The New York Times: Obama debe retar a Raúl Castro a una transición política en Cuba

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Malecón de La Habana. Foto: Alexandre Meneghini/Reuters


Editorial publicado por el diario The New York Times tras anunciarse oficialmente el viaje del presidente Barack Obama, el 18 de febrero de 2016.
UN PRESIDENTE AMERICANO EN CUBA
El presidente Obama habló apasionadamente el pasado año sobre la importancia de los límites del mandato durante una visita a África, donde argumentó que “nadie debe ser presidente de por vida”. Su administración ha sido más moderada respecto a este tema en América Latina, donde un puñado de líderes se han convertido en hombres fuertes poco dispuestos a compartir o ceder el poder.
El próximo mes, cuando se convierta en el primer presidente estadounidense en visitar a Cuba en 88 años, Obama tendrá la oportunidad de acercar ese tema al vecindario. Como un presidente estadounidense que es muy popular en Cuba, su mensaje acerca de las tradiciones democráticas, el liderazgo y el poder están resonando con fuerza.
Él debe retar al presidente Raúl Castro, quien se ha comprometido a renunciar en 2018, a preparar el escenario para una transición política en la que todos los cubanos tengan una voz y un voto. Se debe instar a los cubanos de todas las ideologías a comenzar a debatir sus diferencias de forma constructiva, poniendo fin a la represión de quienes son críticos con el régimen.
Obama debe observar que los líderes de Cuba podrían hacer mucho más para revitalizar la languideciente economía de la isla, lo que podría detener el flujo de personas que abandonan el país en busca de un futuro mejor en otro lugar. Y debe decirle a los cubanos que merecen algo mejor que los líderes designados por el Partido Comunista, que no tienen que rendir cuentas a su pueblo.
La relativamente pequeña facción del Congreso que continúa a favor de una política punitiva hacia Cuba ha resistido tenazmente en el camino de los esfuerzos para derogar el embargo contra la isla. Esos críticos sostienen que la visita de Obama a Cuba será interpretada como una validación de un régimen represivo. Eso es miopía.
Estados Unidos ha buscado durante décadas un cambio de régimen en Cuba a través de una serie de estrategias fallidas que incluían el uso de la fuerza y ​​el subterfugio. Estas políticas fracasaron y dieron a los líderes cubanos un pretexto para dirigir el país como un estado policial.
Obama y un número cada vez mayor de políticos estadounidenses han llegado a reconocer que Estados Unidos está mal equipada para dictar cómo los líderes de las naciones soberanas deben gobernar, y es más eficaz cuando se predica con el ejemplo y se defiende a quienes luchan pacíficamente por la dignidad y la autodeterminación.
Es poco probable que el breve viaje de Obama pueda provocar reformas en Cuba de la noche a la mañana. Pero tiene el potencial de plantar las semillas del cambio transformador que ninguno de sus predecesores jamás alcanzó.
Traducción: CaféFuerte

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