La fuga de los Gourriel: Pasajes de un béisbol moribundo

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Foto de la manifestación de la delegaciión cubana para repudiar a los ” desertores”, publicada en el diario Granma. Foto: Ricardo López Hevia.


Por Eric Reynoso
Horas después de proferir elogios al estelar Yulieski Gourriel por la actuación en la 58 Serie del Caribe de Béisbol y su inclusión en el Todos Estrellas del torneo, el diario Granma tuvo que doblar la hoja y acusarlo de entregarse a “los mercaderes del béisbol rentado y profesional”.
El Granma y el Noticiero Nacional de Televisión –en su edición del mediodía- confirmaron la deserción de Yulieski, de 31 años, y su hermano Lourdes, de 22, en la madrugada de este lunes en República Dominicana.
En la tarde el programa televisivo la Mesa Redonda repitió la comunicación con los epítetos insultantes, pero luego se pasó a un análisis de la Serie del Caribe sin más referencias a los dos hermanos devenidos traidores de la noche del domingo a la madrugada del lunes.
Mercaderes del béisbol rentado
La comunicación repetida en los medios oficiales dijo que ambos habían abandonado el hotel donde se encontraba la delegación cubana “en franca actitud de entrega a los mercaderes del béisbol rentado y profesional”.
“Este hecho fue inmediatamente rechazado por los integrantes de la selección cubana, quienes emitieron una declaración”, agregó la nota oficial.
No se ha divulgado aún el contenido de la declaración, que según confirmó CaféFuerte, fue leída durante un mítin de repudio a los fugados, realizado esta mañana tras confirmarse la noticia. El diario Granma publicó una foto de la delegación reunida junto a una bandera cubana, presumiblemente en el momento del repudio.
Según testimonios recogidos, los Gourriel se fueron en una camioneta negra cuya procedencia no ha podido ser comprobada, aunque se habló de que tenía identificación del ejército dominicano. Al parecer los desertores salieron vestidos con uniformes de las fuerzas dominicanas.
La fuga trató de ser impedida por agentes de la seguridad cubana, pero todo sucedió vertiginosamente, en un abrir y cerrar de ojos.
Respuesta airada
Una fuente del hotel dijo que incluso el embajador de Cuba en República Dominicana, Carlos Jesús de la Nuez Lٕópez, hizo acto de presencia en el lugar y ha pedido explicaciones por lo sucedido.
La airada respuesta oficial se explica por varias razones. En primer lugar, porque se va uno de los íconos sobrevivientes de la pelota en la isla, luego de rechazar propuestas para escapar y jugar en Grandes Ligas desde el 2006, cuando asistió al I Clásico Mundial en Estados Unidos. Al tomar la decisión, arrastra a su hermano, uno de los más prometedores prospectos de la isla.
En segundo lugar, porque la estampida de los Gourriel se produce en momentos en que el “tigre” está terriblemente herido tras la decepcionante debacle de la selección cubana en la Serie del Caribe, donde trataban de revalidar el título y se fueron con 1-4, vapuleados por el bateo rival.
También habría que recordar que los Gourriel provienen de una estirpe que la retórica oficial considera una “familia revolucionaria” por todo lo que significó el Gran Lourdes Gourriel para una época reciente del béisbol en la isla.
Golpe desmoralizador
Se trata de un golpe desmoralizador, tras todas las proclamaciones de fe del padre, mimado por el régimen a todos los niveles, y sus hijos. Atrás quedó solo Yunieski, un jardinero de desempeño notable, pero nada excepcional, y quien acaba de cumplir un contrato profesional en Canadá.
La partida de los Gourriel deja un profundo vacío en la alineación de Industriales, equipo que batalla en la 55 Serie Nacional para quedar entre los cuatro finalistas por el cetro. Las aspiraciones del conjunto azul son ahora menores, porque no solo se van dos de sus pilares, sino que está en interrogante el lugar que quedará para el mayor de los hermanos.
Pero sobre todo, este hecho es una bofetada a la estrategia cubana de negociar con Grandes Ligas para que los peloteros residentes en la isla puedan acceder al béisbol profesional en Estados Unidos. Yulieski era la carta de tentación y, a su vez, el as apaciguado con la promesa de que “ya viene llegado” la normalización del proceso que ya Cuba ha tratado de adelantar con ligas profesionales de Latinoamérica y Japón.
El propio Yulieski había sido ya objeto de un experimento que comenzó en el 2014: firmó un contrato por un año y un millón de dólares con el equipo de Yokohama de la liga japonesa, pagó sus impuestos en Japón y le dio un 10% de sus ingresos a la Federación Cubana de Béisbol. Pero al año siguiente el contrato le fue cancelado al no reportarse en tiempo alegando lesiones.
Incluso se llegó a pensar que el pelotero era la carta oficial para una negociación con los Yankees de Nueva York.
No estamos dispuestos a esperar
El mensaje que deja esta deserción es que los jugadores cubanos no están dispuestos a esperar ilimitadamente por el momento en que llegue el eventual acuerdo, ya pedido por las Grandes Ligas al Departamento del Tesoro. Y a la vez echa un cubo de agua fría al proyecto de acercamiento de las Grandes Ligas.
En otras palabras, que los jugadores cubanos estarán muy interesados en la “normalización” de contratos con Grandes Ligas, pero se preguntan si esta variante no resulta demasiado desventajosa como para quedarse cruzados de manos y aguantarse los pies ante la opción de huida.
Yulieski da este paso, sin dudas, en un buen momento de su carrera, aunque tardíamente. Su desempeño en la Serie del Caribe fue excepcional, bateando de 20-9 para promedio de 450 y con más de 1,000 de OPS. Para tomar las palabras elogiosas del redactor subdirector del Granma, “le tapó la boca a quienes dicen que solo produce para 500 frente a la nobleza de las lomitas de la Serie Nacional”.
Por lo pronto, su contrato pudiera ser inmediato y rondaría los $80 millones de dólares, tratándose de un jugador hecho, sin necesidad de esperar autorizaciones especiales por haber jugado más de cinco años en los campeonatos de su país. Su hermano Lourdes tendrá que ajustarse a las nuevas reglas para jóvenes jugadores, con limitaciones de contrato, según los reglamentos vigentes desde el 2012.
La sangría de talentos que sufre la pelota cubana sumó en el 2015 más de 120 bajas entre deserciones, fugas marítimas, bajas solicitadas, suspensiones y otras modalidades de la crisis. Los Gourriel marcan un capítulo altamente mediático por todo lo que su salida significa, pero no serán los últimos de este carrusel de escapadas a los que nos tiene ya acostumbrados la hecatombre del deporte nacional en la Isla que se repite.

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