Yamilé Aldama: Quise competir por Cuba, pero no me dejaron

La saltadora cubanobritanica Yamile Aldama en Londres.

La saltadora cubanobritanica Yamile Aldama en Londres.

Por Wilfredo Cancio Isla

Yamilé Aldama entrará este viernes al estadio olímpico de Londres con la convicción de una triunfadora que ha logrado imponerse a los enormes obstáculos y desafíos que la vida le ha tendido como atleta, madre de dos hijos e inmigrante en Gran Bretaña, su patria de adopción.

Al margen de la magnitud del salto y del lugar que ocupe entre la élite de triplistas que se dan cita en el certamen olímpico, Aldama ha hecho ya historia en el atletismo del siglo XXI. Con 39 años, la deportista cubanobritánica se convirtió el pasado marzo en la mujer de su edad que más lejos ha logrado llegar con un triple salto: 14.82 metros, una marca válida para coronarse campeona mundial en Estambul 2012 y ratificarse como integrante de la selección de Gran Bretaña. 

Fue una hazaña para todos los tiempos, pero Aldama sabe que para subirse al podio de los medallistas en Londres tiene que aspirar a más. El torneo de atletismo olímpico se realizará del 3 al 12 de agosto y el triple salto cumplirá su etapa clasificatoria en la jornada de apertura. Dos días después será la final de la especialidad y Aldama sueña con celebrar su cumpleaños 40, el 14 de agosto, con una medalla de cualquier color en su pecho.

Una carrera contra la adversidad

La atleta ha tenido que sortear una larga carrera de adversidades personales y trabas burocráticas de todo tipo. Incluso a fines de mayo, una lesión en el hombro la obligó a replantearse el entrenamiento y asistir con cautela al Gran Prix de Londres, un mes después, protegiéndose de un daño mayor. Así y todo quedó tercera con 14.37 metros, detrás de luminarias como la campeona mundial ucraniana Olga Saladukh y la colombiana Catherine Ibarguen.

No ha sido fácil llegar hasta aquí. En el esplendor de su carrera en Cuba, titular panamericana y cuarto lugar en la Olimpiada de Sidney, Australia en el 2000, tomó la decisión de contraer matrimonio con Andrew Dodds, un productor de televisión escocés con quien poco después emigró de la isla, a regañadientes de las autoridades deportivas de la isla.

El actor Will Smith y Yamile Aldama en Londres, el pasado junio.

El actor Will Smith y Yamile Aldama en Londres, el pasado junio.

Solicitó todos los permisos al gobierno cubano para seguir compitiendo por su país de origen, pero tuvo el silencio por respuesta. Entonces aspiró a la nacionalidad del esposo y se aprestaba a representar a Gran Bretaña en el torneo olímpico del 2004, pero el destino le tendió la primera trampa.

Dodds fue arrestado por tráfico de drogas y condenado a 15 años de cárcel. Imposibilitada de obtener la ciudadanía británica, adquirió la nacionalidad de Sudán y alcanzó un decoroso quinto lugar para ese país africano en Grecia 2004.

No fue hasta febrero del 2010 que obtuvo la ciudadanía británica y pudo sumarse al equipo de su país de residencia. Con los británicos alcanzó la quinta plaza en el Mundial de Daegu, Corea del Sur, el pasado año, erigida en la atleta más veterana de campo y pista que haya representado jamás al Reino Unido en una competencia internacional.

Su inclusión entre los 71 miembros de la escuadra atlética para los Juegos Olímpicos no ha estado exenta de controversia, luego que un columnista londinense criticara al equipo de Gran Bretaña de estar integrado por “británicos ilegítimos” con el fin de obtener medallas a toda costa. Pero a estas alturas, Aldama no parece inmutarse por nada, o casi nada, con buena dosis de flema británica adquirida.

“Eso no tiene ninguna trascendencia, no me roba ni un minuto de tranquilidad y para mí queda a la altura del betún”, broméo la campeona.

Saltando con Will Smith

Conversamos telefónicamente semanas atrás y luego mantuvimos contacto regular por Facebook hasta que ella decidió desconectarse de la internet para concentrarse en los preparativos de su participación olímpica. Antes tuvo tiempo para compartir un video sobre su encuentro con el actor Will Smith y los esfuerzos del protagonista de Men in Black III para seguir sus enseñanzas en el triple salto. En una ocasión la charla se postergó hasta el día siguiente, porque Aldama estaba en plena faena de ama de casa ante una lavadora, tarde en la noche, cumpliendo tareas domésticas tras una agotadora jornada de entrenamiento.

En esta entrevista con CaféFuerte, la excepcional saltadora habla de sus aspiraciones inmediatas y de futuro, su historia de amor y su indeclinable pasión por Cuba, adonde retornó el pasado mayo para visitar a su familia, entrenar en la playa de Tarará y llegarse hasta el sitio habanero donde sus recuerdos cobran siempre una especial inspiración: el Malecón.

Yamilé Aldama durante un entrenamiento en la playa de Tarará, en La Habana, el pasado abril.

Yamilé Aldama durante un entrenamiento en la playa de Tarará, en La Habana, el pasado abril.

¿Cómo te fue la visita a Cuba? ¿Cómo recibió la familia Aldama a la campeona mundial?

Magnífico. Todo el mundo estaba bien y contento, la familia, los amigos, la gente del barrio… Tú sabes cómo es la cosa en Cuba, la gente se conecta rápido y por cualquier razón se unen para bailar y tomar ron. Mi madre es del Cerro, donde yo nací y me crié, pero casi siempre cuando voy a La Habana me quedo en el Casino Deportivo, en la casa de mi hermana María Eugenia, que vive conmigo en Londres. Me gusta hacerle compañía a mis sobrinas y contarles de su madre. En Cuba está casi toda mi familia, mi mamá, mi papá, mis hermanos, mis sobrinos, todo el mundo. Así no se puede pasar mal allí.

Tú acababas de ganar el campeonato mundial en Estambul, Turquía. ¿Hubo algún interés de las autoridades deportivas cubanas o de antiguas colegas de saludarte o felicitarte por el triunfo?

Nada, nada de eso. Está complicado para que me rindan ahí un homenaje oficial. En cuanto a las saltadoras cubanas de triple salto que fueron mis colegas en el equipo Cuba y ahora nos enfrentamos en los torneos internacionales, yo me llevo bien con Mabel Gay [medalla de bronce en Estambul 2012 y subcampeona mundial en el 2009] y  con Yargeris [Savigne, campeona mundial en el 2009], nos vemos en el circuito, pero ella es a su manera.

¿Cómo son las relaciones con ellas dos? ¿Hay rivalidad?

Rivalidad en la pista hay con todo el mundo, pero yo soy una persona tranquila, voy a lo mío, si te dejas querer, yo te quiero; si no… qué quieres que te diga.

Renuencias del INDER

¿Cómo fue tu ruptura con la Federación Cubana de Atletismo (FCA) en el 2001? ¿Cómo son tus relaciones allí una década después de la tormenta por tu partida?

Digamos que todo normal, yo no tengo contactos oficiales pero voy y entreno en la playa de Tarará, digan lo que digan y gústele a quien le guste. Ellos [las autoridades de la FCA] no se meten conmigo, porque yo no he tenido ningún problema, el problema lo presentaron ellos. No me dejaron competir cuando me casé y me fui, porque tienen una ley estricta para todo el mundo. Mi esposo y yo nos casamos en Cuba, yo pedí permiso al Ministro [presidente del Instituto de Deportes, INDER] y a Alberto Juantorena, presidente de la FCA; lo hice todo por la vía normal, Lo que pasa es que a ellos les duele… les duele todavía que me fuera y la medalla de oro en el Mundial, eso sí sé que dolió. Pero insisto en que yo hice las cosas bien.

¿Consideraste seguir compitiendo por Cuba a pesar de irte a Londres?

Sí, definitivamente. Mandamos cartas a las 500 mil vírgenes para que me dejaran competir por Cuba, incluso ofreciéndoles el 50 por ciento de las ganancias por los premios que obtuviera en torneos europeos e internacionales. Era demasiado que uno viviendo en otro país le tenga que dar la mitad a ellos, pero bueno yo estaba decidida a hacer el sacrificio para seguir compitiendo por Cuba. Aún así me dijeron que no, que me olvidara de eso y entonces ya después tuve que buscar mi camino. Ellos están dolidos, pero lo que más les molesta es que ya no pueden ponerme ninguna objeción. No tengo problemas con nadie y mucho menos cargos de conciencia, porque quise hacer las cosas bien, lo que no me dejaron.

Yamile Aldama durante una competencia este verano.

Yamile Aldama durante una competencia este verano.

Explícame cómo es que una cubana del Cerro puede acostumbrarse al clima y las brumas de Londres. ¿Por amor? ¿Por deseos de vivir de otra manera?

Fue una decisión de amor, eso está super claro. El clima en Inglaterra es un poco pesado, más para los cubanos, que estamos acostumbrados al verano casi el año entero, imagínate tú. Pero yo pienso que uno puede adaptarse a cualquier lugary vivir dondequiera. Ya yo tengo muchas amistades, tengo a mis dos hijos que nacieron aquí, viajo mucho… Y también sigo yendo a Cuba, así que estoy en contacto con mi familia, con mis amigos… En realidad, no ha sido tan difícil como para otras personas.

Hubo un momento muy dramático cen tu vida, cuando tu esposo estuvo preso y te quedaste sola, recién llegada a un país extraño, sin nacionalidad británica y teniendo que ser madre y padre a un tiempo. ¿Pensaste alguna vez tirar la toalla y regresar con tu hijo a Cuba?

No, no, jamás. Eso por mi mente no pasa, una cubana de verdad, de pura cepa, una cerrana [del barrio del Cerro] como yo, olvídate… A lo mejor en otra  cabeza cabe, pero en la mía no. De la manera en que mi mamá y mi papá nos criaron a nosotros es echando palante, palante y palante. Mi papá era rastrero y casi nunca estaba en la casa, y mi mamá, con nosotros que éramos siete hermanos, nos apechugó ahí, con la ayuda de mi abuela, de mi tía, sin dejar de trabajar en la calle. Y eso fue lo que yo aprendí, yo tengo que echar palante, para atrás ni pa’coger impulso. Yo no iba a virar para Cuba de ninguna manera. 

¿Cuántos años duró en definitiva tu soledad en Londres?

Fueron siete años y medio [de prisión de mi esposo], un tiempo demasiado largo. Yo no lo iba a dejar tirado en el momento que más nos necesitaba a nosotros, porque cuando nos conocimos él ayudó a mi familia, y nunca yo le pregunté de dónde salía el dinero. Cuando le tocó a él joderse, pues ahí había que apechugar. Estuve a su lado y hoy nuestra relación es más sólida.

Amor y entrega total

¿Cómo has logrado mantener el nivel competitivo con toda la carga de problemas personales, ser madre y luchar además con todas las restricciones burocráticas que enfrentaste para poder seguir asistiendo a los torneos internacionales?

Es difícil explicar en palabras. Son cosas que siento. Me gusta hacer bien las cosas, soy apasionada, y entonces, si he decidido que no quiero retirarme todavía, estando atléticamente activa, me gusta entregarme cien por ciento a lo que me gusta. Pienso que ese amor a la profesión me ha mantenido motivada y con fuerzas, con deseos de seguir.

Cuéntame de tus hijos. ¿Cómo sobrellevas la atención materna en época de entrenamiento y competencias?

Amil, el mayor, tiene 10 años. Cuando estuve sola, me lo llevaba, siendo muy chiquito, para todos los lugares. Ahora con Diego, que tiene 20 meses, nos fuimos tres semanas a España, antes del Mundial de Daegu [2011]. Cada vez que tengo oportunidad me los llevo conmigo y los incorporo a mis actividades. Estuvimos invitados a la premiere de Men in Black III y fuimos a conocer a Will Smith.

Descríbeme la rutina un día normal en tu vida…

Me levanto siempre temprano, entre las 6:30 y 7 de la mañana, y preparo al niño para la escuela. Nosotros vivimos con mi hermana María Eugenia, que tiene 47 años y se ha adaptado de lo mejor a Londres, y es tremenda ayuda, porque no es lo mismo estar solo. Nos ayudamos mucho y cada uno tiene un rol en esta casa. Como casi siempre soy yo quien lleva a Amil a la escuela, a veces mi esposo me dice que descanse y él lo lleva. Después de eso, me voy a entrenar y viro a la casa alrededor de las tres de la tarde para recoger al recoger al niño en la escuela. El juega tenis y tengo que llevarlo para las prácticas en la cancha; de ahí lo dejo y me voy yo a entrenar por las noches, algo que hago en muchas ocasiones. Lo recojo a la vuelta del entrenamiento y directo para la casa. Te estoy hablando de un día flojo, porque a veces hay otros más complicados.

Yamilé Aldama (al centro) exhibe su medalla de oro durante la premiación en el Campeonato Mundial de Estambul, Turquía, el pasado marzo.

Yamilé Aldama (al centro) exhibe su medalla de oro durante la premiación en el Campeonato Mundial de Estambul, Turquía, el pasado marzo.

¿Cuáles son tus hobbies ajenos al atletismo?

Jugar tenis y escuchar música. La música me encanta. Ahora mismo estoy enganchada con el último disco de Isaac Delgado, que me ha gustado siempre. El disco lo pongo en el carro a todo meter, a todas horas. Lo traje de Cuba en mi último viaje.

¿Cómo te has preparado para la Olimpiada? ¿Cuál ha sido el plan para llegar en plena forma a la competencia del 3 y 5 de agosto?

No he dejado de entrenar y competir desde el campeonato mundial en marzo. Practiqué en Cuba, luego vine a Portugal en mayo, porque en Inglaterra no es que hiciera un frío que mata, pero las temperaturas estaban en diecipico, no muy altas todavía. He estado en algunas competencias en Europa, pero me estoy cuidando en en sentido general. No tiene sentido sobrecargarme de competencias antes de la Olimpiada. Llevo casi 30 años en el atletismo, no me hace falta probar nada, he estado en todos los torneos a lo largo de mi carrera, panamericanos, centroamericanos, campeonatos árabes, juegos africanos, iberoamericanos, campeonatos mundiales, bajo techo y al aire libre, y la única medalla que me falta es la olímpica. Todo lo demás está de más, como dice la canción. Entonces estoy centrada en eso. No estoy obsesionada, pero quiero llegar a agosto en la mejor forma posible y además con frescura en el cuerpo. El objetivo no es llegar matada después de meterme 20 competencias en el año. Nada de eso.

Entonces, ¿ estás segura de estar entre las medallistas?

Con los 14.82 metros que salté en el Mundial de Estambul no tengo oportunidad de ganar en la Olimpiada. Eso tengo que mejorarlo con creces; si no, recoge tu maleta y vete. Así de claro.

Sin olvidar a Cuba

¿Cómo ves tu futuro después de las Olimpiadas 2012? ¿Piensas en el retiro?

No, no hay nada decidido aún. Seguiré en el atletismo mientras pueda mantener un nivel competitivo. De momento el futuro lo veo con mi con mi familia y mi esposo. Estoy feliz, vivo cómodamente y Londres -con todo y que el clima es una basura- es una ciudad bella, con cosas maravillosas.

Pensemos por un minuto en un futuro diferente en tu relación con Cuba. Digamos que te gustaría impulsar el atletismo y respaldar a los jóvenes que se inician en el deporte allí…

Claro que sí. Cuba es una de las primeras cosas que siempre me viene a la mente. El día que yo realmente tenga la posibilidad de poder hacer algo grande y poder ayudar, empezaría por Cuba. Es mi gente y hay muchas necesidades. Hay muchas escuelas que necesitan allí de ayuda, por ejemplo. Miles de cosas se podrían hacer para ayudar a la gente y al deporte en Cuba. Y no me olvido tampoco de Sudán, que en su momento me ayudaron muchísimo para poder seguir compitiendo en el 2004.

Si te pidiera escoger algo para identificar a Cuba, ¿por qué te decidirías?

Por el Malecón. Me encanta el Malecón, me trae muchos recuerdos, los buenos y también los malos. Cuando uno está contento en Cuba termina siempre en el Malecón, con una guitarra y una botella de ron. Cuando estás triste, también vas para allí, a descargar tus penas en el muro, mirando al mar.

Actualización: Este viernes, Yamilé Aldama clasificó para la discusión del oro en el triple salto olímpico con un registro de 14.45 metros, el tercero mejor entre las 12 clasificadas. La diferencia entre las tres finalistas que encabezaron la competencia fue muy corta: la kazaja Olga Rypakova logró 14.79 metros y la jamaicana Kimberly Williams, 14.53.

Yamilé Aldama, quinta en final olímpica de triple salto

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