Rigondeaux, su hora más crucial

El boxeador cubano Guillermo Rigondeaux.

El boxeador cubano Guillermo Rigondeaux.

Por Damián L. Delgado-Averhoff

Para Guillermo Rigondeaux tendrá diversos significados la pelea por el título mundial supergallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) contra el norteamericano de ascendencia puertorriqueña Rico “Suavecito” Ramos.

 Este viernes 20 será un momento trascendental en la carrera del santiaguero, quien abandonó las filas del amateurismo durante los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007 para buscar nuevos retos y fortuna en el mundo del pugilismo rentado, pues parecía hastiado de tanto ganar, una y otra vez, las coronas de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA), entre ellas las olímpicas de Sydney 2000 y Atenas 2004.

En el Palms Casino Resort de Las Vegas, Nevada, se augura una extenuante confrontación entre el exquisito estilo del Rigo, desarrollado fundamentalmente durante su carrera como amateur, y la experiencia profesional y contundencia de Rico, monarca exponente y quien permanece imbatible en 20 salidas al cuadrilátero, incluidos 11 nocauts.

Las opiniones sobre el resultado están divididas, pero en algo coinciden: será el combate que lo lance a la fama o al ostracismo. No habrá términos medios. De ganar serán comunes guiños y puertas abiertas.

De perder deberá vivir del pasado. Simplemente apelar a ese pedigrí amateur que le despejó el camino, tras apenas seis presentaciones como profesional, hacia el pleito por la faja universal interina frente al panameño Ricardo Córdova. Hecho casi inédito, únicamente comparable a lo ocurrido al estadounidense Pete Rademacher, quien después de ser campeón olímpico en Melbourne 1956, debutó como profesional discutiéndole el título a Floyd Patterson.

Oportunidad de redención

Pero la misma confrontación que le proporcionó el cinturón mundial interino de las 122 de la AMB trasmutó de alegría a pesadilla. Su falta de agresividad y exceso de filigranas generó cuestionamientos y reservas en torno a su calidad.

Entonces su promotor Luis de Cubas estuvo en total descuerdo y manifestó, después de aquel encuentro, que: “¿Cómo ha cambiado el boxeo? Hace 10 años todos habrían hablado maravillas del estilo de Guillermo, pero en estos tiempos eso ya no basta. La gente quiere golpes de principio a fin. Creo que no se ha valorado el triunfo de Guillermo en su justa medida”.

Más allá de la polémica, el Rigo, como le decían en Cuba, tendrá la oportunidad de redimirse. Su contrincante es poderoso, pero no invencible. De hecho, tampoco convenció en el combate por el título contra el japonés Akifumi Shimoda (24-3-1, 10 KOs), que lo superaba con holgura hasta que en el séptimo round un gancho de izquierda le salvó del fracaso.

“Las ganas de vencer y el enfoque siguen siendo los mismos: este viernes 20 regreso de allá con el título de campeón. (…) A Ramos le va a durar poco la faja. Así que la mire bien de aquí al momento de la pelea’’, dijo a periodistas locales el destacado atleta, que tiene balance profesional de 8-0, con seis decisiones por la vía rápida.

“A decir verdad, no he visto casi nada de las peleas de Ramos. No miro tanto al contrario, sino que encima del ring me voy adecuando a lo que trae. Nada de lo que pueda presentar me va a sorprender’’, reveló el cubano que nació el 30 de septiembre de 1980 y lo comparan, por su depurado estilo, con Ray Sugar Robinson, Kid Chocolate y Sugar Ray Leonard.

Evitando sobresaltos

Puede ser que haber peleado un solo round en el 2011 (frente al irlandés Willie Casey), constituya un inconveniente y para evitar cualquier sobresalto confesó que sumó más de 100 asaltos de sparrings en el gimnasio Lucky Strike en Hollywood, Fort Lauderdale.

El técnico cubano Ismael Salas ha velado por su puesta a punto y supervisó la conversión de sus últimos rasgos del pugilismo amateur hacia el profesional. “Yo no diría eliminado todo el equipaje amateur, porque Rigo tiene unas condiciones excepcionales, sino que lo he combinado con lo mejor que puede ofrecer el boxeo profesional’’, explicó a El Nuevo Herald.

“Ahora se mueve mejor, utiliza las piernas de manera más inteligente, entra y sale al intercambio con mayor rapidez y contundencia. Todo esto se verá el viernes en la noche. Ramos es un buen boxeador y le doy mérito, porque nunca perdió la concentración ante Shimoda, pero Rigo está en otra liga’’, concluyó.

Sobre su futuro y previendo que concluirá exitosamente la prueba inminente, Rigondeaux dijo: “no es un secreto que quiero a Nonito Donaire o al que sea, pero no es tan fácil como parece (…) Quiero ver quién tiene el valor de pelear conmigo, porque todos los 122 libras se me esconden. A mí, el que me busca, me encuentra.”

Gústele o no, el Chacal tendrá que ser categórico ante Ramos para acallar rumores y así obligar a que los púgiles de la división de los súpergallos estén irremediablemente destinados a encontrarlo. Veamos cuál será el final de esta historia. Yo apuesto por el ‘Chacal’, como le bautizaran acá en Estados Unidos.

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