Cuba: Solo 5.7 % de la población cuenta con servicio de agua las 24 horas

La crisis de agua está golpeando este verano a los habaneros. Foto: EFE

Por Daniel Benítez

Poseer el servicio de agua corriente las 24 horas en Cuba es un lujo reservado para solo el 5.7 por ciento de la población de un país de más de 11 millones de habitantes.

Las cifras reveladas por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos reflejan que 654,001 personas en 2016 contaron con la presencia de agua en sus hogares a cualquier hora del día, un número menor que en 2015 cuando el beneficio se extendió a 1,036,686 consumidores.

Con servicio diario, las estadísticas revelaron beneficiados a 3,126,469 cubanos, mientras 2,097,965 solo tuvieron la oportunidad de almacenar el agua cada tres o más días.

Según un artículo publicado recientemente el diario Juventud Rebelde la sequía afectó el rendimiento del tiempo de servicio en comparación con 2015.

Severa escasez

La severa escasez de agua en Cuba por falta de lluvias ha obligado a buscar ayuda de capital extranjero para la inversión en el sector hidráulico con donaciones provenientes de países de distintas regiones del mundo, principalmente del Medio Oriente, y prestamos a mediano y largo plazos.

Sin embargo, la situación de las redes también es crítca debido a su envejecimiento, deterioro y falta de mantenimiento, lo cual provoca que se pierda el 44 por ciento del agua que circula por el sistema de redes.

La situación se ha complicado este verano tras la rotura de la conductora hidráulica de la Cuenca Sur, que dejó sin servicio de agua por varios días a más de 852,000 habitantes de seis municipios de La Habana. Se trata de la más grave rotura en los conductos hidráulicos en más de 20 años.

La Habana Vieja y Centro Habana, los municipios más pobladas de la capital cubana, quedaron con el suministro de agua totalmente cortado, lo que provocó una situación irritante entre la población.

Necesidad de inversionistas

Desde el punto de vista del herraje necesario para evitar fugas en hogares y centros de trabajo, tampoco el panorama es halagüeño. Se calcula que para reparar todo los salideros y escapes se necesitan unos ocho millones 200 mil unidades de herrajes sanitarios, de los cuales más de seis millones urgen en el sector no estatal.

Esto ha obligado a La Habana a buscar con premura inversionistas foráneos. Un proyecto de una fábrica para la producción de grifos de distintos tipos y valorada en $15 millones de dólares se ha puesto sobre la mesa en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel. Hasta el momento no ha trascendido si hay potenciales interesados en una empresa mixta que tendría como contraparte cubana a GESIME.

Se exige que esa planta sea de última generación en la fabricación de herajes de todo tipo.

Cifras del Ministerio de Comercio Interior reflejan que en 2015 se importaron dos millones de artículos de esa rama para su comercialización en tiendas recaudadoras de divisas.

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