La ruta de la discordia: Médicos kenianos airados por importación de profesionales cubanos

La ruta de la discordia: Médicos kenianos airados por importación de profesionales cubanos

Anyang Nyong’o, gobernador de la región de Kisumu, recibe a la comitiva médica cubana en el Aeropuerto Internacional Jomo Kenyatta. Foto: Cortesía

Por Jorge González

La decisión del gobierno de Kenia de contratar a unos 100 médicos cubanos ha levantado una ola de descontento y oposición en el sector médico de ese país africano, pero la prensa oficial de la isla parece no querer enterarse del álgido diferendo que ha escalado incluso hasta los tribunales kenianos.

Los médicos kenianos acusan a la administración de la nación africana de priorizar y beneficiar a Cuba discriminando a miles de especialistas locales que se encuentran desempleados.

De acuerdo con reportes de la prensa keniana, un primer grupo de médicos arribó el pasado miércoles. Fueron recibidos en el Aeropuerto Internacional Jomo Kenyatta, por el Secretario Administrativo del Ministerio de Salud Rashid Aman; el director de Servicios Médicos Jackson Kioko, y el gobernador de la región de Kisumu, Anyang Nyong’o.

El doctor Aman dijo a Daily Nation que los doctores cubanos recibirán un entrenamiento sobre el sistema de salud keniano antes de ser desplegados en los hospitales de la nación.

Prensa oficial en las nubes

Cuba inicia colaboración médica con Kenia, hecho inédito en la historia bilateral“, indicó un titular del diario oficialista Granma, sin hacer alusión a los temas conflictivos de la llegada de los galenos cubanos a Kenia,

El presidente keniano, Uhuru Kenyatta, acogió la idea de importar médicos cubanos el pasado año, pero el proyecto se aceleró desde marzo de este año, cuando el Jefe de Estado africano visitó la isla con el objetivo de fortalecer y expandir las relaciones con el régimen cubano en áreas como la sanidad, el comercio y el deporte.

El periódico The Star especifica que cada condado recibirá unos dos médicos, quienes trabajaran con sus contrapartes kenianas en el tratamiento de enfermedades y condiciones que ponen en riesgo la vida humana.

Esta iniciativa, que responde a la prioridad que el presidente keniano ha decidido dar a la cobertura médica general en su segundo término de gobierno, pretende apaciguar el calvario que enfrenta la población pobre, que al carecer de servicios especializados públicos en sus estados, se ven obligados a pagar por transporte para llegar a la capital, cuando los médicos poco o nada pueden hacer para salvar la vida humana.

Alegaciones de discriminación

Si bien es cierto que la atención hacia la salud por parte de Kenyatta parece ser laudable, los doctores kenianos critican la forma en que el presidente ha decidido combatir este problema nacional: importando médicos mientras muchos especialistas kenianos están desempleados, y otros trabajan en condiciones críticas.

Ouma Oluga, secretario general de la Unión de Médicos, Farmacéuticos y Dentistas de Kenia (KMPDU, por sus siglas en inglés), valoró que la medida no es ética, porque el país dispone de suficientes doctores.

De acuerdo con Oluga, unos 2,000 médicos kenianos necesitan empleo, y unos 170 especialistas no han sido aún desplegados por el Ministerio de Salud.

“No entendemos por que el el gobierno está creando fuentes de empleo para personas de otro país”, dijo Oluga.

The Kenya Union of Clinical Officers también criticó la importación de médicos cubanos. Su presidente, Peter Wachira, explicó a Daily Nation, que el gobierno debió haber consultado esta decisión con la comunidad profesional y todas las instituciones involucradas en el sector de la salud.

Batalla en la Corte

La oposición a la contrata de médicos cubanos llegó a una corte en Nairobi, donde un médico local, Samson Robert Misango, busca impedir que el gobierno emita licencias y permisos de trabajo a los profesionales cubanos para ejercer en clínicas de la nación africana.

Robert Misango dijo en la Corte que no hay evidencia de que Kenia no tiene doctores suficientes para llenar posiciones vacantes en el sector público de la salud, según Business Daily Africa.

De acuerdo con Misango, el gobierno mintió al respecto, y aseguró que no existían pruebas de que la administración haya llevado a cabo entrevistas o encuestas para concluir que ningún doctor local estaba disponible para las posiciones que se ofrecen ahora a los profesionales extranjeros.

Su abogado, Kiama Wangai, explicó por su parte que los médicos cubanos no fueron sometidos a un proceso de reclutamiento competente, y que esto negaría al público la oportunidad de conocer si ellos estarían cualificados para ofrecer sus servicios.

El doctor Misango argumenta que la decisión de reclutar médicos cubanos viola los derechos constitucionales de los doctores kenianos y de los estudiantes de Medicina, a quienes se les niega el derecho a competir con profesionales extranjeros a la búsqueda de empleo en el país africano.

Así, la decisión de si los médicos cubanos seran finalmente desplegados en los hospitales kenianos está ahora en la corte, según Daily Nation. La publicación reporta que la decisión sobre la legalidad de los contratos entre los cubanos y el gobierno keniano, será anunciada el 19 de junio.

Entre déficits y huelgas

A pesar del compromiso expreso del presidente Uhuru Kenyatta de garantizar que cada ciudadano tenga cobertura universal para el 2022, la nación enfrenta hoy un déficit de 42,800 trabajadores de la salud.

Actualmente, solo 63,000 trabajadores de la salud, incluidos 20,981 enfermeras, 3,284 oficiales médicos, 405 dentistas, 1,104 farmacéuticos y 293 radiólogos, están empleados en el sector público de salud.

Datos oficiales dan cuenta de un doctor por cada 16,000 pacientes, muy lejos de la cifra de un médico por cada mil pacientes recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de Naciones Unidas.

El pasado año, dos largas huelgas emprendidas por doctores y enfermeras golpearon al sector de salud pública. Una, protagonizada por doctores durante 100 días para demandar mejoras salariales, culminó el 14 de marzo.. Poco después, el 5 de junio, las enfermeras realizaron otra acción hasta el 2 de noviembre, con las mismas demandas.

Barreras lingüísticas

Una nota editorial publicada por The Star advierte sobre las barreras lingüísticas, y señala que el gobierno keniano aún tiene que explicar cómo un especialista hispano hablante entrevistaria a un paciente con un dominio superficial del inglés o kiswahili.

Asi, lo más lógico es que los profesionales cubanos deberán contar con intérpretes en las comunidades, lo cual implicaría gastos en servicios de interpretación y traducción.

Los médicos cubanos en general no tienen dominio de lenguas extranjeras, debido a que esta área del conocimiento sigue siendo una de las asignaturas pendientes en el sistema de educación cubano. La enseñanza del idioma inglés persiste como una notable limitación en el sistema de enseñanza cubano. incluido los niveles universitarios, algo que acaba de reconocer el propio Ministerio de Educación Superior (MES) al reducir la categorización del dominio del inglés entre los egresados.

Una vez que los galenos que laboran en el extranjero son seleccionados por el Ministerio de Salud, estos reciben cursos de preparación en temas de cultura y sociedad del país destino, y de idioma, pero estos módulos son muy superficiales y realizados en tiempo maratónico.

Oluga criticó la discriminación a la que son sometidos los médicos locales con la materialización del acuerdo entre Cuba y Kenia. Afirmó que los doctores kenianos son sometidos a “injustas condiciones de trabajo” al ser obligados a trabajar entre 55 a 96 horas a la semana, cuando los cubanos solo deberán laborar 40 horas semanales, y por mejores salarios que los que reciben los galenos kenianos.

Jugosos ingresos; ¿para quién?

El descontento y la furia del gremio profesional keniano se basa también en los salarios que recibirán sus colegas cubanos.

Según la prensa local, los especialistas de la isla caribeña tendrán un ingreso mensual de hasta 882.180 chelines (unos $8,737 dólares), más de lo que ganan líderes parlamentarios, inspectores generales de la policía, comandantes de la Fuerza Aérea y Naval, y vicegobernadores, entre otros funcionarios que ocupan puestos de rango en la sociedad keniana.

Además de lo que los locales consideran un jugoso salario, los profesionales cubanos vivirán en hogares completamente equipados, con bienes de consumo y transporte, así como pasajes aéreos de ida y regreso a Cuba para vacaciones, todo pagado tanto por los gobiernos locales como por el nacional.

Sin embargo, los médicos cubanos no se embolsillarán todo el salario. La mayor parte de ese ingreso va a las arcas del gobierno cubano.

La secretaria de Salud de Kenya, Sicily Kariuky, confesó a The Daily Nation, que ella no negoció directamente el acuerdo con los galenos cubanos, sino con el gobierno cubano.

“Yo negocié con el gobierno de Cuba, no lo hice directamente con ningún médico, y por tanto mi relación es con el gobierno de Cuba. Hubiéramos perdido el objetivo si hubiésemos optado por el reclutamiento individual. Al contratarlos estamos trabajando en el marco de nuestro acuerdo bilateral”, dijo Kariuky.

Lo que se conoce hasta el momento sobre este acuerdo bilateral solo son referencias en la prensa local keniana. Los medios oficiales de la isla, como es auténtica costumbre del totalitarismo informativo, no dan ningún detalle al respecto. Además, las autoridades niegan a los periodistas el acceso a este tipo de información.

Deducciones forzadas

La exportación de personal médico ha sido en el últimos años uno de los principales dividendos económidos del gobierno cubano. Los servicios profesionales y técnicos de Cuba en el exterior, fundamentalmente por colaboración en programas de salud, superan los $11,000 millones de dólares anuales y son la principal fuente de ingreso del país, por encima del turismo y otros renglones de la economía nacional.

Pero los diversos gobiernos con los que Cuba acuerda la contratación de especialistas pagan millonarias sumas mensuales al gobierno cubano, y solo una ínfima porción de ese ingreso va a los bolsillos de los médicos.

Una investigación periodística publicada por Institute for War and Peace Reporting en 2015 reveló como, por ejemplo en Trinidad y Tobago, si bien los integrantes de las denominadas brigadas médicas son pagados directamente por el gobierno anfitrión, tienen que ceder la mitad o más de sus salarios a una cuenta de banco a nombre del jefe de la brigada médica.

Es una modalidad que no aparece plasmada en los contratos firmados por los médicos, pero éstos la acatan por el temor a ser devueltos a la isla. Y aún después de las deducciones de sus salarios en el exterior, lo que reciben es mucho más que el mísero pago mensual de los $50 ó $60 dólares  mensuales que devengan en Cuba. Además, de la ventaja de acceder a determinados bienes que les son vedados en su propio país

Esta modalidad se repite en otros países donde los gobiernos acuerdan pagar directamente a los médicoscubanos, que continúan entrampados en un maratón de penurias, injusticias y violaciones promovidas por quienes debíeran proteger y estimular al máximo su talento y profesionalismo en lugar de explortarlo inescrupulosamente.

Son las cosas de Cuba que ahora se dirimen en Kenia. Lamentablemente, no entre los médicos cubanos,

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