Fallece Ninón Sevilla, diva del cine y la sensualidad

Por Redacción CaféFuerte
La actriz, bailarina y vedette cubana Ninón Sevilla, uno de los mitos eróticos del cine latinoamericano del siglo XX, falleció este jueves en la Ciudad de México, a causa de un paro cardíaco.
La artista permanecía hospitalizada en la capital mexicana desde el pasado viernes debido a una neumonía. Horas antes de su deceso, la familia emitió un comunicado para agradecer a los seguidores preocupados por su salud e informar que su estado era estable.
“A las 3.45 PM ha muerto Ninón Sevilla con pasaporte cubano”, dijo el productor Federico Wilkins, cercano a la artista.
Aunque en la mayoría de los reportes emitidos tras su deceso se afirma que tenía 85 años, algunas fuentes sitúan su nacimiento el 10 de noviembre de 1921, atribuyéndole 93 años.
Reina de la sensualidad
Se va la Reina de las Rumberas de la época de oro en el cine mexicano y desaparece también un modo de hacer sobre los escenarios que quedó atrás en la mágica era de mambo y sensualidad que ella contribuyó a edificar en los años 50. Ninón Sevilla fue sin dudas una gran embajadora de los ritmos y la idiosincrasia cubanos alrededor del mundo.
Nacida e inscrita en La Habana como Emelia Pérez Castellanos, fue criada por una tía y por su abuela en el barrio de Centro Habana, y enviada a un colegio de monjas. La muchacha sintió inicialmente vocación religiosa y pensó en convertirse en misionera, con el respaldo de la abuela, pero sus habilidades demostradas para la danza y el espectáctaculo pudieron mucho más que su devoción católica.
La joven adoptó su nombre artístico en homenaje a la legendaria cortesana francesa Ninon de Lenclos y comenzó a bailar en centros nocturnos y cabarets de Cuba, despertando verdadero furor por su escultural figura, sus rasgos felinos y sus excéntricos movimientos coreofráficos sobre los escenarios.
Del cabaret y los centros nocturnos saltó al Teatro Martí de La Habana, donde integró el coro de los comediantes cubanos que acompañaban a los humoristas Mimí Cal y  Leopoldo Fernández en sus presentaciones.
Del teatro al cine
Ninón llegó a México en 1940 para trabajar en el Teatro Lírico de la capital mexicana, con un elenco encabezado por la argentina Libertad Lamarque. El éxito de su número musical logró superar en aplausos a Lamarque, lo que le pavimentó el camino hacia la pantalla cinematográfica.
Debutó en el cine en Carita de cielo (1946), dirigida por José Díaz Morales y con  María Elena Marqués, Antonio Badú y Pepe Guízar.
Fue solo el comienzo de una carrera de virtuosismo, musicalidad y derroche de erotismo. Después vendrían cintas como Pecadora (1947), Revancha (1948), Perdida (1949), Aventurera (1949), Víctimas del pecado (1950) y Sensualidad (1950).
En la década de los 50 se suman Mujeres sacrificadas (1951), Llévame en tus brazos (1953), Club de señoritas (1955), Maratón de baile (1957) y Mujeres de fuego (1958).
De toda su producción cinematográfica, solo dos fueron rodadas en Cuba, Mulata (1954), de Gilberto Martínez Solares, y Yambaó (1956), de Alfredo B. Crevenna y con un elenco musical que incluyó a Olga Guillot, Merceditas Valdés, Xiomara Alfaro y Martha Jean-Claude. Yambaó le permitió su primer desnudo en el cine, nadando en una bucólica escena mientras la observa enternecido el actor Ramón Gay.
Lo que dijo Truffaut
Para entonces su nombre figuraba ya entre las llamadas Reinas del Trópico, junto a María Antonieta Pons, Meche Barba, Amalia Aguilar y Rosa Carmina.
Pero Ninón tenía algo peculiar entre ellas. Su técnica danzaria, su ímpetu de voluptuosidad y la intensidad dramática de sus actuaciones marcaron un estilo irrepetible entre las rumberas del cine. Fue ella la que introdujo en sus coreografías movimientos típicos de los rituales de la santería cubana.
Sus triunfos desbordaron las fronteras mexicanas. La Venus Dorada -como se le conocía- desperataba admiración mundial. .
En 1955, cuando el entonces muy joven realizador François Truffaut comentó sobre su “descubrimiento” de Llévame en tus brazos, no pudo contener su fascinación por la vedette. “¿Baila Ninón por conquistar la gloria? De ninguna manera, nunca. Está muy claro que Ninón baila por placer”, escribió Truffaut en una olvidada cr’ítica de cine.
El regreso de la diva
Tras el declive del cine musical mexicano, su figura se eclipsó y Ninón despareció de los escenarios. Regresó a la gran pantalla con una memorable actuación en Noche de carnaval (1981), por la queganó un Premio Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Su regreso al cine la entusiasmó para vincularse al mundo de las telenovelas.  desempeño papeles en Rosa Salvaje (1987), La usurpadora (1998), Rosalinda (1999), Tres Mujeres (1999), El precio de tu amor (2000), Entre el amor y el odio (2002) y Amarte es mi pecado (2004).
Se mantuvo activa en el mundo de la televisión y el espectáculo hasta el 2013, cuando decidió hacer una pausa en su carrera artística. Ese año recibió un homenaje por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y la Cineteca Nacional por su contribución al arte cinematográfico.
Estuvo casada con José Gil hasta su muerte. Tiene un hijo llamado Genaro Lozano Rodríguez, líder del grupo Trapiche y quien estuvo junto al lecho de su madre hasta el último minuto de su existencia.
Los detalles sobre su funeral no han sido aún informados públicamente.