Símbolo de brigada médica cubana quiere quedarse en Brasil

Símbolo de brigada médica cubana quiere quedarse en Brasil

El doctor Juan Delgado, abucheado a su llegada a Fortaleza, en agosto de 2013. Foto: Jarbas-Oliveira/Folhapress

Por Jose Alberto Gutiérrez

El médico cubano Juan Merquiades Duvergel Delgado, elevado a símbolo del Programa Más Médicos y de la “solidaridad en el área de la salud” tras su llegada a Brasil en 2013, representa ahora otro lado de la realidad: la de los profesionales que prefieren no regresar a Cuba.

Delgado formó parte del primer contingente de colaboradores cubanos de la salud enviados a Brasil para participar del flamante programa sanitario Más Médicos, lanzado ese año por la ex presidenta Dilma Rousseff con el objetivo de mejorar la atención médica en regiones carentes e inhóspitas del país sudamericano.

Cuando Delgado desembarcó en agosto 2013 en el aeropuerto de la ciudad de Fortaleza, en el nordeste brasileño, una turba de médicos y estudiantes de Medicina esperaba a los galenos cubanos para demostrarles su descontento con el programa. Los recién llegados fueron abucheados e insultados.

Nace un símbolo

Al día siguiente los medios brasileños publicaban fotos y videos de un hombre negro rodeado por dos médicas brasileñas blancas al que calificaban de “esclavo”. El gobierno y sectores de la izquierda brasileña usaron la imagen para enfrentar a los detractores de su programa. La manifestación de repudio a la delegación cubana fue criticada como un acto de xenofobia y racismo de la élite médica blanca.

El doctor Delgado agasajado por la presidenta Dilma Rousseff y el ministro de Salud Pública de Brasil,. Alexandre Padilha.

El protagonista de la foto era el doctor Delgado, quien se convirtió inesperadamente en símbolo del Programa Más Médicos.

El sitio de noticias Brasil247 lo nombró Hombre del Año 2013 y el director del portal Cubadebate, Randy Alonso, se ocupó de alabarlo en Cuba. “Juan Delgado es ya popular en Brasil. Su rostro aparece ahora en los diarios para recordar la dignidad y los valores de los hombres y mujeres de un pequeño archipiélago caribeño que, en 55 años de Revolución, ha multiplicado su espacio físico sembrando semillas de solidaridad por doquier en este planeta”, escribió el periodista oficialista.

Días después del incidente, durante la inauguración oficial del programa sanitario, la propia Dilma Rousseff invitó al galeno cubano a Brasilia para públicamente pedirle disculpas en nombre “de su gobierno y del pueblo brasileño”.

No a los lazos afectivos

Pero ha pasado algún tiempo y las percepciones del colaborador han cambiado desde entonces. Cumplidos cuatro años dentro de Más Médicos, Delgado reveló al diario Folha de Sao Paulo no tener planes de irse de Brasil. El médico está casado con una brasileña y ejerce la medicina en el recóndito municipio Zé Doca -interior del estado de Maranhão.

“Conocí a mi esposa y me quise quedar, aquí me siento muy bien”, relató a Folha el “doctor cubano”, como es conocido en la ciudad.

El contrato firmado entre los gobiernos brasileño y cubano -con la intermediación de las Organización Panamericana de la Salud- inicialmente tenía validez de tres años, pero fue prorrogado por tres años más, a finales de abril de 2016, como parte de las últimas medidas firmadas por la ex presidente Rousseff, cuatro meses antes de su destitución.

Sin embargo, Cuba no aceptó que los profesionales que ya habían cumplido el primer período de la misión continuasen ejerciendo en Brasil y exigía sustituir a los integrantes del contingente.  La medida sigue la estrategia cubana de evitar que los médicos se integren al país donde ejercen y tiendan lazos afectivos con matrimonios e hijos.

Una opción para los casados

Tras un impase en las negociaciones entre Cuba y gobierno del presidente Michel Temer, durante el cual se llegó a congelar la sustitución de más de 700 médicos, a los profesionales cubanos casados con ciudadanos brasileños se les permitiría extender el contrato, no sin antes viajar a Cuba para “regularizar su situación”, según relata Márcia Marques Pinheiro, asesora del Consejo Nacional de Departamentos Municipales de Salud.

Al recóndido municipio de Zé Doca fue destinado el doctor Delgado y allí encontró el amor.

De acuerdo con el Ministerio de Salud brasileño, de los 1,500 médicos que solicitaron continuar en la misión al concluir los tres primeros años, apenas 38 casos tuvieron autorización de Cuba para permanecer en el programa. Juan Delgado es uno de ellos.

En su municipio de poco más de 50,000 habitantes, el “doctor cubano” atiende además a pacientes de 10 aldeas indígenas. Según cuenta, después de conversar con los líderes regionales, fue bien recibido por la población, aunque la barrera idiomática para comunicarse con los indios sigue siendo la mayor dificultad que enfrenta. En su distrito tiene pacientes de tres etnias diferentes (Ka’apor, Awá-guajá y Tenetehara-guajajara) y necesita traductor para comunicarse.

Un flechazo amoroso

Antes de la llegada de Delgado, hacía dos años que la ciudad no contaba con ningún médico. “En las aldeas falta comida, medicinas y no hay infraestructura de atención médica. Cuando hay una emergencia hay que traerlos al hospital municipal”, relata el galeno.

Delgado tiene hoy 53 años y conoció a su esposa, Ivanilde Lopes, en una visita a las áreas indígenas, donde ella trabaja hace 17 años como agente comunitaria de salud. Comenzaron la relación en 2015 y se casaron el año pasado. Ivanilde cuenta que el pedido de matrimonio, pocos meses después del inicio de la relación, la tomó por sorpresa.

“Yo tenía 56 años, era soltera, nunca me había casado. Jamás imaginaría que él me propondría matrimonio”, reveló la mujer a Folha.

En la actualidad, 18,240 médicos integran el programa Más Médicos, de los cuales 10,400 son cubanos. El gobierno de Cuba retiene aproximadamente el 70% de los cerca de $3,700 dólares mensuales de salario que paga Brasil por cada profesional.

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