Ministra de Justicia: No fue necesario que los cubanos conocieran las leyes

Reus

María Esther Reus, ministra de Justicia.

Por Daniel Benítez

La ministra de Justicia, María Esther Reus, ha hecho una declaración sobre la falta de educación jurídica entre la población cubana que no debe pasar inadvertida, porque nada mejor para ilustrar la inoperancia legal bajo un sistema totalitario.

En una entrevista concedida la pasada semana al diario Juventud Rebelde que pasó sin apenas repercusión mediática, la ministra Reus lanza la tesis de que las carencias en la educación jurídica son ahora un problema, porque nunca hubo la necesidad de tener a la gente informada sobre las leyes que lo rigen.

“Ese es un problema que hemos tenido durante mucho tiempo: nos ha faltado una educación jurídica. Ahora lo vemos como un problema, pero existe porque no ha habido necesidad. La naturaleza de nuestro sistema de protección al ciudadano propicia que las personas sepan que por desconocimiento de una norma no van a quedar indefensas”, confesó la ministra.

Una verdad callada que  sale a la luz en medio de una era de cambios económicos y abultado andamiaje de normas y decretos para sustentarlos, y que, en materia legal chocan con una realidad inocultable:  el casi analfabetismo jurídico y el irrespeto de los cubanos por lo estipulado.

Urgencias del momento

Para que no quedaran dudas, la ministra agregó: “Estamos en un momento en que hay urgencia de conocer lo legislado para garantizar su cumplimiento. No solo en la población, sino también en las estructuras estatales y los funcionarios. Carecemos de un sistema para fomentar este conocimiento y lo hacemos espontáneamente”.

Las declaraciones de Reus son la confirmación  como durante décadas una gran parte de la sociedad cubana ha vivido sin conocer las leyes, decretos, normas y mecanismos jurídicos por los cuales guiarse y exigir derechos, lo cual ha conllevado no solo a la violación de las leyes, sino también al abuso de la misma por parte de los propios encargados de su funcionamiento.

Reus también reconoció la falta de especialistas en distintas áreas de las técnicas legislativas, e incluso admite que esas lagunas han sido ocupadas con “personas que tiene ganas de hacer, pero no tiene dominio de esos conocimientos”.

Sobre la corrupción y el burocratismo, dos flagelos ubicados en la punta del iceberg de la sociedad cubana, Reus explicó: “Lamentablemente, funcionarios se creen con el derecho de decidir cómo y cuándo hacen algo que el Estado les paga por hacer y es su razón de ser. Tenemos que lograr que sirvan y no estén para ser servidos¨.

Trámites engorrosos

A la vez comentó sobre los “trámites engorrosos” por los que tiene que atravesar el ciudadano cubano cuando requiere de la búsqueda y presentación de un papel para validar una información se pudiera tener con una llamada telefónica o consulta a una base de datos.

Pero eso es parte tanto del burocratismo socialista como de la anquilosada maquinaria para la atención a la ciudadanía con que históricamente funcionó el sistema.

Durante los últimos tres años en Cuba se han aprobado 145 normas jurídicas y solo en 2014 entraron en vigor dos nuevas leyes: el Código del Trabajo y la Ley de Inversión Extranjera.

Según la ministra, actualmente se trabaja para actualizar el Código Penal, la Ley de Procedimiento, Ley Tributaria y Código del Trabajo, mientras adelantó que ya se estudia una Ley de Empresas y una Ley de Cooperativas, y se trabaja en una Ley del Agua.

Además dijo que se realizan las “modificaciones sustanciales” del sistema de Salud Púbica, aunque no dio más elementos sobre el tema.

Una pedrada de Paquito

Pero sobre el punto de las nuevas leyes en proceso, Reus recibió un cuestionamiento del periodista oficialista Francisco Rodríguez Cruz, autor del blog Paquito el de Cuba.

Según Paquito, las prioridades de Reus no coinciden al parecer con las de Raúl Castro, pues la ministra eludió mencionar en su entrevista la promulgación de un nuevo Código de Familia, que es una de las legislaciones de mayor prioridad social.

Y entonces nuestro Paquito saca de debajo de la manga un episodio que “no trascendió a la prensa” en las sesiones del Parlamento cubano, el pasado diciembre.

Según el reportero, en esa ocasión el General Raúl Castro hizo “un breve comentario que no fue público” para promover que un nuevo Código de Familia sea llevado a la Asamblea Nacional.

Y sí, tal vez Paquito tenga razón, pero mientras las discusiones del Parlamento cubano no sean accesibles a la población, y solo se puedan ver “resumenes televisivos” tras cuidadosa edición de asuntos que -como este- “no trascendió a la prensa”, hablar de educación jurídica y de conocimiento de leyes que se discuten y aprueban a puertas cerradas, no es más que un comodín retórico, ajeno a las motivaciones y la credibilidad de los ciudadanos.

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