Documento: Obispos de EEUU piden restablecer relaciones plenas con Cuba

La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) envió un urgente reclamo al gobierno de Estados Unidos para que levante el embargo y restablezca las relaciones diplomáticas con Cuba.

En una carta enviada a la secretaria de Estado Hillary Clinton, el obispo Richard E. Pates dijo que sólo un mayor acercamiento y un diálogo responsable con Cuba pueden lograr un cambio positivo hacia la democracia y la libertad en la isla.

Pates preside el Comité de Justicia Internacional y Paz de la USCCB y formó parte de la delegación de obispos católicos de Estados Unidos que viajó a la isla en ocasión de la visita del Papa Benedicto XVI, el pasado marzo.

La misiva de Pates fue divulgada este miércoles en la página de la USCCB. CaféFuerte reproduce el texto íntegro del documento en su versión en español:

7 de abril 2012

Honorable Hillary Rodham Clinton
Secretaria de Estado
Washington, DC 20520

Estimada Secretaria Clinton:

En nombre de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos (USCCB), escribo para animar al compromiso entre Estados Unidos y Cuba. La flexibilización de las restricciones de viaje que Estados Unidos anunció el año pasado fue un paso importante y positivo. Habiendo regresado recientemente de un viaje a Cuba durante la visita del Papa Benedicto XVI, puedo dar testimonio de primera mano de lo que estas modificaciones de política han favorecido, aunque sea solo un aperitivo de lo que realmente debe suceder por el bien de los pueblos de ambos países. Es imperativo que haga más para apoyar la profundización del diálogo y la comunicación entre nuestros respectivos países, lo que permanece como gran promesa para la promoción de los derechos humanos y el cambio positivo del prolongado sufrimiento del pueblo cubano.

Instamos a levantar el embargo vigente hacia Cuba para que un mayor apoyo y asistencia puedan ser proporcionados a los ciudadanos comunes de ese país. Organizaciones caritativas, incluidas las de la Iglesia Católica, proporcionan servicios esenciales para la sobrevivencia de los cubanos más empobrecidos y marginados. Mientras estaba en Cuba, tuve la oportunidad de visitar los programas que proporcionan cuidado de niños y ancianos, los que proporcionan alimentación y atención médica a personas pobres y vulnerables. Los miembros del personal que administran estas instalaciones lo hacen desinteresadamente y altos funcionarios de la Iglesia cubana responsabilizados con estos programas me dijeron en repetidas ocasiones que la eficacia de su labor se vio obstaculizada por la incapacidad para obtener productos procedentes de Estados Unidos debido al embargo comercial.

Al hablar con funcionarios de la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana, fuimos estimulados por su evaluación positiva de la labor de las organizaciones católicas caritativas en Cuba y el papel que desempeñan en el desarrollo de una sociedad más libre y humana. Para hacer bien este trabajo, estas organizaciones no deben ser gravadas por obsoletas políticas que sólo dañan a las personas más vulnerables. Todas las restricciones deben ser examinadas sistemáticamente y eliminadas, por lo que la completa abolición del embargo y sus efectos nocivos puede lograrse. Esta carga no es asumida por los miembros de la élite gobernante cubana, sino por los cubanos de a pie y especialmente por los más débiles miembros de esa sociedad.

La Iglesia Católica en nuestro país y en Cuba ha sostenido durante mucho tiempo que un mayor y no limitado compromiso con Cuba puede lograr un cambio positivo en ese país. El llamado de la Iglesia en Cuba ha sido siempre uno para el diálogo: genuino y abierto diálogo dentro de Cuba y diálogo entre Cuba y el mundo exterior que, al margen de Estados Unidos, existe en la actualidad. Los obispos de Estados Unidos siguen pidiendo un compromiso decidido en lugar de aislamiento ineficaz. De esta manera, nos hacemos eco de las palabras del Papa Benedicto XVI, quien en sus palabras de despedida en La Habana, señaló,

“Que La luz del Señor que ha brillado con fulgor en estos días no se apague en quienes le han acogido y ayude a todos a estrechar la concordia y hacer fructificar lo mejor del alma cubana, sus valores más nobles, sobre lo que es posible cimentar una sociedad de amplios horizontes, renovada y reconciliada. Que nadie se vea impedido de sumarse a esta apasionante tarea por la limitaciión de sus libertades fundamentales, ni eximido de ella por indolencia o carencia de recursos materiales, situación que se ve agravada cuando medidas económicas restrictivas y fuerzas desde fuera del país pesan negativamente sobre la población”.

Esperamos y rezamos por medidas rápidas y apropiadas que permitan establecer relaciones diplomáticas plenas con Cuba y levantar todas las restricciones a los viajes a Cuba y para ofrecer una mayor asistencia pueblo-a-pueblo con la gente cubana. Al hacerlo, estaremos apoyando al pueblo de Cuba, nuestros vecinos a 90 millas de distancia, en el logro de una mayor libertad, derechos humanos y libertad religiosa, además de contar con un socio que beneficiará el comercio estadounidense.

Atentamente,

Reverendísimo Richard E. Pates
Obispo de Des Moines
Presidente, Comité de Justicia Internacional y Paz

Traducción: CaféFuerte

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