Gobierno cubano califica de delincuente común a manifestante con bandera de EEUU

Fuerzas de seguridad trasladan al manifestante por la explanada de la Plaza de la Revolución. Foto: ENRIQUE DE LA OSA

Por Fabián Flores

LA HABANA.- El gobierno cubano arremetió contra el manifestante que interrumpió el desfile del Primero de Mayo en La Habana  enarbolando una bandera estadounidense, y recordó que tiene antecedentes delictivos y está aún pendiente de un juicio por motivos no políticos.

El diario oficial Granma se quejó del tratamiento dado por los medios internacionales de prensa al multitudinario desfile popular de este lunes en la Plaza de la Revolución, y calificó de “monólogo anexionista” la demostración del ciudadano Daniel Llorente Miranda.

“Algunos medios prefieren ignorar la realidad de un pueblo que cada Primero de Mayo sale a apoyar su Revolución y magnificar el performance de un individuo”, dijo un articulo editorializante, firmado por la periodista Lissy Rodríguez Guerrero, quien cifró en más de 800 mil las personas que desfilaron por la Plaza.

Mencionado, pero no identificado

Sin identificar al manifestante por su nombre, el artículo recordó que se trata de un ciudadano cubano “desvinculado laboralmente, que en el año 2002 fue sancionado a cinco años de prisión por un delito de robo con fuerza, y en este momento se encuentra pendiente de juicio por un delito de receptación agravada”.

Llorente fue identificado por testigos y familiares ante los medios internacionales y la prensa de Miami. En estos momentos se encuentra en paradero desconocido.

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Llorente se desprendió a correr este lunes por la explanada con la bandera estadounidense en alto, poco antes de comenzar el multitudinario desfile matutino, y fue violentamente abordado por personal de seguridad, que lo tiró al piso. El gobernante Raúl Castro presenció el incidente.

El diario mencionó también que no es la primera vez que el manifestante protagoniza acciones similares, como a la llegada del crucero Adonia a Cuba el 2 de mayo de 2016, cuando fue arrestado portando una bandera estadounidense en la Terminal de Cruceros de la bahía de La Habana.

Show para llamar la atención

“Se presenta con la insignia de la nación norteña, lo que indica su intención de formarse un perfil mediático”, indicó el artículo.

La articulista lamentó que Llorente y los agentes del orden que trataron de neutralizarlo se convirtieran en “el foco sobre el que se volcaron cámaras y micrófonos”.

“Bastan pocas señas para detectar que se trata un show concebido para llamar la atención del público”, señaló el artículo, que destacó la “numerosa delegación de la nación norteña” que estuvo en el desfile “denunciando al bloqueo y repudiando la ocupación de una porción de Guantánamo”.

Llorente, de 54 años, es taxista por cuenta propia y viene realizando manifestaciones individuales de oposición al gobierno, aunque no está afiliado a nuinguna organización o grupo disidente en la isla.

Admirador de Obama

Su nombre comenzó a conocerse luego de una manifestación pública durante la reapertura de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, el 14 de agosto de 2015.

Llorente celebró  el restablecimiento de relaciones entre Washington y La Habana desplegando una bandera estadonidense.

Ha sido también un público defensor de la política y las declaraciones del ex presidente Barack Obama sobre Cuba.

El 22 de marzo de 2016, Llorente volvió a manifestarse embajada estadounidense en momentos en que Obama se reunía allí con un selecto grupo de figuras de la oposición.

Bandera incómoda

Su manifestación se trasladó dos días después con bandera estadounidense a la Plaza de la Revolución, donde fue detenido.

El tema de la exaltación de la bandera y los símbolos de Estados Unidos se ha convertido en un asunto de fuertes cuestionamientos por parte de los funcionarios y los medios oficiales cubanos. El pasado viernes, el programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana transmitió un documental fustigando la adopción acrítica de los estandartes estadounidenses por parte de muchos cubanos de a pie, calificándolos de actos ajenos a la dignidad nacional.

Un panel de expertos siguió a la exhibición del documental con fuetes argumentos contra la proliferación de los símbolos de Estados Unidos entre la juventud cubana.

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