Angustias del periodismo: Una mirada al mapa de 2019

Angustias del periodismo: Una mirada al mapa de 2019

Cada año, NiemanLab, el revelador sitio de la Fundación Nieman adscrito a la Universidad de Harvard,  recoge los testimonios de algunas de las personalidades más brillantes del periodismo acerca de sus predicciones para la profesión. En esta ocasión, la publicación ha convocado a más de 150 especialistas desde todos los confines para trazar el mapa del periodismo del 2019, un panorama que no resulta nada alentador para quienes creemos aún en la necesidad de un ejercicio periodístico profundo, veraz y socialmente útil. De ese angustioso mapa de vaticinios, CaféFuerte publica una de las más lúcidas reflexiones, escrita por el periodista y profesor Rasmus Kleis Nielsen. (W.Cancio Isla)

UN TRANCE LARGO Y LENTO, SIN QUE NADIE VENGA AL RESCATE

Por Rasmus Kleis Nielsen*

El 2019 será otro año terrible para el negocio de las noticias y los periodistas tendrán que enfrentar la dura realidad de que nadie vendrá a rescatarlos, ni multimillonarios benignos, ni compañías de plataformas, ni políticos.

A lo largo de 2019, veremos la continua disminución de los ingresos ya muy reducidos de la impresión (que todavía representan más del 90 por ciento de los ingresos de los periódicos a nivel mundial), una erosión de los ingresos de la televisión en los mercados maduros, la publicidad digital todavía dominada por las plataformas (con nuevos participantes como Amazon aumentando las presiones sobre los editores), y en la mayoría de los casos solo un progreso sostenido en los crecientes ingresos de los lectores.

Además, tanto los acreedores como los inversionistas perderán la paciencia con los medios de comunicación, ya sea legado (como se ve con Johnston Press) o digital (presenciando la venta de los restos de Mic y la valoración muy reducida de Vice Media), renuentes a arriesgar más dinero en una burbuja de contenido digital que todavía no es sostenible basada en los modelos de negocios actuales.

Y con la expansión de los teléfonos inteligentes baratos, estos desafíos son verdaderamente cada vez más globales, incluso en mercados como China e India, donde muchas organizaciones noticiosas pensaron que tenían años, si no décadas, para adaptarse a lo digital.

Entonces, para la mayoría de los medios de comunicación, 2019 significará menos dinero, más recortes.

Los ingresos por publicidad estarán bajo una presión inmensa, y para financiar la producción de noticias profesionales independientes, por lo tanto, será cada vez más importante hacer el tipo de periodismo que la gente está dispuesta a pagar (o apoyar directamente a través de donaciones y membresías).

Para la mayoría de las organizaciones de noticias, este es un cambio fundamental, mucho más exigente que simplemente poner un muro de pago y esperar que la gente se suscriba. Gran parte de las noticias actualmente publicadas en internet simplemente no vale la pena pagarlas. Parte de eso no merece nuestra atención fugaz y mucho menos dinero en efectivo.

Por lo tanto, el cambio tiene que ser sobre un periodismo mejor y más distintivo en una batalla increíblemente competitiva por la atención; sobre un mayor enfoque en lo que los lectores realmente valoran; sobre las organizaciones y tecnologías diseñadas para servirles de manera eficiente; y quizás, lo más importante, sobre un compromiso a largo plazo: para hacer los cambios necesarios y  ganar lectores que paguen, uno a uno, conservándolos, acumulándolos.

El éxito no vendrá fácil o rápidamente. Tomará años, tal como sucedió en el pasado. A medida que los modelos antiguos continúan desmoronándose a nuestro alrededor y surgen otros nuevos aún en los inicios y ajustes, es fácil olvidar (pero es importante recordar) cuánto tiempo llevó la construcción de un negocio masivo de noticias impresas.

Tomemos como ejemplo a Estados Unidos, donde la revolución comercial que transformó a los periódicos de órganos para estrechas élites culturales, mercantiles y políticas en verdaderos medios de comunicación de masas, llevó más de medio siglo. En realidad, solo después de la combinación del periodismo popular, el crecimiento de la publicidad y el desarrollo de la impresión con linotipos, los periódicos construyeron una (pagada) circulación masiva entre los años 1880 y 1930.

Por lo tanto, la circulación de la impresión masiva no apareció de la noche a la mañana, sino que llevó décadas de trabajo arduo y constante innovación editorial, comercial y tecnológica.

El negocio otrora rentable ha estado en declive estructural desde la década de 1950 y nunca regresará a lo que era. No podemos esperar construir uno nuevo rápidamente. Tomará años, será difícil y muchos fracasarán.

Pero tenemos que construir un nuevo negocio. En el mejor de los casos, la alternativa es la eliminación de activos, la reducción continua de costos y el descenso gradual a la irrelevancia. En el peor de los casos, la alternativa son los medios informativos al servicio del Estado o los que se conviertan en instrumentos de quienes pueden permitirse el lujo de subvencionarlos por razones ideológicas o interés propio.

Si queremos construir un nuevo negocio sostenible de noticias digitales en este entorno desafiante, los periodistas deberán estar a la vanguardia. Por eso, 2019 debe ser sobre dinero, dinero, dinero (y las inversiones editoriales, organizativas y tecnológicas necesarias para reordenar el negocio de las noticias).

Los periodistas no pueden desarrollar este negocio por sí solos (y no es necesario, hay mucho que ganar con la colaboración, el intercambio y las empresas conjuntas), pero deben desempeñar un papel de liderazgo. A nadie le importa más, nadie tiene más en juego, y nadie está mejor posicionado para construir nuevos negocios en torno a los valores periodísticos, la independencia editorial y la aspiración eterna de buscar la verdad y denunciarla.

Rasmus Kleis Nielsen es director del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo y profesor de Comunicación Política en la Universidad de Oxford, Inglaterra.

Traducción: Café Fuerte

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