Fallece la cantante Celina González, leyenda de la música campesina

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La cantante Celina González (1928-2015)


Por Wilfredo Cancio Isla
La cantante Celina González, reina indiscutible de la música campesina y figura enraizada en el sentir popular cubano, falleció este miércoles en La Habana, a los 86 años.
La artífice del punto guajiro murió en su casa de la barriada del Cerro a causa de complicaciones derivadas de un accidente cerebrovascular que tuvo hace 15 años, según informó su hijo menor, Francisco Domínguez, residente en Miami. La noticia fue difundida en Cuba a través del Instituto de la Música.
“Fue un ejemplo de artista y de madre, una persona entregada a su pasión y siempre dispuesta a dar alegría”, dijo a CaféFuerte Domínguez, quien la vio por última vez hace cinco años y ha recibido ya el permiso de las autoridades cubanas para viajar a La Habana en las próximas horas.

Con la muerte de Celina desaparece una leyenda de la música popular, la artista que puso en el canto y el corazón de los cubanos temas emblemáticos como “Yo soy el punto cubano” y “A Santa Bárbara”, también conocida como “¡Que Viva Changó!”.  Una diva del sabor criollo y de las celebraciones religiosas en la isla.
En pleno campo cubano
Nacida  el 16 de marzo de 1928 en la finca La Luisa, cerca del poblado de Jovellanos, su infancia transcurrió en un ambiente campesino donde padres y hermanos acostumbraban a cantar en las fiestas familiares.
Así fue que la niña se impregnó de las melodías y los ritmos escuchados en los guateques campesinos para iniciar una carrera de triunfos y popularidad arrolladora.
Su familia se trasladó a Santiago de Cuba y siendo aún una adolescente, conoció al guitarrista y cantante Reutilio Domínguez, a quien estaría ligada para siempre su vida sentimental y artística.
Con Reutilio formó un dúo que escaló hacia el reconocimiento y la fama en Santiago de Cuba y todo el país a partir de 1947, cuando ambos debutaron en la emisora Cadena Oriental de Radio. Un año después, el célebre Ñico Saquito, rey de la guaracha, los llevó a La Habana y los present’ó en la emisora  Radio Cadena Suaritos.
Bajo el magisterio de Ñico Saquito, el dúo  de Celina y Reutilio se presentó en el programa radial Atalaya Campesina. Fue en ese espacio donde dio a conocer la guaracha “A Santa Bárbara”, que impulsaría definitivamente el éxito de los cantantes y terminaría por edificar el mito de Celina.
El tema contaba con todos los ingredientes para afianzarse en el sentimiento popular, integrando el punto guajiro con el sincretismo religioso del catolicismo y los cultos yorubas.
Nacimiento del mito
Celina se encargó de potenciar el mito, aderezando la historia de su canción a la “Virgen de la Caridad del Cobre” con una aparición religiosa que -según ella- le prometió la consagración artística a cambio de un canto de alabanza,
Pero fue en la década dorada de los 50 cuando el dúo alcanzó su verdadera plenitud artística y resonancia internacional. Los cantantes y su música irrumpieron en producciones cinematográficas como Rincón criollo (1950) y Bella la salvaje (1953), triunfaron en Nueva York y Latinoamérica, imprimieron un sello de tradición en la television cubana y abarrotaron los grandes cabarets del país, comenzando por Tropicana.
Con “Yo soy el punto cubano” y “Santa Bárbara”, números de raigal cubanía, Celina recorrió el mundo y se codeó con las mayores celebridades de su época. Cantó junto a Beny Moré, Barbarito Diez, Celia Cruz, Nat King Cole y Pedro Vargas, y grabó decenas de discos que hoy forman parte del patrimonio musical de Cuba e Hispanoamérica.
El dúo se separó en 1964, pero Celina continuó su carrera como solista, acompañada por los conjuntos Campo Alegre, Los Montunos y Los Pinares, y luego, a partir de 1980, unida a su hijo Lázaro Reutilio, vinculada al programa televisivo Palmas y Cañas.
Con Lázaro Reutilio, las carrera de Celina viviría una etapa de reanimación e impacto en las nuevas generaciones.  Una extensa gira por ciudades colombianas, en 1984, sirvió para ratificar la vitalidad y el alcance universal de la artista, conocida también en el Reino Unido como la “Queen of Cuban Country Music”.
Renovación sonera
En la etapa emprendida con Lázaro Reutilio, Celina renovó su repertorio con canciones de la Nueva Trova y grabó números de alta motivación popular con las agrupaciones soneras Manguaré y Adalberto Álvarez y su son.
En el 2001 fue nominada a un Grammy Latino por el álbum 50 años como una reina, grabado junto a su hijo Lázaro Reutilio. El dísco fue grabado en 1999.
En reconocimiento a su contribución artística y Cultural, la UNESCO la condecoró con la Medalla Picasso. En el 2002, el Ministerio de Cultura de Cuba le entregó el Premio Nacional de Música.
En marzo del 2013, en ocasión de su cumpleaños 85, recibió un agasajo popular en localidades de Matanzas, su provincia natal. Jóvenes tonadistas cantaron en el homenaje a Celina, organizado en la Casa Naborí del poblado de Limonar, mientras que en Jovellanos le fue dedicada una jornada artística que incluyó un concurso infantil y la visita a la finca donde nació la genial cantante.
La sobreviven sus cinco hijos: en Cuba, Bárbaro Reutilio; y en Estados Unidos, Lázaro, Celina, Nieves de las Mercedes y Francisco. También 15 nietos, nueve bisnietos y un tataranieto. Su ex esposo Reutilio había fallecido en 1972,
Se desconocen aún los pormenores de sus honras fúnebres.
Celina y Reutilio en “¡Qué Viva Changó!”, en 1949:
https://www.youtube.com/watch?v=K0_0frqtOok

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