Escenas miamenses: Familia cubana de Hialeah acusada de lavar dinero

Escenas miamenses: Familia cubana de Hialeah acusada de lavar dinero

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Pablo Márquez y Yolanda Arencibia, ambos implicados en la acusación por lavado de dinero.


Por Daniel Benítez
Cinco miembros de una familia cubana, todos residentes en la ciudad de Hialeah, fueron acusados de lavar unos $200 mil dólares de un centro de rehabilitación que fue investigado por las autoridades federales en colaboración con la Policía de Miami.
Según el reporte de la investigación, durante más de un año, entre enero de 2013 y mayo de 2014, los arrestados  convirtieron en efectivo cheques por supuestos trabajos que nunca realizaron en la clínica Tomasa Rehabilitation, un centro de rehabilitación y terapia ubicado en la popular Calle 8, en La Pequeña Habana,
Se trata de aparentes nuevos vericuetos de las operaciones fraudulentas de cubanos para apropiarse ilegalmente de dinero federal y defraudar instituciones copn el propósito de obtener beneficios personales con relativa facilidad.
Gracias a la colaboración de la terapista del centro, quien fue testigo y colaboró con el FBI,  los agentes llegaron hasta el matrimonio de Yolanda Arencibia, 55 años, y Pablo Márquez, de 62,  quienes aparentemente eran empleados a tiempo completo del local y percibieron  percibieron entre ambos poco más de $97 mil dólares. Ella alegó que era encargada de limpieza, mientras él se encargaba como chofer de transportar a los pacientes para que recibieran tratamiento, por lo que cobró $68,105 dólares.
Nadie estuvo allí
Sin embargo, durante entrevistas realizadas por los investigadores del caso ninguno supo describir cómo era la clínica y no tenían conocimiento alguno de que algún familiar suyo trabajase allí.
Por ejemplo, Arencibia, quien durante más de 16 meses supuestamente pasó siete horas diarias limpiando el local, dijo no recordar cómo era ni pudo describir su interior.
Lo mismo le sucedió a Disneidys Márquez, de 29 años e hija de los sospechosos, cuyo empleo era similar al de su madre. Ella contestó que Tomasa Rehabilitation era una construcción de tres o cuatro pisos, cuando en realidad es de dos pisos. Ella ganó por su labor $32, 640 dólares.
Los otros dos arrestados fueron Maikel Romero, 35 años y supuesto chofer de la clínica,  y Deuvichen Márquez, de 37.  Romero aparentemente es hijo de Arencibia y por el mismo trabajo que realizaba su padrastro, se llevó al bolsillo $35,740 dólares.
Para las autoridades resultó extremadamente llamativo que cinco personas de la misma familia, quienes viven la misma casa y decían trabajar en el mismo sitio, no supieran que los otros integrantes también eran empleados allí y que jamás coincidieran, aunque aseguraban tener el mismo horario.
Habla la informante
La testigo de las autoridades, quien desde noviembre de 2011 hasta febrero de 2015 sí trabajo en Tomasa Rehabilitation Center, declaró que ninguno de los sospechosos fue empleado allí y que ni siquiera los había visto por las instalaciones del lugar.
Las detenciones de cuatro de las cinco personas se produjeron el 8 de agosto, a las 6 y 20 de la mañana, en la propia residencia familiar. Documentos de corte indican que  los arrestados tendrán una próxima audiencia en corte el próximo 7 de septiembre, a las 9 a.m..
Sobre Deuvichen Márquez, las autoridades no entregaron su reporte de arresto ni tampoco aparece récord público en el Tribunal del Condado Miami Dade sobre los cargos que enfrenta. Aunque sí es mencionado como acusado en los reportes de sus familiares.
Tomasa Rehabilitation Center, radicado en el 888 NW 27th Ave, en Miami, aparece como una empresa registrada en el Estado de la Florida desde el 7 de julio de 2011. Su agente y directora es Mayre López, quien no aparece señalada en las órdenes de arresto.

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