The Washington Post: Antonio Rodiles enfrenta con valentía al régimen de Castro

EstadoSATSTexto del editorial publicado este martes por el diario The Washington Post en ocasión del Día Mundial de los Derechos Humanos y la jornada conmemorativa por la fecha que organiza el proyecto indeopendiente Estado de Stas, liderado por Antonio Rodiles.
Una conferencia sobre derechos humanos está prevista para inaugurarse este martes en La Habana, capital de un régimen con uno de los peores historiales de derechos humanos en el mundo. Una fuerza promotora de la conferencia es Antonio Rodiles, un activista por la democracia, especialista en Física y Matemáticas, quien ha estado trabajando durante años para crear más espacios para el debate abierto dentro de Cuba. Ese espacio generalmente ha estado en su casa, que se ha convertido en una especie de laboratorio de ideas y centro de presentación para los intelectuales, artistas y activistas de derechos humanos.
Rodiles, quien salió de Cuba en 1998 y regresó en el 2007, ha sido un crítico del régimen y ha sufrido por ello. Fue arrestado, golpeado y retenido sin cargos, durante 19 días, en noviembre del 2012. El verano pasado, él y otros activistas iniciaron un movimiento, conocida como Demanda Ciudadana por otra Cuba, instando al gobierno a ratificar y aplicar los dos pactos de Naciones Unidas sobre los derechos humanos firmados por Cuba. Ahora Rodiles ha organizado una conferencia que marca el 65 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Pero el régimen de Fidel y Raúl Castro no se permite la ligereza de tolerar tales desafíos a su autoridad.
En una carta a Raúl Castro fechada el viernes pasado, Rodiles dijo que su activismo sigue encarando las amenazas de la Seguridad del Estado cubana. Los neumáticos de su auto fueron perforados y un “líquido químico con un olor fétido fue vertido en sus asientos”.  Después de eso, le echaron orina en los asientos. El lunes, hemos conocido que Rodiles fue confrntado nuevamente por la Seguridad del Estado.
Situación insostenible
“La situación que vivimos es insostenible”, escribió Rodiles en su carta. Cualquier persona que esté en desacuerdo con el régimen “está destinado a ser tratado en forma degradante y humillante”. Los ciudadanos cubanos se mantienen en “una posición de total indefensión” ante el Estado abusivo”.  “Es imposible permanecer impasible ante un poder que sistemáticamente pasa por encima de la dignidad de los ciudadanos y de su propia ley bajo una total impunidad”, escribió Rodiles, “un poder que ordena a sus representantes actuar como vulgares delincuentes”.
Recordamos llamados similares a la acción hace una década por parte del valiente disidente Oswaldo Payá, quien buscaba un referendo sobre la democracia en Cuba y murió en un sospechoso accidente de tránsito en la isla en el 2012, junto a otro activista, Harold Cepero. Sus muertes todavía claman por una investigación independiente. Payá fue objeto de un acoso similar al que Rodiles enfrenta hoy.
No hay duda, los hermanos Castro han calculado que el poder opresivo de su aparato estatal será suficiente para intimidar o dominar a un puñado de personas en una conferencia doméstica sobre derechos humanos. Se equivocan. De estos salones emerge un enorme cambio. Recordemos que Andrei Sajarov comenzó su labor en solitario, como  Payá y ahora Rodiles, hablando contra la represión cuando era peligroso y sólo unos pocos se atrevían a hacerlo. Rodiles no ha hecho menos y su voz debe ser escuchada.
Traducción: CaféFuerte

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