Diario critica ley que impediría negocios a compañías vinculadas con Cuba
El editor Neil Brown (izq.) y el presidente de Times Publishing Paul Tash leen el primer ejemplar del Tampa Bay Times, el 1 de enero del 2012
En un editorial publicado este martes, el periódico exhortó al gobernador Rick Scott a vetar la propuesta aprobada por el pleno de la Legislatura estatal y ahorrarle así una costosa batalla legal a los contribuyentes. Scott deberá firmar la ley el próximo 1ro. de julio.
Promovida por los legisladores estatales Carlos López Cantera, René García y Michael Bileca, el proyecto fue aprobado el pasado 9 de marzo, y está enfocado en prohibir acceso a los fondos públicos a compañías que tengan negocios en países enlistados como patrocinadores del terrorismo por el Departamento de Estado, como Cuba y Siria.
El Tampa Bay Times -antiguo St. Petersburg Times- es uno de los periódicos más antiguos y poderosos de la Florida. Pertenece al consorcio mediático Times Publishing Co.
CaféFuerte reproduce a continuación el texto íntegro del editorial en español.
SCOTT DEBERIA VETAR PROYECTO LEGISLATIVO DESTINADO A APLACAR A LOS ENEMIGOS DE CASTRO
Pescando votos de la comunidad cubanoamericana de línea dura de Miami, los patriotas de sillón continúan poniendo a la Florida en el lado equivocado de la historia. En la última jornada de su período ordinario del 2012, la Legislatura aprobó bloquear a las empresas que hacen negocios en Cuba de conseguir contratos de trabajo con los gobiernos estatal o local. Este es otro caso de consentimiento y de ambición que sólo costará a los contribuyentes una cruenta batalla judicial.
La HB 959 prohíbe a las compañías con operaciones comerciales en Cuba o Siria la obtención de un contrato estatal o local de al menos $1 millón de dólares. Aunque la medida no invalida los acuerdos existentes, los funcionarios estatales y locales podrían echar abajo cualquier contrato con estas entidades después del 1 de julio, si el gobernador firma el proyecto legislativo. El proyecto define “las operaciones de negocio” tan ampliamente que el Estado necesitaría un ejército de auditores para rastrear todas las piezas en movimiento en esta economía global hasta esos dos países.
Lanzar a Siria en esta mezcla es una fabricación que merecería un Oscar por diseño de vestuario, dado que el proyecto de ley está claramente destinado a aislar aún más el régimen de Castro e intimidar al creciente número de líderes políticos y empresariales que en los últimos años han impulsado con éxito la liberalización del comercio y los viajes a Cuba, especialmente a través de la puerta de entrada de Florida. La única conexión entre Cuba y Siria es que ambos están enlistados por el gobierno de Estados Unidos como estados patrocinadores del terrorismo. Pero el impacto real de la legislación podría afectar a Odebrecht USA, uno de los mayores contratistas de Miami-Dade, cuya empresa matriz está en negocios activos con Cuba. La legislación también puede interferir en el camino con nuevos vuelos fletados entre Florida y Cuba, si las operaciones continúan su ascenso meteórico.
Representantes comerciales y juristas dicen que la medida es inconstitucional, funcionarios estatales y locales no pueden moldear a su antojo la política exterior. El gobernador Rick Scott debe ahorrarle a los contribuyentes una costosa batalla legal y vetar el proyecto de ley. Todos los legisladores reconocieron que la prohibición entraba en un terreno legal inestable mediante la inclusión de un lenguaje escurridizo que otorga a los funcionarios estatales y locales la libertad para hacer excepciones basados en un análisis caso por caso. Eso lo dice todo. Tratar con empresas en Cuba es condenable, excepto cuando no lo es.
Traducción: CaféFuerte