Marcha en Venezuela: “Fuera Cuba de los asuntos de nuestro país”

FueraCubaPor Alejandro Botía*

CARACAS.- Decenas  de miles de venezolanos marcharon este domingo en la menos 10 ciudades para rechazar la injerencia cubana, al cumplirse 31 días de las protestas masivas iniciadas el pasado 12 de febrero contra el gobierno de Nicolás Maduro y que mantienen al país en una aguda crisis política.

Valencia, Maracaibo, Barquisimeto, Puerto Ordaz, San Cristóbal, Mérida y Barcelona, fueron también epicentros de la protesta nacional. En Caracas la movilización reunió por lo menos 50.000 personas que respondieron al llamado del alcalde metropolitano, Antonio Ledezma, del partido Alianza Bravo Pueblo, y la diputada opositora a la Asamblea Nacional, María Corina Machado.

La oposición llamó a pronunciarse contra la presencia de agentes cubanos en las Fuerzas Armadas venezolanas (FAN), así como en los servicios de inteligencia, los registros y notarías del país, el sistema de identificación, y hasta el sistema eléctrico nacional. Se calcula que en Venezuela hay alrededor de 40,000 cubanos prestando servicios.

Cuba es beneficiaria además de un acuerdo de cooperación por el cual Venezuela provee a la isla de 90.000 barriles diarios de petróleo a precios preferenciales y facilidades de financiamiento, los cuales son pagados mayoritariamente con los servicios prestados por miles de médicos y entrenadores antillanos.

El total de las ayudas económicas a Cuba se calculan en alrededor de $ 6.000 millones de dólares anuales.  Según la oposición, estas ayudas han permitido sostener económicamente el régimen comunista de La Habana y prolongar la permanencia de la dictadura de los hermanos Castro en la isla.

Oposición en la calle

En Caracas, la  marcha partió desde dos puntos: la Plaza El Indio, en el municipio Chacao, y la zona de El Cafetal, al sureste de la ciudad. Miles de personas con banderas, pancartas y bocinas, desfilaron pacíficamente por las calles de la capital venezolana hasta la zona de Chuao, en un recorrido de aproximadamente siete kilómetros que culminó en las adyacencias de la base aérea de La Carlota.

La instalación militar fue uno de los bastiones del golpe de Estado perpetrado por el fallecido Hugo Chávez el 4 de febrero de 1992. También fue el destino de múltiples marchas opositoras ocurridas en el convulsionado 2002, cuando miles de venezolanos se lanzaron a las calles a pedir la renuncia del entonces mandatario.

“Fuera Cuba de los asuntos de nuestro país”, “El pueblo está alzado”, “Venezuela no es el elefante del circo cubano” y “No les quedarán cárceles donde meternos”, fueron algunas de las consignas que se leían en las pancartas. Algunos manifestantes exhibían incluso mensajes en inglés que decían: “Don´t let this happen”.

A lo largo de la marcha, grupos policiales custodiaban las vías laterales para impedir el desvío de los manifestantes, que gritaban en respuesta consignas como: “Nos roban, nos matan y ustedes no hacen nada”. Algunos enarbolaban banderas venezolanas invertidas -con el rojo hacia arriba y el amarillo abajo- para simbolizar la situación de S.O.S. internacional del país.

“Y no, Y no, Y no nos da la gana, una dictadura igualita a la cubana”, era otro de los cánticos entonados por la multitud. En distintas zonas se escuchaba también: “Y cual, y cual, y cual revolución, si aquí lo que hay es hambre, miseria y corrupción”.

Mensaje de dignidad

Las dos movilizaciones contra la injerencia cubana se encontraron a la altura de La Carlota, a escasos 500 metros de la embajada de ese país en Caracas, donde se escenificaron protestas contra Fidel Castro en abril de 2002, y que terminaron con el destrozo de vehículos y daños a la fachada. En este oportunidad no hubo incidentes.

David Smolansky, alcalde de El Hatillo (zona al sureste de Caracas donde habitan sectores de clase media alta), fue el primero en dirigirse a los asistentes. Señaló que la protesta no pretende alimentar la xenofobia hacia los cubanos, sino denunciar la injerencia de agentes de ese país en los asuntos internos de Venezuela.

Smolansky, cuya familia emigró de Cuba tras el triunfo de la revolución, señaló que Venezuela fue a la vez refugio contra la opresión y tierra de libertad para muchos de sus coterráneos, por lo cual exigió la salida de los hermanos Castro del país y el cese de la injerencia antillana en los asuntos internos venezolanos.

Una de las más aplaudidas fue María Corina Machado, quien señaló que “esa Venezuela que algunos creían doblegada, desesperanzada y alicaída despertó y se lanzó a las calles”.

Tras ese primer paso dado por los estudiantes al inicio de las protestas -agregó la parlamentaria- muchas otras personas se han sumado a las manifestaciones y gracias a ese activismo, el régimen chavista “nunca ha estado tan débil como en este momento”.

Machado aseguró que las protestas han demostrado cómo los poderes públicos en Venezuela son cómplices de la política de represión y violación de los derechos humanos y cómo el Gobierno usa bandas paramilitares para reprimir al pueblo. La dirigente opositora le pidió a los militares de la Base Aérea, a fin de que se nieguen a reprimir al pueblo y exijan la expulsión de los cubanos de las FAN.

Por último, el alcalde Ledezma fustigó la entrega del país a los cubanos, y señaló que la “invasión”, perpetrada por los Castro sobre Venezuela, tiene su puerta de entrada en Miraflores.

“Este es el único gobierno del mundo que paga para que lo invadan”, afirmó Ledezma.

*Publicado en Diario las Américas

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