Paquito D'Rivera sí estará en concierto de jazz en la Casa Blanca

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Paquito D’Rivera, leyenda del jazz latino.


Por Redacción CaféFuerte
El legendario saxofonista Paquito D’Rivera sí estará finalmente en el concierto colectivo por el Día Internacional del Jazz en la Casa Blanca junto al presidente Barack Obama, luego de una rectificación de los organizadores del evento.
“Por supuesto que estaré, rectificar es de sabios”, dijo el músico cubano desde Nueva Jersey, donde reside. “Me alegra que este incidente pueda quedar atrás”.
D’Rivera relató que en horas de la tarde recibió en su oficina una llamada del Thelonious Monk Institute, con sede en Washington DC, informándole que estaba invitado a asistir a la Casa Blanca y formar parte del concierto que ofrecerán allí celebridades del jazz, el viernes 29 de abril.
Carta pública a Obama
La comunicación se produce luego de que el artista divulgara una carta pública al presidente Obama, denunciando una posible discriminación política contra su persona tras ser invitado inicialmente al concierto y luego, de manera repentina, excluido por un supuesto veto de la Casa Blanca. La misiva ocupó este miércoles titulares en loa medios de comunicación y circuló ampliamente en las redes sociales.
“Creo que si me fui de Cuba y vine a este país fue para sentirme con la libertad de poder pedir explicaciones ante lo que me disguste o me parezca injusto”, comentó D’Rivera, quien dijo espera tener este jueves más información sobre lo sucedido.
Washington, DC fue seleccionado este año como ciudad sede de los programas del Día Internacional del Jazz, que se celebra mundialmente el 30 de abril, fecha incluida en los calendarios oficiales de la UNESCO y Naciones Unidas. La jormada celebra el poder del jazz como una fuerza para la libertad y la creatividad, promueve el diálogo intercultural a través del respeto y la comprensión, y busca la unidad de los seres humanos alrededor del mundo.

El Instituto Thelonious Monk de Jazz está encargado de la organización del evento en la Casa Blanca, teniendo como anfitriones al presidente Obama y la primera dama Michelle Obama. El concierto está fijado para el 29 de abril, un día antes de la celebración, pues será grabado y transmitido internacionalmente el 30 de abril por la cadena ABC, en un programa especial de una hora titulado “Jazz at the White House”.
Programa de estrellas
El programa podrá verse simultáneamente la noche del sábado en los sitios digitales de la UNESCO, Naciones Unidas, el Departamento de Estado y la Casa Blanca.
La lista de invitados a la Casa Blanca incluye a Joey Alexander, Terence Blanchard, Kris Bowers, Dee Dee Bridgewater, Till Brönner, Terri Lyne Carrington, Chick Corea, Jamie Cullum, Kurt Elling, Aretha Franklin, Robert Glasper, Buddy Guy, Herbie Hancock, Zakir Hussain, Al Jarreau, Diana Krall, Lionel Loueke, Hugh Masekela, Christian McBride, John McLaughlin, Pat Metheny, Marcus Miller, James Morrison, Danilo Pérez, Rebirth Brass Band, Dianne Reeves, Lee Ritenour, David Sánchez, Wayne Shorter, Esperanza Spalding, Sting, Trombone Shorty, Bobby Watson, Ben Williams y el cubano Chucho Valdés, ex colega de D”Rivera en el Grupo Irakere. John Beasley fungirá copmo director musical del concierto.
D’Rivera no descartó que “la mano del gobierno cubano” haya influido en la decisión de retirarlo de la lista de invitados para evitarle un encuentro incómodo a Valdés, quien mantiene relaciones con las esferas oficiales de la isla.  D’Rivera es un acérrimo crítico del régimen cubano y ha mostrado su inconformidad por la nueva etapa de relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington, por considerar que se trata de una concesión inmerecida a un gobierno violador de los derecho humanos.
A continuación el texto de la carta de Paquito D’Rivera sobre su caso.
CARTA PUBLICA DE PAQUITO D’RIVERA AL PRESIDENTE OBAMA
11 de abril de 2016
Presidente Barack Obama
The White House,
Washington, DC
Estimado Señor Presidente:
Hace un tiempo atrás, el prestigioso Thelonious Monk Institute me informó que me había propuesto para participar en la celebración del Internacional Jazz Day, un evento organizado por la UNESCO que se efectuará en la Casa Blanca el 30 de abril, y que contará con usted Sr. presidente y la primera dama Michelle Obama como anfitriones. Este concierto contará con la participación de muy queridos y admirados colegas míos como Chick Corea, Aretha Franklin, Jimmy Heath, Dave Holland, Al Jarreau, Diana Krall, Christian McBride, John McLaughlin, Pat Metheny, Wayne Shotter, Esperanza Spalding, Sting, e incluso my antiguo colega en Cuba, Chucho Valdés. Yo estaba encantado y puse el cronograma del ensayo y la fecha en mi calendario.
Asumí esta invitación como un reconocimiento a mi contribución a la cultura norteamericana, contribución que me ha merecido un nombramiento como NEA Jazz Master, doctorados honorarios de Berklee School of Music y la Universidad de Pennsylvania y la Medalla Presidencial de las Artes, entre otros premios. Sin embargo, cuál sería mi sorpresa cuando hace unos días recibí una llamada del Monk Institute informándome, sin más detalles, que mi participación había sido “vetada” por quienes organizan el espectáculoen la Casa Blanca. Esa fue la única información que se me dio.
Si lo que estuviera en discusión fuera mi aporte artístico al  jazz a la cultura norteamericana no me tomaría el trabajo de escribirle esta carta, Sr. Presidente, he tocado en la Casa Blanca antes. Sin embargo, mucho me temo que este “proceso de veto” obedezca a mi posición mantenida durante años en contra de la dictadura que oprime a Cuba, mi país de origen, y mi apoyo al respeto  de los derechos humanos y los valores democráticos que tan bien usted defendió hace unos días en La Habana. No sería la primera vez que soy víctima de discriminación por mis convicciones democráticas a instancias de la dictadura cubana, incluso en Estados Unidos. Y, sin embargo, en esta ocasión se me hace particularmente preocupante, tratándose de un evento del que usted, Señor Presidente, será su anfitrión. Usted, que apenas hace unos días defendiera en mi país de origen el principio de que “los ciudadanos deben tener la libertad de hablar sin miedo lo que piensan, de organizarse, de criticar su gobierno y protestar pacíficamente”, y exaltara los logros del exilio cubano, del que orgullosamente formo parte.
Sr. Presidente, le escribo porque me preocupa que sus genuinos gestos de buena voluntad hacia el pueblo cubano sean entendidos como un llamado a ser complacientes con las exigencias de la dictadura que lo oprime; que estos gestos sean tomados como pretexto para marginar, incluso en el propio suelo de Estados Unidos, a tantos que en el exilio hemos defendido el derecho del pueblo cubano a expresarse libremente y decidir su destino democráticamente.Esto envía el mensaje (y ruego que esté equivocado) que el régimen cubano puede ejercer este nivel de desprecio y presión contra una figura pública en otro país -y no solo en cualquier otro país, sino en Estados Unidos- uno puede imaginarse el nivel de impunidad con el que el régimen de Castro actúa contra los ciudadanos cubanos privados en su propia casa.
Me preocupa que, si este es un este acto de discriminación política contra mí, se produzca en un evento en su casa -que es la casa de todos los norteaamericanos por lo que tiene de simbólico y también de ejemplar. Y me preocupa porque me es más fácil soportar –por dolorosa y humillante que sea– la discriminación individual a mi persona que la idea de que en nombre de la coexistencia con otros gobiernos, independientemente de su carácter opresivo, sea una violación de los principios básicos de libertad de expresión por la que tantas generaciones de norteamericanos han luchado durante siglos, los cuales son modelo y esperanza de convivencia para buena parte de la humanidad.
Supongo que la decisión de vetar mi presencia fue tomada sin su consentimiento, pero mi exclusión del evento se hará pública. Apenas cumplo con mi deber ciudadano de advertirle que incluso un evento que celebra un género musical que encarna la aspiración de libertad de tantos seres humanos puede ser usado en sentido contrario a la propia idea de libertad. Por el respeto que le tengo –acrecentado por su reciente actuación en mi país de origen– creo que es mi deber informarle de que su condición de anfitrión está siendo posiblemente manipulada por aquellos que niegan los mismos principios que le permitieron a usted acceder a la presidencia de este país y a mí dirigirme al hombre más poderoso del planeta con entera libertad y sin miedo a represalias.
Sinceramente:
Paquito D’Rivera
Traducción: CaféFuerte

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