Odrisamer Despaigne acaricia la gloria en Grandes Ligas

Odrisamer Despaigne estuvo tirando no hit no run hasta el octavo inning con dos outs.

Por Eric Reynoso

El derecho Odrisamer Despaigne coqueteó este domingo con la historia de Grandes Ligas y estuvo a punto de completar la hazaña en su quinta apertura con los Padres de San Diego, pero la pelota suele hacer sus maldades a última hora.

Despaigne estuvo a cuatro outs de convertirse en el primer lanzador de  los Padres en lograr un juego de No hit No run en la historia de la franquicia y en el primer cubano en conseguirlo en Grandes Ligas. Lo tuvo hasta el octavo inning con las bases limpias y dos outs hasta que dos bateadores de los Mets de Nueva York le arruinaron la fiesta.

Daniel Murphy conectó entonces un doblete entre left-center y David Wright lo siguió con un metrallazo arrastrado por el medio del terreno para empatar el juego y enviar a las duchas a un serpentinero que hasta el momento lo había hecho todo bien. Su compatriota Yasmani Grandal se había encargado de darle la ventaja mínima que disfrutó el equipo hasta las postrimerías del partido, con jonronazo en el cuarto episodio.

Cerrada ovación

Con el juego empatado a una carrera y 123 lanzamientos completados por Despaigne, el mánager de los Padres decidió relevarlo, y se quedó incluso fuera de decisión. El público puesto de pie lo despidió con una merecida ovación.

Así terminó la jornada dominical de Despaigne, que sigue llamando la atención de los comentaristas y los expertos en el mundillo de Grandes Ligas. Fue una tarde muy especial, marcada por las sorpresas en el Petco Park de San Diego, donde una anciana de 105 años tuvo a su cargo en lanzamiento de la primera bola.

El veterano comentarista Phil Rogers le dedicó notables elogios al desenvolvimiento de Despaigne tras la labor de este domingo: “El novato cubano de los Padres entregó 7 2/3 entradas con la misma magia que permitió al Duke Hernández labrarse su propio nicho histórico con los Yankees y luego los Medias Blancas (…)  Despaigne no tiene el tipo de brazo poderoso que genera grandes contratos. Pero tiene el mismo tipo de talento que conviritió en leyendas a sus compatriotas Mike Cuellar, Luis Tiant y Hernández”.

Al final los Padres coronaron el esfuerzo del cubano, dejando al campo a sus rivales en el noveno con victoria de 2×1.

Los Padres -establecidos en 1969- siguen con el maleficio de ser el único equipo de Grandes Ligas cuyos lanzadores no han logrado nunca un juego sin hits ni carreras. Pero para Despaigne las cosas no pueden pintar mejor en su aún joven carrera profesional.

Números de lujo

Tras ser firmado en mayo con un contrato de liga menor por $1 millón, Despaigne ha demostrado estar listo para empeños mayores y cheques más abultados. Desde su debut el pasado 23 de junio, sus números son excepcionales: en 34.1 entradas lanzadas, ha permitido apenas cinco carreras para un promedio de lujo de 1.31, con balance de 2-1. Con ese PCL, el ex abridor de Industriales se coloca como el sexto mejor en la Liga Nacional, codeándose con figuras como Clayton Kershaw, Edinson Volquez, Adam Wainright y Tim Lincecum.

Hasta ahora todas sus salidas han sido de calidad (quality star), pues Despaigne no ha permitido más de dos carreras en ninguna ocasion.

Despaigne, de 27 años, desertó en el verano del 2013 en París cuando la selección cubana se dirigía a Rotterdam para participar en el XIV Torneo Interpuertos de esa ciudad holandesa. En ocho campañas con Industriales en las series nacionales cubanas, compiló para 61-43 con 684 ponches y 3.55 PCL.

Su presencia en los Padres ha resultado una inyección revitalizadora para el pitcheo del conjunto, que va en tercer lugar de la División Oeste de la Liga Nacional con 43-55. Aunque todavía es prematuro y quedan 64 juegos para el fin de temporada, Despaigne se ha sumado ya a la ola de los peloteros cubanos que están despertando furor, con José Dariel Abrey y Yasiel Puig a la cabeza.

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