Fallece Ramón Díaz, maestro de la pantomima cubana
Ramón Díaz (1944-2014)
Por Redacción CaféFuerte
El actor y director teatral Ramón Díaz, el gran artífice de la pantomima cubana, falleció en La Habana a los 70 años, víctima de un ataque cardíaco.
Fue el artista que popularizó la pantomina en Cuba, acercándola al público a través de sus presentaciones en televisión y mediante una búsqueda de la gestualidad autóctona. El dúo que formó con Olga Flora marcó indiscutiblemente un hito en el panorama teatral y la creación mímica en la isla.
La prensa cubana divulgó la noticia de su fallecimiento sin dar más detalles sobre el sepelio.
Graduado de la Escuela de Instructores de Arte en 1963, fue discípulo de maestros como Julio M. Aparicio, Adela Escartín, Adolfo de Luis y Vicente Revuelta. Pero su vocación definitiva hacia la pantomima se definió bajo las orientaciones del mimo francés Pierre Chaussatt.
A partir de 1965 se integró al elenco del Teatro Musical de la Habana, combinando sus facetas de director y actor.
Olga Flora y Ramón
Pero su reconocimiento mayor vendría hacia los años 70, con la creación del dúo de Olga Flora y Ramón, que ganaron amplia popularidad con espectáculos infantiles, creaciones para adultos y presentaciones televisivas, y le permitió a la vez una gran proyección internacional.
Con Olga Flora dirige piezas como Mimo Ritmo, Viñetas Populares, y Gestos de Cuba, que se presentan en las salas habaneras Arlequín y Hubert de Blanck.
Ambos artistas fundaron el Teatro de Pantomima de Cuba, que tuvo como escenario habitual el Parque Lenin. Con esta agrupación realizaron una aplaudida versión de Hamlet, de William Shakespeare, y adaptaron al lenguaje de pantomima El Reino de este mundo, de Alejo Carpentier, y el mimodrama Cimarrón, basado en la novela Biografía de un cimarrón, de Miguel Barnet.
En los últimos años trabajó por largos períodos en Argentina y México, donde se desempeñó como director de la Agrupación Teatral MEXI-SON, que ofrecía clases y talleres del arte de la pantomima.
En México, estrenó con éxito los espectáculos Siempre en mi corazón, un homenaje a la vida y la música de Ernesto Lecuona; El Son entero, con textos de Nicolás Guillén; y la obra infantil Barquito de papel.
A finales del 2012 regresó a Cuba con una versión teatral de El viejo y el mar, la laureada novela de Ernest Hemingway, presentada la sala El Sótano, en diciembre del 2012.