Documento: Cineastas cubanos por el cine cubano

Como una suerte de obsesión cíclica, vuelven nuevamente los empeños gubernamentales por reformar el Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográficos (ICAIC), una entidad que fue responsable por la producción audiovisual del país durante los últimos 54 años.

Al parecer, el ICAIC entra en los planes de “cambios estructurales” que el gobierno de Raúl Castro pretende implementar desde su ascensión plena al poder en el 2008. 

No es nueva esta voluntad de reorganización del ICAIC por parte de la élite gubernamental, casi siempre coincidiendo con momentos de crisis interna. Sucedió en 1982 a raíz de la polémica suscitada por la supreproducción Cecilia, de Humberto Solás, cuyo revuelo social terminó con la sustitución momentánea de Alfredo Guevara por Julio García Espinosa.

Luego sería Julio García Espinosa el enviado a un vergonzoso “plan pijama”, en 1991, tras el escándalo generado por la película Alicia en el pueblo de Maravillas, de Daniel Díaz Torres. El triste aparataje de censura y movilización policial trajo de vuelta a Guevara al frente de la institución por llamada directa de Fidel Castro. Es recordado por aquellos días el comunicado publicado en la prensa oficial, salido de la oficina del entonces zar ideológico Carlos Aldana, en el cual se hacía referencia al ICAIC como los “Estudios Cinematográficos del Ministerio de Cultura” , anticipando lo que parecían una inminente disolución.

Ahora, sin haber trascendido públicamente, el Consejo de Ministros ha conformado una comisión gubernamental, intregrada por Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros, y Marino Murillo, vicepresidente del Consejo de Ministros, para transformar el organismo.

Otra vez tiene que ver con un momento de incertidumbre en el organismo, golpeado por una ineficaz conducción de su actual presidente, Omar González, el deterioro creciente del otrora ejemplar organismo (lo que incluye la debacle del propio edificio que lo aloja), y la muerte reciente de dos de sus pilares de fundación: Alfredo Guevara y Camilo Vives.

Ante el incierto panorama de subsistencia, los realizadores del ICAIC se movilizaron el pasado 4 de mayo y celebraron una reunión para exigir se consideraran sus opiniones y perspectivas en torno a la creación cinematográfica del país.  De esa reunión salió un documento, con fecha del 8 de mayo, que CaféFuerte reproduce a continuación como parte de su cobertura sobre la controversia en marcha.

CINEASTAS CUBANOS POR EL CINE CUBANO

El que sigue es el documento del Grupo de Cineastas Cubanos electo en la Asamblea de Cineastas del sábado 4 de mayo en el Centro Fresa y Chocolate, tras su primera reunión el 8 de mayo:

Convocados por la necesidad de participar en todos los planes y acciones que se proyecten para el cine cubano, se realizó un encuentro de cineastas el 4 de mayo del 2013 en el Centro Cultural Fresa y Chocolate, el cual eligió un grupo de trabajo que quedó integrado por Enrique Kiki Álvarez, Enrique Colina, Rebeca Chávez, Lourdes de los Santos, Daniel Díaz Ravelo, Pavel Giroud, Magda González Grau, Inti Herrera, Senel Paz, Fernando Pérez, Manuel Pérez y Pedro L. Rodríguez.

El objetivo esencial de este grupo es representar a los cineastas en todas las instancias y eventos, propiciar y garantizar la participación activa de los mismos en todas las decisiones y proyectos que se relacionen con el cine cubano, y luchar por la protección y desarrollo de estas artes e industrias y de sus hacedores, lo cual es nuestro derecho y deber como protagonistas de esta manifestación artística. En su primera reunión, el grupo llegó a las siguientes conclusiones y acuerdos:

1-. Reconocemos al Instituto Cubano del Cine y la Industria Cinematográficos (ICAIC) como el organismo estatal rector de la actividad cinematográfica cubana; nació con la Revolución y su larga trayectoria es un legado que pertenece a todos los cineastas. Al propio tiempo, consideramos que los problemas y las proyecciones del cine cubano en la actualidad no atañen solo al ICAIC, sino también a otras instituciones y grupos que de manera institucional o independiente están implicados en su producción, y sin cuyo concurso y compromiso no es posible alcanzar soluciones válidas y duraderas. Por esa razón, su reorganización y fomento no puede hacerse solo en el marco de este organismo.

2-. Entendemos por cine cubano el producido a través de mecanismos institucionales, independientes, de coproducción con terceros o de fórmulas mixtas; y como cineastas a todos los creadores, técnicos y especialistas cubanos de estas artes e industrias que realicen su trabajo dentro o fuera de las instituciones, sean cuales sean sus estéticas, contenidos o afinidades grupales. En consecuencia, es indispensable la aprobación del Decreto Ley para el reconocimiento del Creador Audiovisual. Este decreto debe ser enriquecido con todos los complementos legales adicionales que sean necesarios.

3-. Estimamos esencial la promulgación de una Ley de Cine, en cuya elaboración y propuesta participemos todos y que sea el cuerpo legal que ordene y proteja esta actividad artística y económica en el país.

4-. Consideramos importante estudiar e implementar un Fondo de Fomento al Cine, al que accedan todos los autores en igualdad de derechos y condiciones, en convocatoria abierta y ante un jurado independiente cuyo parámetro de selección sea la calidad y factibilidad integrales de los proyectos.

5-. En la etapa actual, los cineastas damos prioridad a la organización y remodelación de las formas de producción y realización de obras, en el concepto de que estas son, en primera y última instancia lo esencial por ser la manera en que nos expresamos y conectamos con el público. De igual forma, planteamos impulsar una visión sistémica de nuestra actividad que abarque la organización y remodelación de las formas de producción, distribución, exhibición y proyección nacional e internacional del cine cubano.

6-. Empezar el trabajo, revisando y actualizando el Documento Propuestas para una renovación del cine cubano, aprobado en el VII Congreso de la UNEAC en el 2008. En la medida en que se avance, se irán compartiendo las propuestas con todos los cineastas.

7-. Intercambiar propuestas y puntos de vista con la Comisión Estatal que trabaja en la elaboración de las propuestas para la transformación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.

8-. Manifestar nuestra profunda preocupación por todo lo concerniente a las relaciones y la proyección internacionales del cine cubano, que fue un movimiento revolucionario de vanguardia en el contexto latinoamericano y mundial. Aspiramos a una rápida recuperación de las relaciones y el intercambio con cineastas de América Latina y el mundo, y a la continuidad del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, que en su próxima edición cumple 35 años.

9-. Este grupo de representación realizará su trabajo en permanente diálogo y comunicación con todos los cineastas a través de asambleas periódicas, las cuales tendrán la potestad de ratificar o renovar a los integrantes del grupo, tomar decisiones de interés común y definir las prioridades y las líneas de trabajo.

La Habana, 8 de mayo de 2013.

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Crisis en el ICAIC: No hay sábado sin sol

Documento: Reflexionando sobre el cine cubano actual/2008

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