2024: El futuro toca a las puertas

Los cubanos, en Cuba o en la diáspora, aguardamos desde hace mucho tiempo por ese escenario de cambio que nos devuelva un país de concordia, reconciliación y bienestar que hoy está muy lejos de serlo.

2024: El futuro toca a las puertas

En unas horas entraremos en un nuevo año, que siempre nos adentra en la esperanza de una mejoría, un comienzo renovado, el amanecer que implica la ilusión de un principio, para decirlo con palabras de Borges.

Los cubanos, en Cuba o en la diáspora, aguardamos desde hace mucho tiempo por ese escenario de cambio que nos devuelva un país de concordia, reconciliación y bienestar que hoy está muy lejos de serlo. Un país donde se materialicen nuestros sueños patrióticos de convivencia democrática y se abran las posibilidades para labrarnos una vida digna en la tierra que amamos.

Los primeros cubanos que salieron al exilio tras los despiadados embates del accidente revolucionario de 1959 repetían el mismo brindis de despedida de cada 31 de diciembre con la frase “El próximo año en Cuba”, que el escritor Gustavo Pérez Firmat convirtió en un libro espléndido. Hoy esa sentencia resuena como un eco a destiempo, desvirtuado por una espera excesivamente larga y devastadora.

En este futuro anticipado de 2024 que ya nos toca a las puertas, CaféFuerte quiere desearles a todos sus lectores y seguidores una magnífica celebración de Nochevieja y un Nuevo Año repleto de buenas noticias y expectativas cumplidas, estemos donde estemos, pensemos como pensemos.

El año que despedimos fue particularmente crudo para Cuba, entre carencias agravadas, afectaciones naturales, inoperancia gubernamental y estampida de nuestros compatriotas, en el mayor éxodo de toda su historia, sobre todo de población joven. Una crisis de proporciones magnas.

Pero las lamentaciones no sirven para transformar una realidad tan compleja y enquistada si no pensamos como cada cual puede convertirse en un factor actuante de ese viraje, que amerita tanta sabiduría como generosidad y determinación cívica. No olvidemos que cambiar es un ejercicio que comienza por casa -por el andamiaje que es uno mismo- antes de poder influir en nuestro entorno, en la sociedad, en el porvenir.

¡Feliz y esperanzador 2024!

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