¿Una madre negra para José Martí?

Paulina Pedroso, emigrada cubana en Tampa.

Paulina Pedroso, emigrada cubana en Tampa.

Una biografía dedicada a una mujer negra que atendió al prócer independentista José Martí durante su estancia en Tampa se ha sumado a la campaña de los medios oficiales contra los vestigios de discriminación racial en el país.

El libro La madre negra de Martí, de la investigadora Josefina Toledo, fue publicado en Cuba por la Casa Editorial Verde Olivo y está recibiendo particular atención por parte de la crítica y personalidades intelectuales. El texto había ganado el concurso literario de las Fuerzas Armadas (FAR) en el género biografía en el 2009.

La ronda de presentaciones y reseñas periodísticas comenzó desde el pasado año.

Se trata de un rescate de la figura de Paulina Hernández Hernández, también conocida como Paulina Pedroso, colaboradora de Martí en la emigración cubana en Tampa. Hija de vientre libre vinculada a esclavos manumisos y nacida en Pinar del Río en 1855, Paulina emigró con su madre a Cayo Hueso, donde contrajo matrimonio con otro cubano, Ruperto Pedroso.

Entonces la pareja logró establecerse en Tampa y abrir una casa de huéspedes donde se hospedó Martí mientras desarrollaba su labor patriótica entre los emigrados cubanos. La mujer “cuidó maternalmente de la quebrantada salud del delegado del Partido Revolucionario Cubano”, según la investigación.

Reverencias maternales

“Martí, / te quise como madre, te reverencio como cubana, / Tú fuiste bueno: a ti deberá Cuba su Independencia”, escribió Paulina en un poema publicado en el periódico Cuba, de Tampa, el 18 de mayo de 1897.

En realidad, si nos atenemos a la fecha que aparece en la reseña del periodista Fernando Rodríguez Sosa, que fija el nacimiento de Paulina en 1855, se trataba de una “madre” dos años más joven que el “hijo protegido”, quien había nacido en 1853.

Pero los documentos hallados en Consolación del Sur, la mujer nació en 1839.

La verdadera madre de Martí, Leonor Pérez Cabrera, de origen canario, se encontraba por entonces en La Habana y falleció en 1907.

“Un libro que es sustancial aporte a la historiografía de las guerras independentistas. Páginas que vienen a saldar una penosa deuda con la aguerrida historia cubana a favor de la independencia, la soberanía, la libertad…”, consideró la exaltada reseña de Rodríguez Sosa.

Al presentar La madre negra de Martí, el ensayista Fernando Martínez Heredia dijo que “nada puede sustituir a la lectura de estas páginas, fruto logrado de dos décadas de investigación que se atiene a hechos establecidos y se alimenta de una pasión que la rigurosa historiadora no oculta”.

Tema en la palestra

El tema de la negritud y la discriminación racial en Cuba ha centrado debates públicos, foros intelectuales y documentos gubernamentales durante el último año, en medio de críticas internas y externas sobre la escasa presencia de los afrodescendentes en la vida política y social del país.

Incluso el documento base de la Conferencia del Partido Comunista de Cuba, que sesiona este sábado en La Habana, llamó a “enfrentar los prejuicios raciales, de género, ante creencias religiosas, orientación sexual y otros que puedan originar cualquier forma de discriminación o limitar el ejercicio de los derechos de las personas”.

Cuba anunció esta semana la realización de una jornada y un programa conmemorativo que se extenderá  por todo el país a lo largo del 2012 para homenajear a José Antonio Aponte, líder del primer intento independentista que se planteó al mismo tiempo la emancipación de los esclavos.

Aponte fue ejecutado por las autoridades coloniales el 9 de abril de 1812. Su cabeza exhibida a la población en una jaula expuesta en un terreno que hoy ocupan las calles Salvador Allende y Belascoaín en La Habana.

Recordando la guerrita del 1912

Se ha creado incluso una Comisión Aponte como grupo permanente de trabajo de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), que abogará por “ la erradicación de los vestigios de discriminación y los prejuicios raciales”.

Otro hecho histórico relacionado con las luchas raciales será conmemorado por todo lo alto este año en Cuba: la masacre de unos 3,000 negros y mestizos por el gobierno de José Miguel Gómez a raíz del movimiento armado de los llamados Independientes de Color en 1912.

El 13 de febrero, durante la Feria Internacional del Libro de La Habana, se efectuará la mesa redonda “A 200 años de la conspiración de Aponte: el negro cubano en la lucha por la emancipación”, con la asistencia de destacados historiadores y científicos sociales.

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