Documento: Carta respuesta de Angel Santiesteban a ocho escritoras cubanas

El escritor cubano Angel Santiesban, antes de entrar a la cárcel en febrero de 2013

El escritor cubano Angel Santiesban, antes de entrar a la cárcel en febrero de 2013

El escritor Angel Santiesteban, quien cumple una condena de cinco años de cárcel bajo cargos de “violación de domicilio y lesiones” contra su ex esposa, respondió este lunes una carta de condena en su contra suscrita por ocho escritoras cubanas.

Santiesteban, de 47 años, entró a la cárcel el pasado 28 de febrero, luego de un proceso judicial con varias  irregularidades que el escritor denunció desde un comienzo como parte de una maniobra gubernamental para acallar sus críticas. Su caso ha cobrado atención internacional y una abogada trabaja actualmente  en Cuba en la revisión de su causa.

A continuación reproducimos la carta de respuesta de Santiesteban, junto a la misiva de las escritoras, aparecida en ocasión del Día Internacional de la Mujer.

CARTA DE ANGEL SANTIESTEBAN A OCHO ESCRITORAS CUBANAS

Centro Penitenciario Lima, Guanabacoa
Lunes, 11 de Marzo

El 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, apareció publicada en el blog de Enrique Ubieta una nota firmada por varias escritoras pertenecientes a la UNEAC, pronunciándose sobre mi situación legal.

Es obvio que estas señoras (de algunas, aún conservo correos y dedicatorias amables hacia mi persona) no poseen los elementos necesarios para discernir y llegar a sus propias verdades, al mismo tiempo, comprendo el miedo a las consecuencias que puede acarrear el negarse a aceptar una proposición oficial por indecente que sea.

Me resulta paradójico, no obstante, que dichas escritoras que con tanto énfasis rechazan la violencia contra la mujer, parapetándose en las falsas acusaciones que se me imputan y esgrimiendo conjeturas sobre mi proceso, no hayan alzado su pluma ni una sola vez para rechazar o denunciar las graves y constantes violaciones físicas y morales que han sufrido y sufren las Damas de Blanco, símbolos de valor y resistencia pacífica en Cuba.

Jamás he escuchado sus voces indignadas cuando suceden los vergonzosos y detestables actos de repudio frente a la casa de Laura Pollán, en los que otras mujeres, que se comportan como si no lo fuesen, participan activamente insultando y golpeando bajo el consabido disfraz de “pueblo enardecido”.

¿Dónde están sus condenatorias y femeninas voces de la intelectualidad y la literatura oficiales cada vez que una mujer opositora es golpeada salvajemente, fracturados sus huesos, condenada a prisión sin proceso legal, humillada, violentada, frente a sus hijos y familia?

La doblez del discurso de estas escritoras es realmente penosa. Encarnan toda la decadencia y falsedad de un sistema que logra convertir en empolvadas agentes a seres que deberían estar conectadas con la creación y la belleza.

Sé que algún día lamentarán no haber sido honestas y consecuentes con sus dones e inteligencia.

Ángel Santiesteban Prats

CARTA DE OCHO ESCRITORAS CUBANAS SOBRE EL CASO DE SANTIESTEBAN

El escritor Ángel Santiesteban ha sido juzgado y condenado a prisión por agredir violentamente a su exesposa. Y enseguida han comenzado a circular notas de apoyo al escritor y de cuestionamiento a la sentencia del tribunal que lo juzgó. En casi todas se acusa a la víctima de loca, o de magnificar una leve “riña doméstica”. Nadie puede juzgar estos hechos sin conocer la profundidad de los daños causados por Santiesteban a su exesposa y a su hijo, y nadie debería acusar a la víctima de estar inventando un caso para que alguien sea condenado por ocultas razones políticas. La violencia contra la mujer tiene su origen, precisamente, en ese gesto tan usual de imaginarla carente de juicio, de  independencia,  o de opinión propia, y quienes esgrimen esas tesis están reproduciendo la agresión; como aquellos que culpan a la víctima de una violación de haber provocado a su agresor.

Las instituciones y organizaciones cubanas deben pronunciarse sobre este caso en particular y también acerca de la violencia contra la mujer en nuestra sociedad. Es preciso intensificar, multiplicar y hacer permanentemente visible una campaña pública contra la violencia de todo tipo, especialmente la que se ejerce contra la mujer. Hay que divulgar aquellas leyes que la previenen o penalizan y los debates que han tenido lugar en espacios académicos y con motivo de campañas específicas. Combatir la violencia contra la mujer solo puede lograrse si nos unimos tod@s contra la desigualdad que la inspira y reconocemos el derecho de las mujeres violentadas a defenderse de su agresor y a denunciar la agresión, aunque se trate de un genio artístico o científico, un general victorioso, un deportista de élite o un obrero de vanguardia. Nadie más que ella misma tiene derecho a decidir sobre su vida y sobre su cuerpo, y nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a juzgarla loca por querer defender sus derechos.

Sandra Álvarez,
Marilyn Bobes,
Luisa Campuzano,
Zaida Capote Cruz,
Danae Diéguez,
Laidi Fernández de Juan,
Lirians Gordillo Piña y
Helen Hernández Hormilla

(Leído en la sede de la UNEAC, hoy, 8 de marzo de 2013)

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