53 Serie Nacional: Tras Industrialicidio, en marcha la finalísima Pinar del Río-Matanzas

IndustrialesPor José Antonio Michelena

LA HABANA.- Cuando el batazo de Raiko Olivares fue atrapado y cerró la etapa semifinal de la Serie Nacional de Béisbol, el pasado sábado, se consumó una de las remontadas más insólitas que han ocurrido en sus 53 temporadas y los millones de parciales de Industriales, el equipo más seguido de la Isla, entraron en duelo, entre el dolor y la ira.

La final de la liga cubana de béisbol, que parecía encaminada al choque entre Matanzas e Industriales, comienza este lunes con la sorpresa de un equipo Pinar del Río de vuelta en la discusión del título. Y con el más decepcionante adiós de la escuadra azul.

He seguido al conjunto de Industriales desde sus orígenes al mando de Ramón Carneado, el director bajo quien surgió la mística azul, Desde entonces comenzó a tejerse su leyenda y se asevera es el equipo que mejor juega a la pelota en Cuba. Pero la leyenda no siempre se verifica en la realidad, sino que vive en el territorio de los sueños, en el imaginario popular. Y a veces se desvanece.

Leyenda y azares

A lo largo de tantos años hemos visto muchas versiones de Industriales, en algunas de las cuales tomó cuerpo la leyenda y otras que se alejaron de ella. Las primeras les dieron a sus fanáticos la energía suficiente -12 títulos- para seguir apoyando la causa en los malos tiempos en que la alegría los abandonaba. Ahora viven una mala racha que dura cuatro temporadas. Y hay que ir a las causas, porque en el deporte las temporadas no se pierden en el último partido, comienzan antes.

La actual versión de Industriales fue señalada entre las favoritas precontienda por su plantilla, donde, desde el papel, se vislumbraba fortaleza ofensiva con una nutrida banca, aunque siempre el área de pitcheo estuvo bajo sospecha. Durante la competencia se verificaron otras lagunas y el director ensayó una alineación tras otra, algo que venía desde la temporada anterior.

Dos factores complicaron el panorama azul desde el arranque: la imposibilidad de contar con los jardineros Irait Chirino y Serguei Pérez y la llegada de los tres hermanos Gurriel al conjunto, recibida con recelo por muchos aficionados a la tropa celeste.

Sorpresivamente, por “razones” diversas durante la campaña regular, la dirección de Industriales,  relegó a tres de sus peloteros establecidos: los infielders Raiko Olivares y Juan Carlos Torriente y el jardinero Stayler Hernández. Avanzada la contienda, Olivares recuperó su posición de torpedero, pero los otros no.

Desacierto mayor

Al parecer, la dirección del equipo azul no ha lidiado bien con estos dos peloteros estelares que debieron ser justamente los encargados de abrir el line up y estuvieron por debajo de su rendimiento. Stayler es un jardinero de cinco herramientas y Torriente un talentoso jugador de cuadro, además de excelente bateador de contacto. Ambos estuvieron a punto de integrar la selección que fue al Clásico. A Torriente se lo impidió una lesión, a Stayler una injusticia.

Aún con altibajas y disímiles alineaciones, los azules lideraron la primera etapa de 45 juegos. Se suponía que, para la segunda, fortalecerían adecuadamente su cuerpo de lanzadores para afianzar un favoritismo, pero, por segunda temporada consecutiva, el director estuvo desacertado a la hora de pedir los refuerzos. Ese  factor fue determinante.

Un repunte final, en la segunda etapa, permitió a Industriales clasificar tercero a los play off y llegar con mucha energía a semifinales contra Pinar del Río. Las opiniones de los entendidos estaban divididas en cuanto a ofrecer un ganador por las carencias del bullpen en ambas escuadras.

La semifinal Industriales-Pinar fue atípica y desconcertante: después de un primer juego muy mal jugado por los capitalinos, del segundo al cuarto estos dominaron ampliamente a la ofensiva, mientras los bates pinareños enmudecían. Pero desde el quinto desafío se torció la historia: los verdes despertaron y los rivales se durmieron.
Claro que no solo la ofensiva decidió esta semifinal.

Hubo otras causas que también pesaron, como la lamentable decisión arbitral, en el quinto juego, de revisar el video de una jugada, malinterpretando las reglas. A partir de ese incidente, luego del tiempo transcurrido, el lanzador pinareño, que estaba virtualmente explotado, tomó un segundo aire y empezó a escribirse otra historia, favorable a Pinar,

Pesadilla celeste

Pero también pesaron la errática utilización del pitcheo por la dirección de Industriales en varios juegos, los desaciertos de esa propia dirección en materia de estrategia ofensiva (ordenaba el toque de bola innecesariamente y no lo hacía cuando era lo indicado); los errores/horrores azules en el corrido de bases (¿responsabilidad del coach de tercera o de los jugadores?) en el último partido; y las increíbles sustituciones de Stayler Hernández en los dos últimos juegos.

Cierto que hubo una equivocación del árbitro de home que le costó a una carrera (decisiva) a Industriales (el video mostró cómo la pierna de Tomás tocó primero).

Pero lo más importante, lo que no olvidarán los jugadores y la dirección azul es la oportunidad que perdieron de rematar, de dar jaque mate cuando pudieron, en el quinto juego, ante su afición, cuando la mística y la leyenda estaban vivas y los acompañaban.

Pinar del Río -los peloteros y su afición- tienen ahora un relato victorioso para contrastar con el jonrón de Marquetti en 1986, mientras los azules asumieron una pesadilla en su currículum y una nueva historia que escribir para exorcizar el mal sueño y revivir la leyenda, con nuevos actores.

La final de la 53 Serie Nacional se inicia esta noche, a las 7:15 p.m., en el estadio Victoria de Girón de Matanzas. El equipo de Víctor Mesa, con largo descanso, debe emplear al zurdo Yoanni Yera, mientras que Alfonso Urquiola le dará la pelota a su mejor carta desde el box, Yosvani Torres.

Actualización de la finalísima:

Juego 1: Matanzas 5,  Pinar del Río 3

Juego 2: Pinar del Río 12, Matanzas 5

Juego 3: Pinar del Río 7, Matanzas 3

Juego 4: Matanzas 4, Pinar del Río 3 (10 innings)

Juego 5: Pinar del Río 9, Matanzas 8 (11 innings)

Juego 6: 15 de abril, estadio “Victoria de Girón”, Matanzas

Juego 7: 16 de abril, estadio “Victoria de Girón”, Matanzas*

* Solo si es necesario

 

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