Reabren casa museo de Lezama en La Habana
La casa del célebre escritor cubano José Lezama Lima (1910-1976) en La Habana, desmantelada tras su muerte por las autoridades gubernamentales, fue reabierta este viernes luego de un proceso de restauración.
Según reportes de la prensa oficial, la famosa vivienda de Trocadero 162, en la barriada de Centro Habana, fue sometida a una reparación de seis meses para dejarla “intacta, como el creador la habitó hasta su muerte”.
Los directivos de la institución informaron que en esta primera fase de la restauración se renovaron las paredes y los techos afectados por la humedad, así como la fachada de la vivienda.
El proceso también incluyó retoques a objetos personales del escritor y el incremento de los archivos fotográficos.
En la casa han sido reinstalada parte de la colección de obras que fueron obsequiadas al autor de Paradiso por renombrados pintores cubanos del siglo XX, entre ellos Víctor Manuel García, René Portocarrero y Mariano Rodríguez.
La reapertura del lugar se produce en vísperas del centenario de Lezama, que se cumple el 19 de diciembre. Las autoridades culturales han concebido un amplio programa de festejos, incluyendo jornadas literarias y estrenos coreográficos inspirados en su obra.
Al acto asistieron los poetas Fina García Marruz, amiga y colega de Lezama en la aventura de la revista Orígenes (1944-1956), Pablo Armando Fernández y César López, y el periodista Ciro Bianchi Ross. También figuraron allí el escritor Miguel Barnet, presidente de la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC), y José Luis Moreno, médico y amigo de Lezama y sobre quien gravita una leyenda negra como informante de la Seguridad del Estado.
Al producirse la muerte de Lezama en medio del ostracismo y el silencio oficial, en 1976, la casa pasó al control de las autoridades, que incautaron los bienes, objetos de artes y biblioteca pertenecientes al escritor. La noticia de su fallecimiento apenas ocupó unas breves líneas en las páginas interiores de la prensa cubana.
La casa permaneció cerrada durante largo tiempo y luego desmantelada por decisión de las autoridades, tratando de impedir que se convirtiese en un lugar de culto.
Lezama vivió en Trocadero 162 desde los 19 años. La vivienda fue reabierta como una modesta biblioteca municipal y declarada museo en 1994.
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