La saga cubana de Oswald: General del MININT se enreda en el puente de los espías

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Imagen real del intercambio de espías en el puente Glienecke, el 10 de febrero de 1962.


Por Miguel Fernández Díaz
Las elucubraciones oficiales sobre Lee Harvey Oswald, el asesino de Johh F. Kennedy, parecen no tener fin y cada día se enredan más, ahora a raiz del laureado filme El puente de los espías (2015), de Steven Spielberg.
La película de Spielberg recrea la mediación del abogado neoyorquino James Donovan (Tom Hanks) para canjear al piloto de la CIA Francis Gary Powers (Austin Stowell) por el jefe de la red ilegal de la KGB en Estados Unidos, Rudolf Abel (Mark Rylance). La gestión fructificó el 10 de febrero de 1962 en el puente Glienicke, sobre el río Havel, que conectaba el sector americano de Berlín Occidental con Postdam, ciudad de la entonces República Democrática Alemana (RDA).
Tras dejarnos colgados con las revelaciones anunciadas para el 26 de marzo en el programa La pupila asombrada (Canal Educativo 2), el general de división Fabián Escalante Font, ex jefe y actual historiador de la Seguridad del Estado, recurvó el 12 de abril al blog La pupula insomne para enfocar la trama de la película con esta perspectiva: “Quizás lo que originó aquel intercambio fue la necesidad de recuperar un testigo potencialmente explosivo, que podía conocer informaciones importantes sobre el espía Lee Harvey Oswald”.
Quizás, quizás, quizás
Escalante está perdiendo el tiempo pensando que un piloto de reconocimiento de la CIA podría saber algo sobre el marine Oswald, quien había desertado a la Unión Soviética el 16 de octubre de 1959. Powers fue derribado y apresado el 1ro de mayo de 1960. Al comparecer en juicio el 17 de agosto de 1960 llevaba bastante tiempo en Lubianka para haber soltado todo lo que sabía.
Oswald había tenido acceso, entre septiembre de 1957 y noviembre de 1958, a información confidencial sobre el Programa U-2 en la base aeronaval de Atsugi (Japón), pero de ahí no puede inferirse que Powers tenía información sobre él. Ni siquiera oyó hablar de Oswald antes del asesinato de JFK y en sus memorias se refirió a él apenas dos veces (Operation Overflight, Holt, Rinehart & Winston, 1970, pp. 358 y 359) tan solo como portador de cierta información sobre los U-2.
En nada ayuda a la hipótesis de Escalante que “parece poco probable” el canje de “un piloto por un coronel [de la KGB] que no había delatado a nadie, ni reconocido los cargos que se le imputaban y estaba condenado a 37 años de cárcel”. Antes de que Powers compareciera en juicio, otro avión de reconocimiento (RB 47H) había sido derribado sobre el Mar de Barents y los dos sobrevivientes, capitanes Freeman Olmstead y John McKone, fueron canjeados el 24 de enero de 1961 por Igor Melekh y Willie Hirsch, agentes de la inteligencia militar soviética (GRU) que el FBI arrestó en octubre de 1960.
Tal y como pudo apreciarse hace poco en el cambio de los cinco espías de la Red Avispa por el contratista estadounidense Alan Gross y el desertor in situ del MININT Rolando Saraff Trujillo, el canje de prisioneros sobreviene con lo que se tenga a mano eventualmente.
Radiografía de Oswald
¿Quién era Oswald y por qué desertó? Escalane considera que esta es “una pregunta hasta ahora no respondida”, pero su perspectiva de Oswald como super-espía solo enreda la pita con errores triviales y hasta juicios desacertados:

  • “[Oswald] había ingresado al Cuerpo de Marines en 1958 para cumplir el servicio militar”. En realidad, Oswald dejó los estudios en décimo grado para enrolarse como marine el 24 de octubre de 1956.
  • “Una noche lo fue a visitar el conocido agente CIA Gerry Patrick Hemmings (…) Al mes siguiente de la visita solicitó el licenciamiento aduciendo problemas de salud de su madre, residente en Nueva Orleans”. Ella residía en Fort Worth (Texas) y Oswald solicitó licencia el 17 de agosto de 1959, así que la visita habría acaecido en julio, pero solo Escalante tendría con qué acreditarla, porque esa visita no aparece en ningún archivo sobre Hemmings y todos han sido desclasificados.
  • “Oswald era portador de una información vital para la defensa estratégica de las fuerzas armadas soviéticas, y ella consistía en los parámetros de vuelos de los aviones U-2 hasta entonces imbatibles por la cohetería antiaérea”. Tal como ha demostrado el investigador Bill Simpich, Oswald sabía a qué altitud podían volar los U-2, pero nada sobre lo que necesitaban los soviéticos: cómo sortear las señales que este avión generaba para interferir los radares. Por el contrario, el sargento Jack Dunlap, asignado a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) en 1958 y reclutado enseguida por la KGB, pasó información suficiente para que la defensa antiaérea soviética pudiera derribar a los U-2, como revelaría el espía del FBI en el GRU, Dimitri Polyakov (TOPHAT). El 14 de marzo de 1960, un memo de la CIA advertía ya sobre la “alta probabilidad” de que misiles antiaéreos (SAM) soviéticos impactaran a los U-2 a 70 mil pies.
  • “Desde diciembre de 1959 hasta el 1ero de mayo de 1960 los U-2 norteamericanos no volaron por territorio de la URSS”. El 9 de abril de 1960, un U-2 voló sobre la URSS en la misión 4155 codificada Operación Square Deal.
  • ¿Acaso tenían la intención de que los soviéticos lo tumbaran -conociendo ya información valiosa sobre sus parámetros de vuelo- con la vana intención de contar con alguna superioridad en las negociaciones (de la cumbre Ensenhower-Jruschov en Viena?)”. La única intención plausible es perfectamente al revés. Un memo del FBI sobre TOPHAT, fechado el 4 de diciembre de 1963, constata: “Jruschov dio el visto bueno al derribo del U-2 en el momento que pensó más favorable para el prestigio de la URSS”.
  • “Pocos meses después del derribo del avión, Oswald regresó al consulado de Estados Unidos en Moscú, en el cual antes había roto su pasaporte norteamericano, y solicitó la repatriación”. Oswald nunca rompió, sino que entregó su pasaporte al cónsul Richard Snyder. Y vino a pedir que se lo devolvieran el 5 de febrero de 1961. El 22 de marzo solicitó por escrito regresar a Estados Unidos, el 10 de julio recibió el pasaporte y el 1ro de junio de 1962, un préstamo del Departamento de Estado por $435.71 para cubrir los gastos del viaje. El 14 de junio estaba en Dallas, con su esposa Marina y su hija June.

La pregunta con que Escalante intitula su artículo: “¿El puente de los espías o el fin de una operación de la CIA?” enreda gratuitamente a Powers con Oswald. El estado de la investigación arroja que tanto Oswald como otro desertor a la URSS, Robert Webster, veterano de la Marina, fueron usados como señuelos (dangles o podstava, en las respectivas jergas de la CIA y la KGB) para indagar la situación militar de la URSS y sobre todo para detectar topos.
El jefe de contrainteligencia de la CIA, Jim Angleton, estaba obsesionado con que alguien inside the company había informado a la KGB que el oficial de la GRU Pyotr Popov [ATTIC] era agente de la CIA. Hacia abril de 1958 Popov había revelado a la CIA de que un oficial de la KGB se jactaba de tener todos los detalles técnicos del U-2. Al despegar Powers en su segunda y última misión de vuelo sobre la URSS, la CIA sabía que corría peligro, pero el piloto no tenía ni idea de quien era el marine Lee Hayvey Oswald.
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