Oscar D’León, una conmoción sonera y el “Dame cable” hace 40 años

Fue realmente una conmoción algo más que sonera. El espectáculo de Oscar D’León en el Festival de Música de Varadero, en noviembre de 1983, resonó en toda Cuba, trascendió fronteras y regeneró una suerte de encanto olvidado en la manera de sentir lo más profundo del son, que es decir, identidad cubana.

El “Dame Cable” del célebre cantante venezolano abriéndose paso entre la multitud delirante, dejó una marca popular y se convirtió en una expresión de moda en el ámbito nacional.

Oscar D’León fascinó a los cubanos, que lo vieron como un exabrupto musical, removiendo la memoria de Benny Moré, “ese grande de la canción cubana que todavía vive”.

Era la noche del 26 de noviembre de 1983. Consuelito Vidal tuvo a su cargo la presentación del sonero visitante, que abrió con “Melao de Caña” para desatar una sensación de gozo masivo en el Anfiteatro de Varadero, como la magia electrizante de una resurrección.

Y, por supuesto, el acontecimiento no estuvo exento del escándalo y la agitación del otro lado cubano. En Miami vino el ajuste de cuentas al cantante, que se vio obligado a pedir disculpas y desdecirse de todo lo vivido en su estancia en la isla.

Un hito para la música y la cultura cubanas, con todos los pesares incluidos. A Oscar D’León le estaremos siempre agradecidos por esta página de son, delirio y plenitud.

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