Misión en La Habana: Brasil profundiza sus negocios con la industria azucarera cubana

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Central 5 de Septiembre, en Cienfuegos.


Por José Alberto Gutiérrez
Twitter: @liboriodecuba
SÃO PAULO.- Una ronda de negociaciones entre la misión comercial brasileña del sector bioenergético y el conglomerado cubano de empresas del azúcar AZCUBA, heredero del extinto Ministerio del Azúcar, arranca este miércoles en La Habana. En los tres días de evento, 12 empresas del gigante suramericano buscarán demostrarle a su contraparte los beneficios que pueden brindarle a la corroída industria azucarera de la isla.
La acción forma parte del proyecto internacional Brazil Sugarcane Bionergy Solution y fue organizada por el clúster brasileño de industrias alcoholeras, Apla, y la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones, buscando promover en Cuba los productos, equipos y tecnologías del pujante sector sucroalcoholero brasileño.
Años de acercamiento
Después de algunos años de acercamiento a Cuba, la misión espera estrechar vínculos comerciales, conforme explica Flávio Castelar, director ejecutivo de la Apla, confiado en una apertura cubana al mercado internacional.
Durante el encuentro en el hotel Melia Habana, a los empresarios brasileños les será presentado un panorama de la cadena productiva del azúcar en Cuba y recibirán una explicación detallada del proyecto del central 5 de Septiembre, de la provincia de Cienfuegos. El ingenio cienfueguero es administrado desde el 2012 por la firma brasileña Odebrecht, en un acuerdo inédito desde la intervención estatal del sector azucarero en Cuba.
La misión empresarial visitará también institutos de investigaciones y centrales azucareros en La Habana.
Desde el 2013, el gobierno cubano muestra interés en los avances del etanol brasileño y en la búsqueda de vías para rescatar la industria nacional del azúcar en un país que fue uno de los mayores productores del mundo. La producción azucarera cubana llegaba a los 8 millones de toneladas en la década de 1970 y se redujo a escasas 1,5 millones de toneladas en las últimas zafras, tras la aplicación de la resolución 77, que desactivó 70 complejos agroindustriales entre 2003 y 2004 y redujo al 60% los campos de caña, según cifras oficiales.
Brasil suministra tecnología a Cuba hace algún tiempo. Sin embargo, para recuperar los niveles de producción anteriores, el país necesitaría promover una extensa modernización de su obsoleto parque industrial. Una restructuración en la que Brasil podría aportar mucho, como uno de los líderes mundiales en biocombustibles y amparado en la ”buena relación entre los gobiernos”, explica Castelar.
Central 5 de Septiembre
La Compañía de Obras en Infraestructura (COI), subsidiaria de Odebrecht, fue la primera empresa extranjera a firmar un convenio con el monopolio estatal cubano AZCUBA para la administración de un central azucarero. Desde las nacionalizaciones de 1960, este es el primer caso de una gestión foránea sobre un ingenio cubano. El convenio prevé el manejo del central durante 13 años y una inversión de $60 millones, según declararon fuentes de la empresa en 2012, a raíz de la firma del acuerdo.
En el 2014, el subdirector general del central, Odlanier Rico Martínez, declaró a la prensa cubana que los créditos brasileños para la reactivación del 5 de Septiembre, concedidos por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), llegaban a $120 millones. El BNDES es el mismo financiador de la Odebrecht en el negocio del Puerto del Mariel.
En el ámbito energético, según Odlanier Rico, alrededor de $25 millones serán destinados a la biogeneración de energía eléctrica en el central, que planea verter más de 160 megawatts al día al sistema electroenergético nacional, “casi tanto como una de las plantas de la termoeléctrica de Cienfuegos”, explica el ejecutivo cubano.
Además de ejecutar la ampliación y modernización de la terminal de contenedores de Mariel, al oeste de La Habana, recientemente se anunció que el emporio brasileño de la construcción se encargará de la ampliación de la terminal internacional del aeropuerto José Martí de La Habana.
Etanol brasileño
La flota brasileña de vehículos bicombustibles supera al parque automotriz movido exclusivamente a gasolina desde el 2013.
De acuerdo con el Sindicato Nacional de la Industria de Componentes para Vehículos Automotrices, 47% de los coches que ruedan en el país tienen motores aptos para funcionar tanto con alcohol como con gasolina, mientras que 41% puede usar solamente el combustible fósil.
La producción del derivado del azúcar recibió un incentivo más desde marzo de este año, cuando el gobierno estipuló aumentar de 25 a 27% la cantidad de etanol diluido en toda la gasolina vendida en el país.
La producción brasileña de etanol superó los 26 mil millones de litros en la zafra 2013/2014 y crece a un ritmo superior a la producción de azúcar, que se espera llegue a los 42 millones de toneladas en la contienda actual.

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