Menos médicos: Otros dos colaboradores cubanos abandonan la misión en Brasil… y van nueve

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Okanis Borrego y Raúl Vargas, dos médicos cubanos que desertaron en Brasil, hablan a la prensa el 3 de junio del 2014.

Por José Alberto Gutiérrez*

SÃO PAULO.- Los galenos Okanis Borrego y Raúl Vargas, participantes del programa Más Médicos desde el pasado noviembre, se sumaron este martes a la lista de deserciones de la misión en Brasil, que ya reporta nueve casos desde su lanzamiento en agosto de 2013.

En rueda de prensa convocada en Sao Paulo por la Asociación Médica Brasileña (AMB),  entidad que brindó apoyo a los dos profesionales cubanos para concretar el plan de abandono de la misión, los médicos afirmaron que el motivo que los llevó a tomar esta decisión fue sentirse “estafados por el gobierno cubano”.

“Desde que salió a la luz, con Ramona Matos, la diferencia de pago entre los médicos cubanos y los otros médicos extranjeros, pensé que me estaban engañando y decidí que era hora de abandonar este programa”, afirmó Vargas, de 51 años.

Vargas es natural de La Habana. Borrego, de 29 años, procede del poblado de San Juan y Martínez, en la provincia de Pinar del Río.

Según explicó el doctor cubano, sólo conocieron y firmaron el contrato de trabajo el día que dejaban el país. Al llegar a Brasil, ya con más acceso a la información, conocieron las diferencias salariales entre lo que paga el gobierno brasileño a todos los participantes del programa, independientemente de su nacionalidad, y lo que perciben los cubanos.

De los aproximadamente $5,000 dólares que Brasil estipula para cada profesional, el gobierno cubano -por mediación de la Organización Panamericana de Salud- se queda con $4,000, reduciendo el salario de los cubanos a tan sólo $1,000 dólares. Un valor, según cuentan Borrego y Vargas, insuficiente para el sustento en Brasil.

“Eso porque yo no fumo, los compañeros que fuman se las ven negras”, relató Vargas.

Denuncias y más denuncias

Los médicos cubanos hicieron público el contrato firmado entre ellos y la sociedad mercantil cubana Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos S.A. que establece la división del “estipendio” en cuotas, $600 dólares depositados en una cuenta en Cuba y $400 dólares más pagos en Brasil.

Tras amplias críticas recibidas desde varios sectores de la sociedad brasileña en relación al pago de los servidores cubanos, en febrero de este año el gobierno de Brasil anunció un aumento de salario de $245 dólares y la incorporación del valor depositado en Cuba al estipendio cobrado en Brasil.

Según el doctor Vargas, al mes siguiente del aumento los médicos cubanos en Brasil, que ya pasaban de siete mil en la época, no tuvieron salario. “No nos pagaron nada en marzo, ningún médico cubano cobró ese mes”, aseveró Vargas.

Otro incumplimiento citado por los galenos fue la substracción del pago estipulado por el programa para acomodación inicial. El dinero está previsto para compra de utensilios básicos como ollas, electrodomésticos, camas y cubrir costos de mudanza. Un valor que, dependiendo de la región, varía de $5,000 a $15,000 dólares, como llega a ser en los casos de profesionales ubicados en los territorios del Amazonas y de áreas indígenas.

A pesar de encontrarse en una región intrincada, donde se accede por vía pluvial, los doctores cubanos sólo recibieron $1,000 dólares para los fines de instalación. La casa era dividida con dos médicas cubanas más y el acceso a internet tan precario al punto de impedirles la capacitación obligatoria que determina el programa.

La prohibición de circular libremente es otra de las denuncias lanzadas por los galenos. Conforme revelaron, para salir de la ciudad deberían informar al funcionario cubano responsable por el sector donde estaban ubicados.

Vargas reveló que el sistema de control es ineficiente dado el bajo número de jefes, las dimensiones de Brasil y el gran número de profesionales cubanos actuando en Brasil.

Planeando la salida

Hasta en casos esenciales, como salir del pueblo para ir a la ciudad más cercana a comprar ropa, la norma es escribirle al responsable, que se encuentra a cientos de kilómetros de distancia, y esperar una autorización, describió Vargas.

Ante tal situación, la opción era salir sin permiso. “Yo fui a los carnavales de Altamira, sin avisarle a nadie”, confesó Vargas.

Borrego y Vargas ejercían en Senador José Porfirio, una intrincada comunidad de poco más de 13 mil habitantes en el estado de Pará, región nordeste del país. Se atrevieron a salir del programa después de tomar conocimiento de la existencia de una iniciativa de ayuda al médico extranjero, patrocinada por la AMB. Según los médicos cubanos, le escribieron en febrero a la entidad y desde entonces mantuvieron contactos y ganaron confianza para dar el paso.

El pasado viernes los cubanos embarcaron en una lancha “voadeira” para navegar durante una hora el río Xingú hasta la ciudad de Victoria de Xingú. Desde allí, una hora más en carro hasta Altamira, ciudad-cabecera de municipio a una hora de vuelo de la capital del estado, Belén.

A partir de ese punto, un representante de la entidad viajó a Belén al encuentro de los médicos y los condujo a la ciudad de Sao Paulo para tramitar el pedido de refugio político que ostentan ahora. La Asociación promete emplearlos, inicialmente en una función burocrática interna, y ayudarlos en la preparación para la revalidación del título de medicina en Brasil.

Ni los primeros, ni los últimos

Los galenos cubanos expresaron su deseo de quedarse en Brasil.

“No me gustan los Estados Unidos. Creo que la vida puede ser mejor aquí y son mayores las posibilidades de revalidar mi título y ejercer la medicina, que es lo único que sé hacer”, expresó Vargas, que acumula 25 de profesión, cinco de ellos en misión en Venezuela y seis meses en Pakistán.

Para Vargas no existe un interés humanitario en los planes de formación de médicos en Cuba, sino una producción de mercancías, un negocio de exportación, afirmó ante un numeroso grupo de representantes de la prensa brasileña.

Según Borrego y Vargas, el caso de Ramona Matos, fue un ejemplo para ellos. La doctora Matos hizo historia como la primera médica cubana que salió de la misión en Brasil, poniendo en entredicho el Programa Más Médicos del gobierno de Rousseff con la revelación de detalles hasta entonces desconocidos,

Para Vargas, otros médicos seguirán el camino abierto por Ramona. “Muchos van a seguir ese camino, yo no voy a ser ni el primero, ni el último. Empezó con Ramona, después de mí, otros seguirán. Les digo, lo que no se puede tener es miedo”, concluyó.

*Periodista cubano y editor ejecutivo de Terra para América Latina y Estados Unidos. Reside en São Paulo. Colaborador de CaféFuerte.

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