Serie de Caribe: Termina el sueño de los Tigres con derrota de 7×2; México campeón

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El veterano Yunieski Betancourt (izq.), verdugo de los Tigres en la Serie del Caribe.


Por Eric Reynoso
Ahora sí se acabaron todas las esperanzas de los Tigres de Ciego de Avila en la 58 Serie del Caribe de Béisbol. El equipo cubano cayó en semifinales con los invictos Venados de Mazatlán con marcador de 7×2 en un juego que tuvo como principal castigador ofensivo a uno de sus compatriotas: el villaclareño Yunieski Betancourt.
El veterano Betancourt fue la figura clave de la producción ofensiva de los Venados , bateando de 4-3, incluyendo un doblete decisivo que trajo tres carreras en el séptimo inning para dar cifras definitivas al encuentro y enviar a las duchas al relevista Yaifredo Domínguez.
Betancourt había abierto la anotación de los mexicanos con imparable impulsor en la cuarta entrada (remilcó cuatro de las siete carreras de su equipo) y anotó otra en el sexto, en jugada en que Alfredo Despaigne se enredó aparatosamente con la pelota en la pradera izquierda. Sumando los dos juegos que Cuba tuvo con los mazlataneros, Betancourt bateó de 6-5, con dos tubeyes, cuatro impulsadas y tres anotadas.
Machado desesperado
Roger Machado le dio nuevamente la pelota a Vladimir Baños, quien no pudo hacerse justicia en su salida ante Venezuela, dos jornadas antes. Baños colgó tres ceros, pero en el cuarto le llenaron las bases con un discutible boleto a Jorge Vázquez y Betancourt sonó luego uno de sus cañonazos para decretar su explulsión. Al rescate vino Liván Moinelo que tiró cinco bolones y acabó con la paciencia de Machado, quien en su desesperó le aplicó la grúa y trajo a Yander Guevara. El diestro avileño sofocó la rebelón de los venados, no sin antes permitir la tercera carrera del inning tras jugada de doble-play.
Guevara dio un cero en el quinto capítulo, pero en el sexto los mexicanos le abrieron con dos sencillos consecutivos y Machado siguió moviendo fichas del bullpen. Trajo a Yoanni Yera, quien frustró una jugada de sacrificio pero no pudo impedir el hit impulsor de Erick Rodríguez, que remolcó a Betancourt en el lance ya mencionado que hizo lucir mal a Despaigne.
Así las cosas y con el juego 4×0, los Tigres se animaron en el séptimo, que parecía un inning de racimo para la escuadra criolla. Pero luego de anotar una, dos de las grandes promesas de la pelota cubana, José Adolis García y Stayler Hernández fallaron estrepitosamente en fly al central y rolata de doble-play para matar las aspiraciones de empate.
Sin bateo oportuno
Y fue cuando vino la cornada fatal de los Venados en la parte baja del inning de la suerte.
Sin amilanarse a pesar del abultado marcador, los Tigres fueron a la carga en el octavo y descontaron una por boleto a Yulieski Gourriel y doble de Despaigne. Llegaron incluso a llenar luego las bases con dos outs, pero Osvaldo Vázquez se metió un suculento ponche mirándola pasar ante el relevista Jake Sánchez.
En el noveno, con dos outs, Yulieski cogió boleto y Despaigne fue golpeado por un lanzamiento, pero esta vez el ponche se lo tomó Ariel Borrero para terminar con las aspiraciones de los Tigres en la Serie. Un equipo que batea de 8-0 con corredores en posición anotadora, incluidos dos doble-plays, tiene realmente muy pocas opciones de triunfo.
Valga apuntar el buen trabajo del zurdo mexicano Hector Daniel Rodríguez durante seis entradas. Tras abrir el boleto el séptimo y dar claros síntomas de cansancio, el mentor  Juan José Pacho lo sustituyó por Terance Marin. Rodríguez es un veterano de 10 años en la Liga Profesional Mexicana y lazxa con mucha sabiduría en cuanto a combinar lanzamientos y poner la pelota donde quiere. Ha estado en sucursales de ligas menores con los Bravos de Atlanta, pero no ha dado el salto a Grandes Ligas.
Con la cara hinchada
Concluye el paso de los Tigres de Ciego de Avila con la cara hinchada. Cuba venía con el reto de revalidar el título alcanzado con Vegueros la pasada contienda regional y luego de tres deerrotas consecutivas se metieron en la segunda fase con una peleada -y milagrosa- victoria de 4×2 frente a los Leones del Escogido (República Dominicana), en 14 entradas, la noche del viernes. Pero el embrujo que protegió a los Vegueros no se repitió esta vez, porque en béisbol (como en todo) es imposible vivir de brujerías y milagros.
Las conclusiones están a flor de piel y no hay que repetirlas más. La pelota cubana está en una crisis total y profunda, y aunque el talento permanece, la integración de esas talentosas figuras en una efectiva maquinaria de béisbol es harina de otro costal. Ni la estrategia de juego, ni la preparación de los bateadores, ni el pitcheo de mediopelo con que contamos, están a la altura de lo que requiere este nivel de profesionalismo. Y si finalmente no surge una “revolución beisbolera” en el país en consonancia con una nueva mentalidad para la Serie Nacional, pues tomará décadas restaurar la pelota cubana.
La 58 Serie del Caribe la decidirán los sorprendentes Venados de Mazatlán y los Tigres de Aragua (Venezuela), que a primera hora despacharon por paliza de 13×3 a los Cangrejeros de Santurce. Por cierto que en la victoria de los Tigres venezolanos tuvo mucho que ver la ofensiva del trío cubano integrado por Adonis García, Félix Pérez y Dariel Alvarez.
Actualización: Los Venados de Mazatlán se coronaron finalmente como campeones de la 58 Serie del Caribe de Béisbol al derrotar a los Tigres de Aragua con cerrado marcador de 5×4. El partido llwegó empatado al final del noveno inning y se decidió por jonrón de Jorge Vázquez por la banda izquierda, que dejó tendidos a los venezolanos en el terreno del Estadio Quisqueya “Juan Marichal”.

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