo y luego de andanadas en el programa televisivo Mesa Redonda, el entonces ministro de Cultura, Abel Prieto, volvió a la carga en una reunión del Partido Comunista y lo clasificó entre los creadores que nada tienen que ver con la tradición artística cubana y suelen apropiarse de “el éxiito fácil y el esfuerzo barato”.

Pero García no se amilana por semejantes consideraciones y sigue adelante. Sus preferencias musicales hablan de un creador que se alimenta de clásicos cubanos y universales desde Ernesto Lecuona hasta Metallica, Guns & Roses y Michael Jackson, y asegura que el tema “Candilejas” de Charles Chaplin es uno de sus favoritos.

Locuaz, de mente ágil y coqueto, La Voz -como se le conoce- conversó con Café Fuerte sobre la controversia en torno a “El Chupi Chupi”, su estancia en Estados Unidos y los planes de futuro.

El antiestrés perfecto

¿Cómo ha sido la acogida que has recibido en Estados Unidos?

¡Alabao!, ha sido algo divino. Se nos cumplió un sueño pues sabíamos que ya nos estaban escuchando aquí no sólo los cubanos, sino todos los latinos. El día del concierto en La Covacha [el pasado 7 de abril] fueron cuatro mil personas, un récord para el lugar, un récord de cariño del público. Canté dos horas y si no fueron tres fue porque el lugar no lo permitía. Después estuve en el Club Boricua de Orlando y en Kentucky, allí me regalaron un bate de la famosa fábrica Louisville que pienso llevar conmigo en los escenarios para seguir dando jonrones musicales. En todas partes lo que he recibido es mucho cariño.

Después de la censura a “El Chupi Chupi” en Cuba, el tema recobró popularidad en Miami, pero aquí  tampoco está exento de controversias. ¿Cómo recibe el público la canción cuando la interpretas?

Eso de que se hizo más popular después del problema en Cuba me lo han dicho en todas partes. Es una canción que hace bailar a todo el mundo, es para eso, es el antiestrés perfecto.

¿A qué atribuyes toda la controversia que se armó en Cuba en torno a la canción?

Ese tema estuvo seis meses entre los más populares de Cuba. No teníamos intención de que saliera en la televisión, porque el tema estaba muy pegado, el videoclip no fue hecho pensando en la televisión cubana como tal, sino en internet. Pero lo nominaron a los premios Lucas [principal premio del audiovisual cubano] y se armó el lío. Lo que me pasó a mi le ha pasado también a los artistas urbanos de otros países. Toda la controversia tiene un fondo hipócrita: en la calle se habla un idioma y en los medios se habla otro. Los artistas sabemos que hay temas que se pueden hacer para la calle y otros para los medios. El Chupi Chupi no estaba hecho para los medios, pero se divulgó así.

¿Después de la controversia, sufriste algún otro tipo de censura, tuviste problemas con las autoridades?

Ninguno, y yo pertenezco a la agencia EGREM [Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales] que es como mi familia.

No quiero convertirme en un conservador

¿Qué lección te dejó toda ese incidente?

Yo creo que hay un problema generacional. Las frases que dicen los jóvenes y que a otros les parecen muy fuertes, no lo son, es como si no habláramos el mismo idioma. El que sigue mi música sabe que las canciones de Osmani García tienen doble sentido. No creo que la responsabilidad de la difusión de esa música en los medios sea mía y mientras no halla espacios y horarios adecuados para que la difusión de ese tipo de canciones para adultos, la controversia seguirá andando ¿Qué hace un padre explicándole a un niño la letra del Chupi Chupi? Son cosas que pasan y que a mí no se me ocurrirían.

¿Te hubiera gustado comparecer en los medios cubanos para dar tu opinión cuando te estaban criticando públicamente hasta en el periódico Granma?

No me gusta discutir, y no creo que hubiera sido bueno. Yo escribí la carta al ministro [Abel Prieto], dije lo que pensaba, porque me sentí triste. Creo que mi generación tiene toda la potestad de decir lo que piensa, y dice lo que piensa. Uno no puede cambiar lo que piensan los demás, es cuestión de gustos, mucho menos de los que no se acuerdan de cuando fueron jóvenes. Espero no convertirme en una persona conservadora.

¿Han surgido algunas colaboraciones con músicos desde que estás aquí?

Sí, grabé con el reguetonero boricua Farruko una versión de “La Puteri”, un tema de este año, y también grabé “El Españoliti” con Henry Santos, ex cantante de Aventura.

¿Qué planes tienes para el resto de tu estancia en Estados Unidos?

Me quedan varios conciertos en distintas ciudades, y aquí celebraré mi cumpleaños 31 el 22 de mayo. El 27 será la despedida antes de irme, todavía no sé exactamente qué vamos a hacer para ese día. Lo importante es estar rodeado de amigos, gente que tenga fe en algo común, que le guste la música. Así que estoy muy agradecido con todos mis amigos y con todo el público que escucha mis canciones.

Osmani García se presenta este viernes en el Rumbas Night Club, en la 106 N. Military Trail de West Palm Beach, y el sábado en Loft 59, en 2059 Tamiami Trail East, Naples.

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