La guayaba de cartón: Cuba quiere ponerse para el negocio del coco

Pues la cosa parece que va en serio con el coco cubano.

El gobierno cubano está interesado en recuperar la decaída industria del coco y en los planes figura impulsar la cooperación con uno de los mayores productores mundiales del fruto, la lejana islita de Sri Lanka, antigua Ceilán.

Así las cosas, entre el 24 y el 29 de junio pasados, llegaron a Cuba las máximas autoridades del coco en el país asiático, invitadas por el Ministerio de Agricultura, con la idea de ratificar un Memorando de Entendimiento para el Desarrollo del Coco, que fue firmado entre ambos gobiernos en junio del 2012.

Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de Agricultura de Cuba, recibió a Jagath Pushpakumara, ministro de Desarrrollo del Coco en Sri Lanka, quien estuvo acompañado por el presidente de la Junta Estatal de Investigación del Coco, HPM Gunasena; el director del Instituto de Investigación del Coco, el doctor Jayantha Gunathillake; y la presidenta de la Junta de Cultivo del Coco, Sarath Keerthiratne.

Coco muy importante para el pueblo

De acuerdo con los reportes de la prensa ceilandesa, los visitantes recibieron la bienvenida en la sede Ministerio de Agricultura en La Habana, donde Rodríguez Rollero les informó sobre “el estado actual del sector de coco del país y su importancia para el pueblo y la economía cubana”.

El cocotero es la planta cultivable más extendida en el mundo y el principal suministrador de grasa vegetal, componente muy solicitado en la industria de jabonería y perfumería, mientras que la masa resulta ideal para la fabricación de conservas y horchatas.

Sri Lanka figura entre los cinco mayores productores mundiales de coco, con 954 mil toneladas anuales.

El titular cubano agradeció “el compromiso y entusiasmo para promover la cooperación en el sector de coco”. Ambos ministros reafirmaron entonces su determinación de trabajar juntos y elaborar un plan de acción para implementar el Memorando de Entendimiento para el Desarrollo del Coco, lo que implicará el intercambio de delegaciones, conocimientos y experiencias, la transferencia de tecnología, y la promoción de la cooperación científica y tecnológica sobre el tema de los cocoteros. Es decir, planes muy serios en torno al coco.

El Ministro Pushpakumara extendió una invitación a Rodríguez Rollero para que visitara pronto Sri Lanka en una fecha próxima (se supone que tras pedirle permiso a Raúl Castro pueda hacerlo pronto, entre un Consejo de Ministros y otro).

Visitando cocoteros del oriente

La delegación de Sri Lanka hizo luego una visita de tres días a la región oriental, empezando por Baracoa, considerada la capital cubana del coco. Allí no solo se encuentran las mayores plantaciones de coco del país, sino también las instalaciones de procesamiento e investigación del fruto.

También hubo visitas a otras regiones cocoteras, como Granma y Ciego de Avila.

Tras meterle coco al asunto, el ministro Pushpakumara aseguró que Sri Lanka va a ayudar en la capacitación, transferencia de conocimientos y tecnología para la introducción de nuevos productos, cultivo de variedades y prácticas de gestión sobre el cultivo.

En correspondencia, Cuba ayudará a Sri Lanka en la adquisición de conocimientos técnicos y apoyo tecnológico.

Pero esto de la ayuda técnica de los cubanos a Sri Lanka en cuanto a producir coco suena un poco raro.

Los cubanos están desarrollando una tecnología agroecológica para elevar la cosecha de coco, por vía de un experimento de la Estación de Suelos de Guantánamo. El proyecto promueve la siembra del cocotero, intercalándolo con piña, plátano, yuca, boniato, café, cacao y ñame, y dicen los que experimentan allí con eso que la cosa prospera.

Coco, plátano y yuca

Habrá que ver si los srilankeses van a aplicar esta iniciativa por allá. Porque los cubanos llevan demasiado tiempo tratando de producir plátano, yuca, boniato, café, cacao y ñame, y todo ha ido hacia atrás, a no ser que el milagro de intercalarlos en las siembras de cocotero traigan finalmente la buenaventuranza agrícola cubana.

Deben tener cuidado, pues en eso les la va subsistencia a sus ciudadanos. Cerca del 22 por ciento de los ingresos caloríficos de los habitantes de Sri Lanka se derivan del coco. Cada srilankés consume al año unos 120 frutos de coco.

Pero si en definitiva prospera el desarrollo del coco en Cuba, pues tal vez estemos a las puertas de una nueva salvación nacional, como las que ya hemos vivido gracias al Café Caturra, la Vaca Ubre Blanca, el Plátano MicroJet, el Yogur de Búfala y la Pasta de Oca, sin olvidar lo que nos promete a mediano plazo la moringa.

Solo que está muy cerca el recuerdo, tan cerquita como en el 2006, Cuba tuvo que importar -son datos de la prensa oficial- 300 toneladas de tomate de China, 395 toneladas de guayaba de Brasil y 50 toneladas de masa de coco de Sri Lanka para poder garantizar la producción industrial de la famosa fábrica La Conchita. Como para romperse el coco.

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