Adiós a Eduardo Rosillo, leyenda de la radio cubana

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El locutor Eduardo Rosillo (1929-2015)


Por Fabián Flores
LA HABANA.- El locutor y animador Eduardo Rosillo Heredia, una leyenda de la radio cubana falleció este sábado en La Habana, a los 85 años.

La muerte de Rosillo fue divulgada a través del sitio oficial de la Radio Cubana, que indicó que el locutor se encontraba en estado de gravedes desde hace varios días, pero no precisó la causa del deceso, ocurrido en horas de la madrugada.
“Su muerte constituye una pérdida irreparable no solo para la radiodifusión cubana, sino también para la cultura nacional, que tuvo en él a uno de los más fieles defensores de la música popular en programas como La Discoteca del Ayer, Un Domingo con Rosillo y Alegrías de Sobremesa, de Radio Progreso”, señalo la nota.
Considerado un maestro de la locución y un ícono de la producción radial cubana, Rosillo -como popularmente se le identificaba- se había despedido oficialmente de los micrófonos durante un homenaje de sus colegas que marcó la última transmisión del popular programa Un domingo con Rosillo, en junio del 2013.
Nacido el 20 de febrero de 1929, en el poblado de La Maya, Alto Songo, en la antigua provincia de Oriente, Rosillo descubrió su vocación radial desde muy joven. Con apenas 20 años se inició como locutor en la emisora CMKT de su pueblo natal y, favorecido por su voz, pasó a la CMKC de Santiago de Cuba, donde fue oficialmente empleado desde 1953.
La voz de Radio Progreso
Pero fue en Radio Progreso, donde Rosillo popularizó su voz, alcanzó renombre nacional y eslabonó una exitosa carrera por más de cuatro décadas.
Amante y conocedor profundo de la música cubana, Rosillo fue desde Radio Progreso un baluarte en la defensa de los ritmos y orquestas nacionales. Durante su prolongada carrera en la emisora animó y condujo además programas como Discoteca Popular y Discoteca del Ayer.

Tal vez nadie como él encaró en los medios radiales la reivindicación de la música cubana en momentos del empuje internacional de la salsa, esgrimiendo la autenticidad del son criollo como pilar de la polirritmia y las sonoridades de la música bailable que Cuba ofreció al mundo.
Su dinamismo y tono conversacional hicieron de su quehacer un estilo único en la conducción de programas radiales.
En el 2002 recibió el Premio Nacional de Radio, otorgado por el Instituto Cubano de Radio y Televisión. Había sido condecorado también con la Distinción Por la Cultura Nacional y la Medalla Alejo Carpentier del Estado cubano.
Su cadáver se encuentra expuesto en la funeraria de Calzada y K, en el Vedado,  y su sepelio se efectuará este domingo en horas de la mañana.

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