Tribunal de Miami sentencia a Fidel Castro por fraude al Medicare

En Miami, Fidel Castro tenía que terminar condenado por algún delito. Llamándose así, era improbable esperar magnanimidad, aunque el individuo nada tuviera que ver con el  anciano ex gobernante de Cuba ni con su familia.

Un tribunal federal de Miami condenó este lunes a un ciudadano llamado Fidel Castro, de 49 años, a 30 meses de prisión y tres años de libertad supervisada por estafar al Medicare, el sistema de salud pública financiado por el gobierno, informó el Departamento de Justicia.

La jueza Joan Lenard también ordenó que Castro -residente de Miami- deberá restituir los $550,000 que sustrajo al Medicare mediante cuentas falsas remitidas por servicios médicos que nunca fueron prestados. El caso involucró a otros nueve administrativos y empleados de la clínica ABC Home Health Care y la estafa ascendió a los $25 millones de dólares.

La sentencia contra Castro fue dictada el lunes junto a las de otros tres acusados, entre ellos Licet Díaz, administradora de ABC y Florida Home Health Care -ambas entidades creadas con el único fin de defraudar al Medicare. Díaz recibió la más alta condena del grupo: siete años y tres meses en prisión y tres años adicionales en probatoria, además de la obligación de reponer los $7.8 millones de dólares que se robó.

El acusado se había declarado culpable el pasado septiembre de un cargo de conspiración para estafar al sistema de salud pública. Los estafadores fueron arrestados y encausados en febrero.

Castro no era el acusado de mayor envergadura en el caso, pero sí el más notorio por razones ajenas a la magnitud de sus actos delictivos. Aunque en las últimas cinco décadas 34 personas con el nombre de Fidel Castro han sido detenidas y/o encausadas en el condado Miami-Dade por diferentes delitos, este es el primero de los Castro que comete fraude al Medicare.

Según la acusación, Castro laboraba como empleado de ABC Home Health Care reclutando pacientes para la engañifa. A cambio recibía sobornos y pagos fraudulentos por parte de sus empleadores. Las violaciones fueron cometidas entre enero del 2006 y marzo del 2009.

Capital del fraude al Medicare

Castro y otros reclutadores involucrados conocían que los pacientes no cumplían los requisitos para recibir terapia física, asistencia médica residencial y otros servicios que las clínicas decían ofrecer, pero que nunca fueron practicados.

Las enfermeras implicadas en el caso fabricaban notas médicas con síntomas inexistentes de las personas reclutadas, quienes debían recibir antención especializada a domicilio.

Las estafas de este tipo son acontecimientos frecuentes en Miami, considerada la Meca del fraude al Medicare en la nación. Las autoridades estadounidenses con el FBI a la cabeza han lanzado una ofensiva para detectar la avalancha de violaciones, que están poniendo en riesgo la propia existencia del sistema de atención médica sufragado por el gobierno.

Desde la creación en el 2007 de un grupo especial para combatir el fraude al Medicare, sólo en nueve ciudades de Estados Unidos han resultado identificados y acusados más de 1,400 presuntos estafadores, cuyos desfalcos en cuentas adulteradas superan ya los $2,900 millones de dólares.

Entre los principales involucrados en el fraude al Medicare en el sur de la Florida figuran numerosos ciudadanos de origen cubano, algunos de ellos actualmente prófugos de la justicia estadounidense.

El caso más conocido es el de los hermanos Benítez, acusados de estafar unos $113 millones y lavar de lavar parte del dinero en falsas compañías para financiar la compra de propiedades y artículos de lujo en República Dominicana. Los tres hermanos Benítez -José, Luis y Carlos- eran propietarios de una docena de clínicas de atención a pacientes de sida en el área de Miami-Dade.

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