Dayron Robles en Londres: la hora final de un reinado

El cubano Dayron Robles cae lesionado en la final de 110 m con vallas en Londres

El cubano Dayron Robles cae lesionado en la final de 110 m con vallas en Londres

Por Eric Reynoso

Un maleficio persigue al velocista cubano Dayron Robles, que este miércoles no pudo siquiera terminar la carrera en la final olímpica de los 110 metros con vallas y quedó último en una competencia en la que se perfilaba como  gran triunfador.

Robles perdió la corona olímpica que conquistó en Beijing 2008 al sufrir una lesión en el muslo derecho que le impidió continuar avanzando más allá de la sexta valla.

Con 25 años y una cadena de lesiones que lo aquejaron en el último año, la derrota del León del Guaso abre una interrogante sobre su futuro en el deporte, teniendo en cuenta que el estelar vallista había dado muestras de descontento durante su preparación, con cierta incertidumbre sobre lo que vendría después de la competencia de Londres.

Robles parecía encaminado a revalidar su título y sacudirse de los tropiezos que el destino le había tendido desde que se convirtió en monarca olímpico cuatro años atrás.

Ruta despejada hacia el podio

Para despejar aún más su ruta hacia el podio olímpico, hasta su archirrival chino Liu Xiang, ganador en los Juegos de Atenas 2004, estaba fuera de la carrera tras desmoronarse en la ronda clasficatoria con una lesión en el tendón de Aquiles.

Todo parecía preparado para que Cuba festejara su cuarto oro en Londres. La arrancada fue soberbia. Pero el sueño se fue desvaneciendo a medida que avanzaba la carrera, demasiado amarga para el campeón guantanamero.

Hay sin dudas algo de desaliento que viene limitando el empuje atlético de Robles de un buen tiempo a esta parte. Pero esta tarde, leyendo la muy disciplinada prensa cubana, me he quedado sorprendido con loas cuestionamientos que aparecen en el comentario “Mi culpa y la de Robles”, del periodista Abdul Nasser Thabet, aparecido en el diario Juventud Rebelde.

El comentarista Nasser Thabet se lanza a afirmar cosas como esta: “Incluso dudé hoy, cuando se resintió «coincidentemente», al tiempo que le pasaban por el lado y sin pedir permiso varios «irrespetuosos». Su ritmo ya no es el mismo, sus deseos tampoco -ese se le ve en la mirada-, y me pregunto: ¿la lesión será realmente muscular, o tendrá raíces otras, causas para nada físicas?”

¿Un emplazamiento oficial al campeón desanimado que no entraba por el aro que las directivas del INDER pretenden imponer a sus atletas? ¿O simplemente una palmadita para hacerlo reaccionar con “afecto revolucionario”?

Fatídico desenlace con interrogante

El fatídico descenlace para Robles posibilitó el triunfo de los estadounidenses Aries Merritt, medallista dorado con marca de 12,92 segundos, y Jason Richardson, quien se agenció la plata con 13,04 segundos.

El jamaicano Hansle Parchment (13.12) se quedó con el bronce y el también cubano Orlando Ortega cruzó la meta en un muy digno sexto lugar.

Para Estados Unidos, la victoria de Merritt le devuelve el título de la especialidad que no alcanzaba desde los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, cuando Allen Johnson se coronó con registro de 12.95 segundos. Para Cuba, la agonía que Robles padeció antes de llegar a Londres pudiera determinar el final de su brillante carrera en las pistas.

El 2012 fue un año lleno de fatalidades para el cubano. En febrero, en el torneo de Birmingham, Robles no pudo sacudirse el embrujo chino y cayó derrotado por Liu Xiang, ganador de la primera gran disputa  de la temporada de cara a la Olimpiada.

Cuando Robles se alistaba para la revancha con Liu Xiang en el XIV Campeonato Mundial de Atletismo bajo techo, en  Estambul, una lesión de última hora impidió su carrera, tras chocar con una valla durante una sesión de entrenamiento en España.

“Estoy decepcionado por muchas cosas y quiero terminar la Olimpiada y matar [retirarme] ahí mismo ya”, dijo Robles con cierto aire pesimista durante una entrevista en Madrid, el pasado marzo.

No me gusta hacer pronósticos definitivos, pero me atrevería a afirmar que hoy hemos visto la última carrera de Robles, un titán perseguido por la mala suerte y una persistente maldición china. Y muchas otras cosas que desconocemos por el momento y que solo Robles podrá revelarnos con el paso de los días venideros. A no ser que alguien con una buena razón logre convencerlo de lo contrario.

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