Dos residentes de Miami culpables de fraude al Medicare por $93 millones con apoyo de red cubana

Karel Felipe, de 42 años, y Tamara Quicutis, de 54 y de Hialeah, conspiraron para presentar facturas falsas a Medicare y lavar dinero desde tres compañías de atención médica domiciliaria.

Dos residentes de Miami culpables de fraude al Medicare por $93 millones con apoyo de red cubana
Ilustración: Corporate Whistleblower Center.

Dos residentes del condado de Miami-Dade fueron declarados culpables de fraude masivo al programa Medicare por $93 millones de dólares, usando un esquema delictivo que reclutaba a ciudadanos cubanos como falsos propietarios de empresas de servicios de salud.

Un jurado federal de Miami consideró que Karel Felipe, de 42 años y radicado en Miami Shores, y Tamara Quicutis, de 54 y de Hialeah, conspiraron con otras personas para presentar facturas falsas a Medicare desde tres compañías de atención médica domiciliaria ubicadas en Michigan, según reportó la fiscalía del sur de Florida.

Las tres empresas -Care, Nu-Wave y Tri-County- operaron entre octubre de 2016 y mayo de 2019, y recibieron un total de $53.3 millones de dólares en pagos de Medicare, según la acusación.

Fraude y lavado de dinero

El jurado los halló culpables de los cargos de conspiración para cometer fraude sanitario y fraude electrónico, y conspiración para cometer lavado de dinero. La decisión judicial se produjo el pasado martes, informaron las autoridades.

La red delictiva, bajo el manto de ambos empresarios, reclutó a ciudadanos cubanos para firmar documentos de inscripción a Medicare y aparecer como los dueños de las agencias de atención médica domiciliaria con el fin de ocultar las identidades de Felipe, Quicutis y otros involucrados en la trama fraudulenta.

Las personas usadas para las faenas delictivas eran mayormente inmigrantes recién llegados de Cuba, aunque abogados implicados en la defensa de casos de fraude al Medicare han confirmado que numerosos ciudadanos cubanos arriban a Estados Unidos con el esquema de desfalco para organizar empresas, facturar y escapar con rapidez antes de que las autoridades detecten las violaciones en los reclamos.

Felipe, Quicutis y sus cómplices emplearon empresas de atención médica domiciliaria para presentar reclamaciones por servicios que no se prestaron, utilizando listas de identidades robadas a pacientes, incluso algunos de ellos ya fallecidos.

El fraude implicó a cientos de empresas fantasma y cuentas bancarias para lavar las ganancias del fraude al Medicare y convertirlas en dinero en efectivo a través de cajeros automáticos (ATM) y cheques en tiendas de cambio en el área de Miami.

Supervisor de delincuentes

Después de que comenzó el juicio, un tercer acusado, Jesús Trujillo, de 52 años y residente en Miami, se declaró culpable de un cargo de conspiración para cometer fraude en la atención médica y falsificación electrónica, y un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero.

Trujillo fungía como supervisor  de un grupo de personas que reclutaban a propietarios nominales de agencias de atención médica domiciliaria y empresas fantasmas, mediante las cuales convertían en efectivo las ganancias del fraude a Medicare. Los reclutados eran de nacionalidad cubana.

La sentencia de Felipe y Quicutis está programada para el próximo 4 de enero, y ambos podrían enfrentar penas máximas de 20 años de prisión por cada cargo de conspiración. En el caso de Trujillo, está previsto que sea sentenciado el 21 de diciembre y enfrenta también una pena máxima de 20 años de prisión por cada cargo.

El FBI y la Oficina Regional de Miami del Departamento de Salud y Servicios Humanos de la Oficina del Inspector General (HHS-OIG) investigaron el caso.

Capital del desfalco sanitario

En septiembre, la enfermera de origen cubano Elizabeth Hernández, establecida en Homestead, fue juzgada y declarada culpable por presentar más de $200 millones de dólares en reclamaciones fraudulentas al Medicare en pruebas genéticas de cáncer y equipos médicos innecesarios entre 2018 y 2020.

Hernández, de 45 años, podría enfrentarse a una pena de hasta 75 años de prisión. Según los fiscales, la enfermera sobrefacturó a Medicare con más órdenes de pruebas genéticas de cáncer para los beneficiarios de Medicare que ningún otro médico en el país. Será sentenciada el próximo 14 de septiembre.

La Sección de Fraude en la División Penal de la fiscalía del sur de Florida tiene a su cargo las acusaciones por desfalco al programa del Medicare, y lidera un programa especial de enfrentamiento contra la actividad fraudulenta en atención médica. Desde marzo de 2007, este programa ha acusado a más de 5,000 individuos que en conjunto han facturado más de $24,000 millones de dólares a programas federales de atención médica y a aseguradoras privadas.

Además, los centros de servicios de Medicare y Medicaid, en colaboración con HHS-OIG, están tomando medidas para responsabilizar a los proveedores por su participación en esquemas de fraude en la atención médica.

El sur de Florida encabeza los juicios por fraude en la atención médica a nivel nacional. El mayor volumen del desfalco se registra en fraudes cometidos mediante la telemedicina, una práctica extendida durante la pandemia para prestar servicios de atención sanitaria a distancia.

El Departamento de Justicia estima que el fraude a los programas de salud genera aproximadamente unos $100 mil millones anuales.

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