Documentos: Cruce de cartas sobre la salida de los editores de la revista Espacio Laical

espaciolaical

Gustavo Andújar (izq) y Roberto Veiga y Lenier González Mederos cruzaron mensajes a raíz de la salida de los segundos de Espacio Laical.

Por Ivette Leyva Martínez

La noticia de la destitución de editores de la revista católica Espacio Laical, Roberto Veiga y Lenier González Mederos, generó un cruce de cartas entre Gustavo Andújar, nuevo director de la publicación de la Arquidiócesis de La Habana, y los dos profesionales salientes.

En su mensaje, Andújar, flamante presidente de la Asociación Católica Mundial para la Comunicación, responde a lo que considera un equívoco: que se presente la salida de Veiga y González Mederos como destitución, pues asegura que se trató de una renuncia voluntaria por parte de los editores

En tono tajante, Andújar asegura que “nadie es imprescindible” y “nadie los obligó a renunciar. Nadie les exigió, pidió, o siquiera les sugirió que renunciaran”, una afirmación  desmentida tácitamente por la carta de los editores.

En su misiva, Veiga y González Mederos lamentan “el tono agresivo y desproporcionado” del mensaje de Andújar y señalan que su renuncia “ha estado relacionada con la polémica que genera, en determinados sectores de la comunidad eclesial, el perfil socio-político de la publicación”, que ha sido “causa de tensiones que se han proyectado sobre la figura del Cardenal-Arzobispo y sobre nuestras personas”.

La diferencia entre una renuncia por presiones y una destitución, como es sabido, es solo un tecnicismo.

Los editores expresaron su agradecimiento al Cardenal Jaime Ortega por apoyar su gestión “hasta donde le fue posible”, apuntando a un factor que tanto ellos como Andújar omiten en sus mensajes: las presiones externas de las autoridades ideológicas cubanas sobre una publicación cada vez más abierta a un debate incluyente sobre la sociedad, la economía y la política de la isla.

El affaire Espacio Laical recuerda lo sucedido en 2007 con la revista Vitral, dirigida por Dagoberto Valdés. En ambos casos, laicos comprometidos con la Iglesia Católica trataron de preservar la institución religiosa al separarse de las publicaciones.

Tal como sucedió con Vitral, estamos seguros de que un relato más detallado y preciso de lo ocurrido con Espacio Laical emergerá una vez pasada la tormenta.

Reproducimos ambos mensajes a continuación:

NOTA DE PRENSA DE LA REVISTA ESPACIO LAICAL

En la tarde-noche de ayer 10 de junio de 2014, comenzaron a circular en la Red informaciones relativas a una supuesta destitución de Roberto Veiga y Lenier González como editor y vice-editor, respectivamente, de esta revista.

La mayoría de los reportes reproducían total o parcialmente el artículo publicado por Ivette Leyva en el sitio www.cafefuerte.com, elaborado a partir de la escueta nota circulada por Roberto y Lenier ayer en la tarde
por correo electrónico a su amplia red de contactos.

La gravemente inexacta formulación de la noticia se basa, obviamente, en que el núcleo informativo de la nota circulada por Roberto y Lenier no se ajusta estrictamente a la verdad. En ella afirman: “hemos sido liberados de nuestras obligaciones como editor y vice-editor de la revista”, recurriendo al eufemismo habitualmente utilizado en los medios oficiales cubanos para referirse a la destitución de algún funcionario.

Roberto y Lenier no fueron “liberados de sus cargos”, en el sentido en que la expresión se emplea en Cuba, sino que renunciaron a ellos, en el sentido en que esa expresión se emplea en todas partes. Nadie los obligó a renunciar. Nadie les exigió, pidió, o siquiera les sugirió que renunciaran.

Simplemente hicieron efectiva una renuncia que habían anunciado en más de una oportunidad, incluso con un horizonte temporal muy definido. En alguna ocasión anterior dijeron categóricamente que renunciaban, y se les disuadió de hacerlo. Esta vez se les aceptó la renuncia.

En un mensaje de correo electrónico del 2 de mayo de 2014, Lenier pidió al director de la revista: “Comunícale oficialmente al Arzobispo que Roberto y yo dejamos de ser, desde el día de hoy, los editores de la revista”. No es difícil comprender que para Espacio Laical y para la Arquidiócesis la concreción de esa transición generaría una situación compleja, que tomaría tiempo asimilar. Debido a esto, y a otras situaciones coyunturales, no fue
hasta  ayer, 10 de junio, que se tomó una decisión definitiva y se le comunicó a Roberto Veiga que la renuncia de ambos era aceptada. Siguió la circulación de su equívoca nota de despedida, cuyos resultados están a la vista.

Siempre es duro decirlo, pero nadie es imprescindible. Espacio Laical seguirá adelante, con un nuevo equipo de realización. Tendrá defensores y detractores, igual que ahora, aunque no necesariamente críticas y alabanzas tengan igual contenido o provengan de los mismos grupos que ahora. Sobre su calidad, sus logros o fracasos habrá, como sobre toda empresa humana, una amplia gama de opiniones. Se hará, nadie lo dude, con el empeño de servir a Cuba y a la Iglesia.

Gustavo Andújar
Director de Espacio Laical
La revista Espacio Laical puede ser vista en www.espaciolaical.org y adquirida en el Centro Cultural Padre Félix Varela, Tacón s/n entre Mercaderes y Chacón. La Habana Vieja , La Habana. CP 10100.

CARTA DE LENIER GONZÁLEZ MEDEROS Y ROBERTO VEIGA

A todos los interesados:

Con motivo de las reacciones mediáticas causadas por un pequeño mensaje enviado a un grupo de 16 colaboradores de Espacio Laical queremos compartir las siguientes consideraciones:

El pasado 2 de mayo solicitamos nuestra renuncia como editores de la revista al cardenal Jaime Ortega, a través de la figura de Gustavo Andújar Robles, recién nombrado director de la publicación. Era la tercera vez, en los últimos dos años, que pedíamos nuestra dimisión. En el día de ayer se nos informó que finalmente había sido aceptada por el también Arzobispo de La Habana. Las dos peticiones anteriores nunca fueron aprobadas por el Cardenal. En ese entonces, por consideración a su persona aceptamos continuar ejerciendo nuestras funciones.

En la nota de despedida enviada a estas 16 personas (colaboradores cercanos de la publicación y amigos), y que llegó a manos de la prensa, afirmamos que “fuimos liberados de nuestras obligaciones”. Muchos medios, en un principio, expresaron que “habíamos sido destituidos”. Reconocemos que la frase se prestaba a equívocos, dando lugar a un incidente muy desagradable, pues en el contexto de la renuncia acordamos con la dirección de la revista darle bajo perfil a nuestra salida y, en un inicio, no hablar con la prensa. Reiteramos que abandonamos Espacio Laical por nuestra propia voluntad y no como fruto de ninguna destitución. El término “liberados de nuestras obligaciones” se refería, en efecto, a la aprobación de nuestra renuncia por parte del Cardenal.

El motivo principal que nos llevó a solicitar nuestra dimisión como editores ha estado relacionado con la polémica que genera, en determinados sectores de la comunidad eclesial, el perfil socio-político de la publicación. Esta problemática ha sido causa de tensiones que se han proyectado sobre la figura del Cardenal-Arzobispo y sobre nuestras personas. En tal sentido, creímos oportuno ­­­­–y así lo seguimos pensando– que no era moralmente adecuado seguir conduciendo una publicación que provocaba divisiones dentro de la propia comunidad eclesial, donde se encuentran las posiciones de quienes piensan que la Iglesia no debe inmiscuirse “en política” y los que creen que no debe abrir sus espacios a todos los actores de la sociedad civil cubana. En tal sentido, y en concordancia con lo anteriormente expuesto, llegamos a comprender la imposibilidad de mantener el cauce editorial de la revista Espacio Laical tal y como ha sido hasta nuestros días.

Hasta cierto punto nos conmueve que una comunicación privada, para amigos, como fue el correo electrónico enviado a estas 16 personas, se convirtiera en motivo de preocupación para tantos hombres y mujeres, dentro y fuera de Cuba, que inmediatamente nos mostraron su cercanía y preocupación. Igualmente, lamentamos el tono agresivo y desproporcionado de la Nota de Gustavo Andújar hecha pública este miércoles.

Humildemente pedimos disculpas si hemos agraviado a alguien alguna vez en estos 10 años. Agradecemos a todos los colaboradores de Espacio Laical, los verdaderos protagonistas de esta aventura, sin los cuales nada hubiese sido posible. Siempre nos hemos considerado simples servidores. También hacemos pública nuestra gratitud al cardenal Jaime Ortega por apoyar nuestra gestión, hasta donde le fue posible. Igualmente, reconocemos con mucho cariño el trabajo desempeñado por el querido padre Carlos Manuel de Céspedes, por su lealtad sin fisuras y por señalarnos el camino y la serenidad de espíritu para recorrerlo.

Hacemos votos por el éxito de la gestión del nuevo equipo editorial y su director, para que sigan sirviendo a nuestro país y a la Iglesia con la impronta del Papa Francisco.

Finalmente, hacemos votos por Cuba, nuestra querida Patria, por la que seguiremos trabajando con la misma pasión de estos últimos 10 años, implorando, desde nuestra pequeñez, la gracia de Dios y de la Virgen de la Caridad del Cobre.

Roberto Veiga y Lenier González

CATEGORÍAS
TAGS

COMENTARIOS