Sustituido Abel Prieto como ministro de Cultura

Abel Prieto (der.) junto al vicepresidente Esteban Lazo durante la Feria del Libro el pasado febrero.

Abel Prieto (der.) junto al vicepresidente Esteban Lazo durante la Feria del Libro el pasado febrero.

Por Redacción CaféFuerte

Abel Prieto Jiménez, el ministro de Cultura que logró sortear fuertes turbulencias en el sector intelectual y fraguarse una imagen de funcionario sagaz y tolerante desde la cúpula del régimen cubano, fue liberado de su cargo y designado como asesor del gobernante Raúl Castro.

Una Nota Oficial señaló este martes que el Consejo de Estado, a propuesta de Raúl Castro, acordó liberarlo de su responsabilidad como titular de Cultura tras 15 años de servicio en el cargo.

“Atendiendo a su experiencia y los resultados positivos obtenidos en el ejercicio de su cargo, el compañero Abel Prieto Jiménez ha sido designado asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros”, agregó el breve comunicado.

Para remplazar a Prieto, el Consejo de Estado acordó promover como ministro de Cultura a Rafael Bernal Alemany, viceministro primero del organismo desde 1997.

La salida de Prieto, de 61 años, era una decisión que circulaba desde el pasado año, luego de su exclusión del Buró Político y del Comité Central del Partido Comunista en el VI Congreso de la organización, celebrado en abril del 2011.

El ministro que dejaba viajar

Prieto, un escritor con obra reconocida, había pedido su liberación desde hacía tiempo, argumentando problemas de salud -padece de diabetes- e intereses literarios.

Rafael Bernal Alemany, flamante ministro de Cultura.

Rafael Bernal Alemany, flamante ministro de Cultura.

Su labor al frente del Ministerio de la Cultura es identificada con una etapa de mayor tolerancia hacia el sector artístico e intelectual del país, y de mayor permisividad para la autorización de viajes al exterior e intercambios internacionales en la esfera cultural.

Graduado de Letras Hispánicas por la Universidad de La Habana, admirador de José Lezama Lima y funcionario con simpatías entre sus colegas del mundo literario, Prieto fue director de la Editorial Letras Cubanas y luego pasó -por una repentina decisión políitica- a presidir la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

En 1997, Prieto se convirtió en Ministro de Cultura en sustitución de Armando Hart Dávalos, quien dirigió el sector cultural desde 1976.

Natural de Pinar del Río e hijo de un alto funcionario de la esfera educacional, Prieto sobresalió inicialmente como ensayista y escritor de relatos, entre los que se destaca an los libros Los bitongos y los guapos (1980) y Noche de sábado (1989).

Ya en funciones gubernamentales publicó las novelas El vuelo del gato (1999), galardonada con el Premio de la Crítica, y hace unas semanas Viajes de Miguel Luna, presentada en la Feria del Libro de La Habana.

Elogio de Fidel Castro

Entre las últimas apariciones públicas de Prieto como ministro de Cultura estuvo la presentación del libro de memorias de Fidel Castro, Guerrillero del tiempo, en la que calificó al líder cubano como “uno de los pocos líderes morales y espirituales que quedan en el planeta”.

En Miami residen una hermana -Ileana, escritora de televisión- y una sobrina de Prieto.

Para sustituirlo se manejaban los nombres del viceministro Fernando Rojas y de Julián González Toledo, un funcionario con reconocimiento por su labor Consejo Nacional de Artes Escénicas.

Pero la cúpula gubernamental optó por Bernal Alemany, un veterano funcionario, ex viceministro primero de Educación y con una larga trayectoria burocrática. En los años 60 laboró dentro de las Fuerzas Armadas.

Como vicetitular de Educación, Bernal Alemany fue el impulsor de los programas de turismo educativo, promovidos en los anos 90 como parte de las iniciativas para recaudar divisas desde finales de los años 80.

Fue pieza clave en la organización del Congreso Internacional de Cultura y Desarrollo, organizado en La Habana en el verano del 2007 bajo los auspicios de la UNESCO. Es un crítico acerbo de la globalización y del papel jugado por los medios de comunicación como transmisores de falsos valores culturales.

”Lo que hay que globalizar es la diversidad. Esa es la que tiene que estar presente en todos los medios y lugares, reconocida, admirada, estimulada y protegida. Lo que ocurre en este momento es que divulgamos ese mensaje basura y la diversidad se va relegando. Cuando nos demos cuenta no va a existir, se va a perder y ese es el gran problema”, ha dicho Bernal Alemany.

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