Cineastas cubanos acusan al gobierno de censurar película en Festival de Cine de La Habana

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Leoanrdo Padura y el realizador Laurent Cantet (der.) durante los rodajes de Regreso a Itaca en una azotea habanera. Foto: CaféFuerte

Por Redacción CaféFuerte

Un grupo de prominentes cineastas cubanos acusaron a las autoridades gubernamentales de censurar la película Regreso a Itaca, del realizador francés Laurent Cantet, durante la celebración del XXXVI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.

“Un acto de censura tuvo lugar durante el 36 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano: por imposición de las máximas autoridades del Ministerio de Cultura y el ICAIC [Instituto de Cine], la dirección del Festival fue obligada a retirar la película Regreso a Ítaca, del director francés Laurent Cantet, denunció una carta hecha pública este fin de semana por un grupo de 12 realizadores cubanos.

Entre los firmantes se encuentran los directores Fernando Pérez, Manuel Pérez, Ernesto Daranas y Enrique Alvarez, la documentalista Rebeca Chávez y los escritores y guionistas Senel Paz y Arturo Arango, todos pertenecientes al llamado G-20.

Censores y funcionarios en la picota

La misiva rechazó la acción de censura contra el filme por considerarla “ajeno por completo al espíritu cultural de la nación cubana” y responsabilizó a los censores y funcionarios que ejecutaron las órdenes por  las consecuencias que pudieran derivarse de este hecho.

La película fue registrada en el catálogo oficial del Festival y estaba programada para exhibirse en función única, el 12 de diciembre en el cine Charles Chaplin, pero fue abruptamente retirada de la cartelera.

El festival concluyó el pasado 14 de diciembre, pero la carta fue fechada el pasado 17 de diciembre. Los cineastas dicen que decidieron no realizar nunguna acción pública hasta ahora para no interferir en el desarrollo del evento y luego postergaron la publicación de la carta a causa de los recientes “acontecimientos que han conmocionado al país”, como el retorno de los tres espías de la Red Avispa y el anuncio del  restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos,

El documento comenzó a circular desde el sábado por la internet, acompañada de una carta de Cantet, solidarizándose con la lucha de los cineastas en defensa de la libertad de creación y expresión en la isla.

Para no interferir… silencio

Cantet, una laureada figura del cine contemporáneo, filmó Regreso a Itaca en 20 días en una azotea de La Habana, durante diciembre del 2013.

“Quisiera ante todo decirles cuanto me ha emocionado vuestro empeño y asegurarles que si por mi parte he decidido guardar silencio ha sido para no interferir en vuestra lucha. Leonardo me aconsejo que no interviniera y yo he respetado su criterio”, explicó el realizador francés. “Esta película que hice con una ternura extrema me parece que esta más cerca de un mensaje de amor para el pueblo cubano que de una tesis contrarrevolucionaria con la que la han querido empañar”.

En su protesta pública, los cineastas también critican la pasividad de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) ante la prohibición de la película.

Lamentable inercia

“La UNEAC, organización que agrupa a la mayoría de los escritores y artistas cubanos, ha debido jugar un papel diferente y activo. Los cineastas lamentamos que su dirección no haya intervenido ni aportado criterio alguno en este grave, innecesario y extemporáneo acto de censura, del que fue informada por nosotros y por los artistas cubanos que participaron en la película”, indicó la misiva.

Basada en un episodio de La novela de mi vida (2001), de Padura, Regreso a Itaca aborda el tema del exilio forzoso, la desilusión política de una generación y el regreso definitivo de un cubano a su patria tras 16 años de ausencia. En el elenco figuran actores de primera línea como Jorge Perugorría, Isabel Santos,  Néstor Jiménez y Fernando Hechevarría.

Antes de programarse en La Habana, el filme obtuvo el premio especial de la sección informativa del 71 Festival de Venecia, en septiembre, y el Premio Abrazo a la mejor película en el XXIII Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz, en octubre. Su estreno comercial se produjo en Francia el 3 de diciembre.

A continuación reproducimos íntergramente los textos de las cartas del grupo g-20 y Laurent Cantet:

DECLARACION DEL G-20

“No ha de temerse la sinceridad”

“…aplazar no es resolver. Si existe un mal,
con permitir que se acumule no se remedia”.
José Martí

Un acto de censura tuvo lugar durante el 36 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano: por imposición de las máximas autoridades del Ministerio de Cultura y el ICAIC, la dirección del Festival fue obligada a retirar la película Regreso a Ítaca, del director francés Laurent Cantet, programada para exhibirse en función única, fuera de concurso, el 12 de diciembre en el cine Charles Chaplin.

Los cineastas que abajo firmamos, pertenecientes al g-20 –comité que representa a los cineastas, elegido por estos en asamblea pública y abierta–, rechazamos ese acto de censura, ajeno por completo al espíritu cultural de la nación cubana. Decidimos no realizar acción pública alguna al respecto durante los días del Festival para no interferir con su exitoso desarrollo. Luego, acontecimientos que han conmocionado al país –el regreso de los tres héroes injustamente encarcelados que faltaban por recuperar su libertad, y cuyo arribo a la patria nos ha llenado de felicidad a todos, y la noticia del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, hecho que abre una etapa en el país particularmente compleja en el campo del arte y las ideas–, nos hicieron postergar esta Declaración que redactamos el pasado 17 de diciembre y que ahora hacemos pública sin más demora.

Desde que a principios de noviembre se decidió cancelar la exhibición de Regreso a Ítaca, ya anunciada en el catálogo del evento, hicimos lo que estuvo en nuestras manos para evitar lo que consideramos un disparate cultural y político. Consideramos que semejante decisión pone en evidencia las debilidades de métodos del sistema de la cultura para actuar desde el diálogo tanto con los cineastas como con la dirección del país. Regreso a Ítaca se rodó en Cuba como un servicio del ICAIC, lo que hace aún más grave la censura ejercida en su contra y pone en tela de juicio la responsabilidad y profesionalidad de los dirigentes del Instituto y del Ministerio de Cultura. El ejercicio de la censura dentro de la Revolución jamás ha dejado saldos positivos. En este como en todos los casos del pasado, los responsables de las consecuencias que se deriven de este hecho son los censores y los funcionarios que ejecutan las órdenes sin atreverse a dar alertas ni a argumentar en contra de acciones probadamente erróneas.

Apoyamos a la dirección del Festival por su acertada, inteligente y revolucionaria política de programación, inspirada en las enseñanzas de un hombre como Alfredo
Guevara, quien aprendió y se enriqueció de las experiencias, aciertos y errores de su larga y ejemplar trayectoria. Esa política respeta el derecho del público a ver cualquier obra y a juzgar por sí mismo, sin filtros paternalistas que interpreten y decidan en su lugar, y más en el caso de una obra como las que nos ocupa, que nos atañe a los cubanos por su temática y que está realizada con respeto y sinceridad, y porque en ella participan importantes y queridos artistas cubanos. Nuestro público tiene derecho a ver esa película y a decidir por sí mismo su opinión respecto a ella.

La UNEAC, organización que agrupa a la mayoría de los escritores y artistas cubanos, ha debido jugar un papel diferente y activo. Los cineastas lamentamos que su dirección no haya intervenido ni aportado criterio alguno en este grave, innecesario y extemporáneo acto de censura, del que fue informada por nosotros y por los artistas cubanos que participaron en la película. Falta, en la UNEAC y en otras instancias, compromiso ante los problemas reales de la cultura, las preocupaciones que angustian a los creadores como parte del pueblo al que se deben, e implicación en zonas de conflictos que están afectando, mediante equívocos y la ausencia de diálogo verdadero, las relaciones entre los artistas y la dirección del país.

Desde su constitución, las Asambleas de Cineastas y el g-20 hemos actuado con total transparencia y hemos manifestado nuestra voluntad de dialogar con todas las autoridades del ICAIC, del Ministerio de Cultura y del Gobierno y el Estado cubanos. En muy contadas ocasiones hemos encontrado interlocutores desprejuiciados que, en vez de responder de modo mecánico a directivas, asuman responsablemente sus decisiones sobre la base de juicios culturales y realmente políticos.

Los cineastas nos reafirmamos en nuestro derecho a pronunciarnos sobre cualquier problema y en específico a intervenir en aquellos que se relacionan con nuestro trabajo y nuestra vida como creadores. No tenemos duda de que se trata de un derecho y un deber elemental y revolucionario.

Rechazamos las formas sutiles de censura sobre aquellos que expresan sus opiniones abiertamente, la satanización de las expresiones “Ley de cine” y “realizadores independientes”, y la construcción de una imagen negativa sobre un grupo al que se intenta ubicar en terrenos de oposición y confrontación porque hace propuestas necesarias y útiles que aún no están en las agendas oficiales.

Aspiramos a recobrar cuanto antes los tiempos en los que podíamos dialogar con las autoridades culturales, las del Gobierno y el Partido, sobre cualquier tema, proyecciones futuras o diferencias. Recordamos como ejemplar el caso de la película Guantanamera, cuando Fidel se confrontó directamente con los artistas, cara a cara, escuchando nuestros pareceres y expresando los suyos, mirándonos a los ojos.

Se avecinan tiempos complejos, en los que viviremos experiencias y contradicciones que serán tratados inevitablemente por el arte y la literatura cubanos. La inédita situación que se abre para el país a partir de hoy, 17 de diciembre, hace todavía más insostenible la censura ejercida contra esta obra.

Seguimos abiertos al diálogo y a la colaboración.

Volvemos a Martí: “No ha de temerse la sinceridad; solo es tremendo lo oculto”.

Arturo Arango / Enrique Álvarez / Claudia Calviño / Rebeca Chávez / Ernesto Daranas / Luis Ernesto Doñas / Lourdes de los Santos / Magda González Grau / Senel Paz / Manuel Pérez Paredes / Fernando Pérez Valdés / Pedro Luis Rodríguez

La Habana, 17 de diciembre de 2014

CARTA DE RESPUESTA DE LAURENT CANTET A LOS CINEASTAS  CUBANOS

Estimados colegas:

He estado al tanto por Leonardo Padura, los actores de Regreso a Ítaca y por Elisa y François que acaban de llegar a París, de todos los acontecimientos de estas últimas semanas y de todo lo que ustedes han hecho para que nuestra película pudiera ser reprogramada durante el Festival de La Habana.

Quisiera ante todo decirles cuanto me ha emocionado vuestro empeño y asegurarles que si por mi parte he decidido guardar silencio ha sido para no interferir en vuestra lucha. Leonardo me aconsejo que no interviniera y yo he respetado su criterio.

Quisiera que supieran cuán triste me dejó la noticia de que la película había sido retirada del programa del Festival. Esta película que hice con una ternura extrema me parece que esta más cerca de un mensaje de amor para el pueblo cubano que de una tesis contrarrevolucionaria con la que la han querido empañar.

Yo sé que ustedes no la han interpretado así y eso me reconforta profundamente.

Para mí esta película no tiene verdadero sentido si el público cubano no puede compartirla con el resto de los espectadores del mundo. Me parece que hoy, más que nunca, es indispensable, para poder avanzar, poder hacer un trabajo de memoria revisitando y reflexionando sobre su propia historia. Atreverse a mirar hacia atrás para reflexionar sobre los errores pero también y sobre todo para poder preservar lo bueno que se ha logrado es algo que considero fundamental y tengo la pretensión de creer que Regreso a Ítaca puede participar de ese trabajo.

Hoy con esta carta quisiera romper ese silencio que lejos de ser una muestra de indiferencia ha tenido como único objetivo no interferir y ayudar.

Quiero agradecerles y asegurarles mi absoluta adhesión a lo que están haciendo. Yo comprendo que además de la película ustedes están defendiendo la libertad de creación y de expresión y soy absolutamente solidario con esa lucha.

No dejen de hacerme saber cualquier gestión que ustedes consideren que pueda hacer yo de mi lado en esa defensa. Yo estaré siempre a vuestro lado como ustedes lo han hecho por la película.

Con todo mi agradecimiento y amistad,

Laurent

(18 de diciembre de 2014)

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